El
mentiroso Rajoy que nos trata como idiotas
Público
David Bollero
19/05/2017
Si hay algo intolerable, por encima incluso de la corrupción, es que un
presidente del Gobierno trate a la ciudadanía como idiota. Eso es lo que hace Mariano
Rajoy, que sistemáticamente y en comandita con los suyos, trata a los
españoles y españolas como si no tuviéramos dos dedos de frente. La última
soberana desfachatez que ha cometido el presidente indigno del Gobierno es negarse
a ir a declarar a la Audiencia Nacional y solicitar
hacerlo con su amado plasma.
Una vez más, Rajoy nos mintió, puesto que cuando se hizo pública su
citación para ir a declarar quiso transmitir a la ciudadanía la percepción de
que era algo normal, como le parece normal que el Partido Popular sea la
única formación en la historia de la democracia imputado. Terrible.
Entonces, aseguró que iría “encantado a responder a lo que
tuvieran a bien preguntar”, encuadrando el hecho de que un presidente
del Gobierno tenga que sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional como “un
acto de pura normalidad”.
Sólo hay dos opciones: o su nivel de estupidez de Rajoy es tan grande como
la corrupción que asola al PP (hasta el punto de haber sido calificada por la
Justicia como “organización criminal”) o cree que lo es el
nuestro. ¿Quién se cree que un presidente que pide declarar por plasma en
plenas vacaciones de verano, para pasar lo más inadvertido posible, de veras
está comprometido con la lucha contra la corrupción? NADIE.
¿Quién se cree que entre las excusas expuestas se encuentra evitar “un
despliegue importante de recursos públicos”? Ni siquiera 25
kilómetros separan La Moncloa de la Audiencia Nacional y Rajoy nos quiere ahora
ahorrar el dispositivo de seguridad necesario para cubrir su
desplazamiento. El mismo que no recurre al plasma ni mira el gasto para
inaugurar en otras Comunidades Autónomas el salón del automóvil, uns jornadas
llamadas “Conectados al futuro” o inaugurar una sede de Dirección Provincial de
la Tesorería General de la Seguridad Social y del Instituto Nacional de la
Seguridad Social (ni siquiera recurro a los casos más hirientes que desvela Tremending Topic, programa de Bertín
Osborne incluido). ¡Qué desfachatez!
Rajoy hace mucho tiempo que es un presidente indigno de este país. El hecho de
que su compromiso con la lucha contra la corrupción endémica de su partido sea
tan esclerótica como su defensa de la igualdad y justicia social, deberían
hacer que el resto de las formaciones tuvieran altura de miras, dejaran a un
lado fines partidistas, y buscaran una fómula de Gobierno alternativo tras
apoyar la moción de censura que se registrará hoy Unidos
Podemos.
El nivel de corrupción y deshonestidad por parte del Partido Popular y del
Gobierno está escalando tan rápidamente como la precariedad, la desigualdad y
el número de personas bajo el umbral de la pobreza. En ese
contexto, si yo fuera presidente del Gobierno, comenzaría a ver amenazas por
todos lados, porque en último extremo me sentiría el artífice de haber
conducido a millones de personas a no tener ya nada que perder y, cuando se
llega a ese punto, las reacciones son impredecibles y los valores se trastocan.
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