Las niñas de
Alcàsser: 25 años del triple crimen que tuvo en vilo a España
Violadas, torturadas y asesinadas,
Desirée, Miriam y Toñi siguen en el recuerdo de todo un país, un caso aún con
sombras que inició los tiempos de la "telebasura".
13/11/2017
ElHuffPost
Begoña
de la Fuente / Jordi Ferrer
Agencia EFE
Este lunes se
cumplen 25 años del secuestro de Miriam, Toñi y Desirée, las tres vecinas
de Alcàsser (Valencia) de entre 14 y 15 años violadas y torturadas
hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart, en
libertad desde hace cuatro años.
El
brutal asesinato de las tres niñas de Alcàsser mantuvo en
vilo a todo el país durante más de dos meses y el posterior seguimiento
mediático del dolor de sus familias y la investigación forense y policial
dieron pie a lo que numerosos analistas han llegado a denominar el inicio de la
"telebasura".
Las
víctimas fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se
dirigían desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la
vecina Picassent, adonde nunca llegaron.
Su
desaparición dio paso a una intensa búsqueda que concluyó el 27 de enero de
1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados de las
adolescentes en un paraje de difícil acceso conocido como La Romana, cerca de
la presa de Tous.
Las
autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes
de morir de un disparo.
La repercusión
mediática del triple crimen fue tal que, a las pocas horas de haberse
encontrado los cuerpos, programas de emisión nacional trasladaron sus platós a
Alcàsser y entrevistaron a los padres, familiares y amigos de las niñas.
¿Y ANGLÉS?
Un día después del
hallazgo de los cuerpos fueron detenidos varios sospechosos, entre ellos Miguel
Ricart, que en su primera declaración ante la Guardia Civil admitió su participación en
los crímenes, y Enrique Anglés, puesto en libertad el 30 de enero.
Un tercer
sospechoso, Antonio Anglés -hermano de Enrique-, que se encontraba fugado de
Picassent tras aprovechar un permiso penitenciario, se dio a la fuga, aunque su
participación en los crímenes fue probada al descubrirse unos papeles rotos
junto al lugar donde estaban enterrados los cuerpos.
Desde entonces se
desconoce su paradero y aunque se especuló con que podía haber muerto ahogado
en aguas de la costa de Irlanda, su búsqueda ha continuado, sin éxito, por
distintos países de Latinoamérica y Europa.
El 12 de mayo de
1997 comenzó el juicio contra el único encausado, Miguel Ricart, quien tras 49
vistas y la comparecencia de un centenar de testigos fue condenado el 5 de
septiembre a 170 años de prisión como autor de tres delitos de asesinato y
cuatro continuados de violación en concurso con tres delitos de rapto.
El tribunal
consideró que aunque Antonio Anglés fue el autor material de los crímenes,
Ricart estuvo presente y no hizo nada por evitarlos.
Además, se le
encontró culpable de cuatro delitos de violación, por atacar sexualmente a una
de las niñas y sujetar a las víctimas mientras otra persona, supuestamente
Anglés, las forzaba.
La sentencia
absolvió inicialmente al Estado de toda responsabilidad subsidiaria en relación
al caso, aunque el 4 de julio de 2005 la Sala de lo Contencioso-Administrativo
de la Audiencia Nacional declaró la responsabilidad patrimonial del Estado por
la concesión en 1992 del permiso penitenciario aprovechado por Anglés para
darse a la fuga.
Este lunes
se cumplen 25 años del secuestro de Miriam, Toñi y Desirée, las tres vecinas
de Alcàsser (Valencia) de entre 14 y 15 años violadas y torturadas
hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart, en
libertad desde hace cuatro años.
El
brutal asesinato de las tres niñas de Alcàsser mantuvo en
vilo a todo el país durante más de dos meses y el posterior seguimiento
mediático del dolor de sus familias y la investigación forense y policial
dieron pie a lo que numerosos analistas han llegado a denominar el inicio de la
"telebasura".
Las
víctimas fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se
dirigían desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la
vecina Picassent, adonde nunca llegaron.
Su
desaparición dio paso a una intensa búsqueda que concluyó el 27 de enero de
1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados de las
adolescentes en un paraje de difícil acceso conocido como La Romana, cerca de
la presa de Tous.
Las
autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas
antes de morir de un disparo.
La repercusión
mediática del triple crimen fue tal que, a las pocas horas de haberse
encontrado los cuerpos, programas de emisión nacional trasladaron sus platós a
Alcàsser y entrevistaron a los padres, familiares y amigos de las niñas.
¿Y ANGLÉS?
Un día después del
hallazgo de los cuerpos fueron detenidos varios sospechosos, entre ellos Miguel
Ricart, que en su primera declaración ante la Guardia Civil admitió su participación en los
crímenes, y Enrique Anglés, puesto en libertad el 30 de enero.
Un tercer
sospechoso, Antonio Anglés -hermano de Enrique-, que se encontraba fugado de
Picassent tras aprovechar un permiso penitenciario, se dio a la fuga, aunque su
participación en los crímenes fue probada al descubrirse unos papeles rotos
junto al lugar donde estaban enterrados los cuerpos.
Desde entonces se
desconoce su paradero y aunque se especuló con que podía haber muerto ahogado
en aguas de la costa de Irlanda, su búsqueda ha continuado, sin éxito, por
distintos países de Latinoamérica y Europa.
El 12 de mayo de
1997 comenzó el juicio contra el único encausado, Miguel Ricart, quien tras 49
vistas y la comparecencia de un centenar de testigos fue condenado el 5 de
septiembre a 170 años de prisión como autor de tres delitos de asesinato y
cuatro continuados de violación en concurso con tres delitos de rapto.
El tribunal
consideró que aunque Antonio Anglés fue el autor material de los crímenes,
Ricart estuvo presente y no hizo nada por evitarlos.
Además, se le
encontró culpable de cuatro delitos de violación, por atacar sexualmente a una
de las niñas y sujetar a las víctimas mientras otra persona, supuestamente
Anglés, las forzaba.
La sentencia
absolvió inicialmente al Estado de toda responsabilidad subsidiaria en relación
al caso, aunque el 4 de julio de 2005 la Sala de lo Contencioso-Administrativo
de la Audiencia Nacional declaró la responsabilidad patrimonial del Estado por
la concesión en 1992 del permiso penitenciario aprovechado por Anglés para
darse a la fuga.
LA LIBERTAD DE RICART
En 2010, el caso
recobró actualidad al recordarse que Ricart podría estar cumpliendo sus últimos
días de privación de libertad en virtud de las redenciones aplicadas a la pena.
Ricart había sido
juzgado y condenado por el Código Penal de 1973, que recogía, entre otras
medidas, un día de descuento de condena para el preso por cada dos de trabajo.
Así, el 22 mayo de 2011 Ricart habría cumplido su condena.
Sin embargo, la
Audiencia de Valencia acordó aplicarle la doctrina Parot
-solicitada por la Asociación Clara Campoamor-,
que adjudicaba beneficios penitenciarios sucesivamente a cada condena y no
sobre el máximo de 30 años, con lo que su salida se retrasaría hasta el 19 de
enero de 2023. En enero de 2011, el Tribunal Supremo confirmó la decisión de la
Audiencia.
Pero el 21 de
octubre de 2013, la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos anuló la retroactividad de la doctrina Parot y ello activó
la salida de prisión en España de presos etarras, asesinos y violadores, Ricart
entre ellos.
El 29 de noviembre
de 2013, con 44 años y veintiuno de ellos entre rejas, el único condenado por
los crímenes de Alcàsser abandonó la cárcel ciudadrealeña de Herrera de La
Mancha.
Su excarcelación fue
recurrida ante el Supremo por familiares de las víctimas, la Abogacía del
Estado y varias asociaciones aunque finalmente, el alto tribunal consideró que
ninguna de estas partes estaba legitimada para oponerse al auto de la Audiencia
de Valencia que, en aplicación de la anulación de la doctrina Parot, declaró
extinguida la pena.
En sus primeros días
de libertad, Ricart fue objeto de un intenso seguimiento mediático y tras un
primer intento de establecerse en Córdoba, finalmente optó por desplazarse a
Cataluña, donde permaneció pocos días antes de cruzar la frontera con Francia
el 12 de diciembre de 2013.
CRONOLOGÍA DEL CASO ALCASSER
13.11.1992: Desaparecen Miriam García, Antonia Gómez y Desirée Hernández en la
población de Alcàsser, muy próxima a Valencia.
27.01.1993: Los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée son hallados semienterrados en
el paraje de La Romana (Valencia), cerca de la presa de Tous.
28.01.1993: Ricart es detenido, por falsedad en su declaración.
26.04.1993: El juzgado de Alzira (Valencia), que instruye las diligencias del
caso, levanta el secreto del sumario.
12.05.1997: Comienza el juicio por el triple crimen, con El Rubio como
único procesado.
05.09.1997: La Audiencia Provincial de Valencia condena a Ricart a 170 años de
prisión por el rapto, violación y asesinato de las tres niñas.
24.01.2000: El entonces director general de la Policía, Juan Cotino, asegura que
se intensifican las gestiones con la policía irlandesa para determinar si los
restos óseos hallados en el puerto de Dublín pertenecen a Antonio Anglés.
04.04.2001: La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Carmen Mas,
señala que los análisis de ADN efectuados por la Policía a unos huesos hallados
en Irlanda revelan que no pertenecen a Anglés.
29.11.2013: Ricart es excarcelado tras anularse la doctrina Parot.
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