Palabras
que dices mal y no lo sabes
Los 25 barbarismos que pasan más
desapercibidos en nuestro día a día
V. R. Valencia.
23-1-19
Cuentan que la palabra barbarismo
proviene del latín, de barbarismus que significa «extranjero», y hace
referencia a las dificultades que tenían las personas forasteras de hablar el
idioma propio de la región a la que llegaban. En la actualidad, los barbarismos
se definen, según la RAE, como «una incorrección que consiste en pronunciar o
escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios».
El habla oral e informal, la
creación de nuevas palabras, la similitud de unas palabras con otras... Según
los expertos pedagogos de RUBIO, la editorial de cuadernos didácticos, existen
multitud de razones que pueden ocasionar el surgimiento de nuevos barbarismos,
dependiendo de la modificación que sufra el vocablo.En este sentido, existen cuatro grandes clases de barbarismos, entre los que se encuentran los prosódicos, sintácticos, ortográficos y analógicos. Los expertos los dividen dependiendo si el error es de dicción, de concordancia o construcción de las palabras, de fallos ortográficos o, incluso, si se da a causa la adopción de palabras de otros idiomas.
De este modo, han recopilado una lista con los barbarismos más comunes y nos ofrecen sus consejos para tratar de evitar estas incorrecciones en el habla y la escritura:
1. La confusión de consonantes con
fonemas similares es un problema muy habitual tanto en mayores, como en
pequeños. Los ejemplos más sonados son la confusión entre la B y la V
(«estava», en lugar de «estaba»), entre la J y la G («extrangero», en lugar de
«extranjero») o la X y la S («esplanada», por «explanada»).
2. Algunos prefijos como SUB o TRANS
pueden dar lugar a confusión, como por ejemplo decir «subrealista», en lugar de
«surrealista», o «transtornado» en lugar de «trastornado». Algunos ejemplos de
buen uso de estos prefijos serían las palabras «submarino» o «transatlántico».
3. Las palabras que incluyen la grafía
XH son usualmente escritas de forma incorrecta, dada la no sonoridad de la
letra H. Como muestra de ello, tenemos «exalar», en lugar de «exhalar»;
«exhuberante», en lugar de «exuberante»; o «exhorbitante», en lugar de
«exorbitante».
4. Los fallos de concordancia o de
construcción de las palabras son muy comunes, especialmente los errores
relacionados con el género o número. El plural de «pies» se mantiene igual,
sería un error escribir «pieses», o el género como «la mar» o «la calor», en
lugar de «el mar» o «el calor».
5. En ocasiones, los extranjerismos
también son considerados como barbarismos. Algún ejemplo de este tipo de
palabra son el famoso «fútbol», que proviene de la palabra inglesa «football»,
o «baguete», de la palabra francesa «baguette».
Los 25
barbarismos que más utilizamos sin darnos cuenta (en negrita la palabra correcta):
1.
Idiosincracia - Idiosincrasia
2. Preveer -
Prever. (Puede deberse a la confusión con el verbo
proveer).
3.
Beneficiencia - Beneficencia. Tal vez se escriba
incorrectamente por su parecido con la palabra ciencia.
4. Visicitud
- Vicisitud
5. Suscinto
- Sucinto
6. Aférrimo
- Acérrimo
7. Excéptico - Escéptico
8. Convalescencia - Convalecencia
9. Discrección - Discreción
10. Esplanada - Explanada
11. Innundación - Inundación
12. Fideligno - Fidedigno
13. Fregaplatos - Friegaplatos
14. Inexcrutable - Inescrutable
15. Misógeno - Misógino
16. Prevadicación - Prevaricación
17. Subrealista - Surrealista
18. Sujección - Sujeción
19. Transtornado - Trastornado
20. Exalar - Exhalar
21. Exhuberante - Exuberante
22. Exumar - Exhumar. Proviene
del latín ex + humus (Tierra)
23. Exausto - Exhausto
24. Exibir - Exhibir
25. Exortar - Exhortar
Así pues, los expertos pedagogos recomiendan la
lectura como método principal para evitar estas confusiones, ya que cuando
posamos la vista sobre una misma palabra en repetidas ocasiones, nuestro
cerebro la asimila más rápidamente y es capaz de almacenarla y utilizarla con
propiedad.
Este ejercicio es especialmente importante en los
niños, quienes deben trabajar desde la base para adquirir competencias de una
buena escritura y un uso correcto del lenguaje.
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