31/12/2018
¿Por qué no soy capaz de llegar al orgasmo? Los expertos lo explican
Hay motivos
físicos y mentales que impiden alcanzar el clímax, pero también hay formas de
resolverlo.
Nadie nace sabiendo mágicamente cómo
tener un orgasmo. Algunas personas necesitan años de actividad sexual antes de
dominarlo... o no.
Según un
estudio, apenas un 18,4% de las mujeres llega al orgasmo sólo a través del coito;
normalmente necesitan estimulación del clítoris. Pero tener pene tampoco
garantiza que todo vaya rodado: en un estudio
publicado en el Journal of Sexual Research, un cuarto de los hombres
afirmó haber fingido el clímax alguna vez.
¿Tienes
curiosidad de saber por qué ocurre esto? Sarah Hunter
Murray, investigadora sexual y terapeuta de relaciones, asegura que hay
un montón de factores en juego, tanto físicos como mentales. Los más habituales
son estos:
Motivos
físicos por los que no llegas al orgasmo
Probablemente el
problema es que no has encontrado la mejor técnica para ti. Por ejemplo, la
causa física más común de que las mujeres cisgénero no alcancen el orgasmo es
"la falta de estimulación del clítoris", señala Murray. "La
mayoría de las posturas sexuales —especialmente en el sexo heterosexual por
penetración— no estimulan adecuadamente el clítoris".
Muchas personas sienten que les cuesta más de lo normal, pero quizá se debe a
que "la parte del cuerpo más sensible y erógena" necesita más
estimulación, insiste Murray.
Según
Sunny Rodgers,
sexóloga clínica y coach, a veces es necesario investigar o charlar con
un experto o con un profesional de la salud mental para llegar bien al orgasmo.
Algo tan simple como "hacer ejercicios pélvicos
puede facilitar el clímax, tanto durante el sexo como durante la
masturbación", asegura.
También
hay que relajarse y tomarse su tiempo: para alcanzar el clímax, a veces se
necesitan 20 minutos de estimulación de clítoris (o más), apunta Rodgers.
El dolor es otra de las
posibles causas. Trastornos como endometriosis
o vaginismo, o
que la técnica de tu pareja no logra el efecto pretendido, pueden impedirte
disfrutar del sexo al máximo. Algunos métodos
anticonceptivos tienden también a reducir la libido y la función
sexual.
Además,
si los hombres cisgénero "experimentan algún problema que les quite
interés en el sexo —como falta de deseo sexual o dificultad de lograr o de
mantener una erección—, es evidente que les costará mucho más alcanzar el
orgasmo", señala Murray.
Hay
muchos factores que pueden provocar disfunción eréctil,
desde problemas de salud hasta consumo de tabaco, pasando por la medicación. Es
importante consultarlo con un médico si empiezas a tener problemas de deseo
sexual o de erección.
Motivos mentales por los que no llegas al orgasmo
Murray explica que el
bloqueo mental es capaz de impedirte llegar al orgasmo. A algunas personas les
cuesta mantenerse presentes durante el acto sexual y concentrarse en las
sensaciones, argumenta.
"Puede deberse a un montón de razones, desde una
desconexión emocional con la pareja, hasta la sensación de estrés o
preocupación en su vida, pasando por inseguridad y complejos con su físico o un
historial de traumas sexuales", enumera Murray. Algo tan simple como una
discusión con tu pareja, por la que sigues enfadado o triste, puede impedirte
llegar.
Rodgers añade que la vergüenza también juega un papel
importante en la dificultad de alcanzar el clímax. "Aunque parece que
vivimos en una sociedad cada vez más sexualizada, con presencia del sexo en
campañas de publicidad, películas y redes sociales, ese temática abiertamente
sexual puede tener un efecto negativo en hombres y mujeres", señala.
"Las expectativas no realistas" de cómo
necesitas ser y comportarte durante el sexo también tienen una
"consecuencia físicamente debilitante" que puede alejarte del
orgasmo, indica Rodgers.
Esta sexóloga también ha trabajado con clientes que
viven con un "miedo muy arraigado al orgasmo", que les impide
experimentar placer durante el sexo. "Les dan miedo las posibles
consecuencias del orgasmo, como hacerse adicto al sexo o sentir que están
engañando a su pareja por tener un orgasmo solos [masturbándose]", dice.
Si este es el caso, Rodgers recomienda hablar con un terapeuta que te ayude a
trabajar el tema.
También hay problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, que afectan a la capacidad de
disfrutar del sexo y de alcanzar el orgasmo. Si tienes problemas para llegar al
orgasmo por una razón desconocida, acude a un médico o a un profesional de la
salud mental.
Cómo llegar (por fin) al orgasmo
Vamos con la buena
noticia: hay formas de derribar tanto las barreras físicas como las
psicológicas para tener la experiencia más placentera posible.
Si tienes una falta de conexión emocional o sigues
resentido por una pelea, los expertos recomiendan hablarlo con tu pareja antes
de meteros bajo el edredón la próxima vez. Varias investigaciones demuestran
que la comunicación abierta lleva a una mayor satisfacción sexual.
Aparte de esto, trata de no centrarte en el orgasmo en
sí. Puede sonar contraintuitivo, pero la ansiedad por la falta de clímax puede
hacerlo aún más inalcanzable, advierte Murray. En cambio, trata de saborear las
otras partes del sexo, especialmente los preliminares.
"Aunque el orgasmo tiende a ser considerado como
el principal acontecimiento de un encuentro sexual, poner demasiada presión al
hecho de tener un orgasmo suele ir en detrimento del disfrute sexual",
sostiene Murray. "Porque si nos centramos en el orgasmo, ponemos nuestra
atención en la meta y no en el viaje".
La estimulación no siempre sale bien al primer
intento. Quizá se necesitan varios. "El masaje de próstata puede no tener
respuesta las primeras dos o tres veces que se realiza, por ejemplo",
apunta Rodgers. "Mi mejor consejo es no presionarse a uno mismo y ser
paciente. Recuerda: lo bueno se hace esperar".
Ten en cuenta también que la estimulación del clítoris
(para quien lo tenga) es la forma más fácil de alcanzar la cumbre, añade
Rodgers, y esto funciona ya sea sola o acompañada.
"Para llegar al clímax lo más fácil es usar un
vibrador", especifica Rodgers. "Pero, independientemente de si se usa
un dedo o un vibrador, asegúrate de usar lubricante. La lubricación te ayudará
a suavizar la experiencia y a hacerla más placentera".
Luego, cuando te vas acercando, quizá te apetece
probar a tensar y liberar los músculos de Kegel. "A veces el cuerpo
necesita algo de ayuda e inspiración", añade.
"Balancear rítmicamente la pelvis o subir y bajar
la región pélvica ayuda a las mujeres [cisgénero] a activar los músculos del
suelo pélvico y así alcanzar más fácilmente el orgasmo", prosigue Rodgers.
Si tienes pareja, Murray sugiere que seas
"curioso, experimental y abierto" con nuevas experiencias que te harán
más fácil llegar al clímax.
"Trata de probar posturas sexuales distintas
durante el coito para ver si algunas estimulan más y mejor", propone.
"Mastúrbate para descubrir cómo te gusta que te toquen y comparte esa
información con tu pareja. Quizá un juguete sexual con vibración también
funciona".
Por último, es posible que el mayor obstáculo esté en
tu cabeza: la ansiedad puede inhibir la satisfacción sexual. En general, aliviar el
estrés (y hay muchas formas de lograrlo) contribuye a mejorar la situación
en la cama.
"Prueba diferentes técnicas de relajación,
intenta hacer meditación para estar más presente (también durante la
estimulación sexual) o busca formas de conectar romántica y emocionalmente con
tu pareja antes de entrar al lío", sugiere Murray. "Prueba a hacer
algo nuevo o excitante que incremente vuestro placer y excitación".
Quizá es eso lo que necesitas para llegar a lo más
alto.
Este artículo fue publicado originalmente
en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano
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