Carlos Saura: "Es fácil que en España se
produzca otra Guerra Civil"
JOSÉ LUIS ROMO
10 may.
2019
ElMundo
El
cineasta ha puesto en pie la versión escénica de El coronel no tiene quien le
escriba. Imanol Arias protagoniza esta pieza basada en l famosa novela de
Gabriel García Márquez
Carlos Saura
(Huesca, 1932) tiene 87 años, 49 películas en su currículum y el aura de ser un
tótem del cine español. Casi todo en él es pasado. Sin embargo, aún le quedan
principios por vivir. En el teatro es casi un debutante. Sólo un vez ha
ejercido como director de escena. Fue en 2013 con El gran teatro del mundo,
su personalísima visión del universo de Calderón de la Barca. «Para mí el
teatro es un gran plano general», resume este hombre de cine que cuenta que
ha sido un mal espectador teatral. «Siempre que veo una función, me pide más
movimiento, que le hagan un primer plano al protagonista. Aunque hay alguna,
como un Marat/Sade que vi en París, que me impresionó mucho».
La
adaptación de su amigo Natalio Grueso de El coronel no tiene quien le
escriba le ha convencido para volver a las tablas. Imanol Arias, con el que
no había trabajado hasta ahora, protagoniza esta adaptación el clásico de
Gabriel García Márquez.
¿Cómo se
traslada su famoso realismo mágico al escenario?
En el teatro, el texto manda. Aquí
hacemos un juego entre la realidad y la imaginación, hay una parte poética muy
bonita. Los actores interpretan eso y tú, simplemente, estás ahí viendo que
funcione, cuidando la escenografía, la luz, viendo el movimiento... pero mucho
más no puedes hacer. El trabajo de director de escena es uno de los más cómodos
que he hecho en mi vida. Es magnífico, no cómo en el cine, que tienes que estar
batallando continuamente.
Dice que su
puesta en escena es casi minimalista, ¿no se animó a usar proyecciones que le
acercaran a su lenguaje cinematográfico?
Hacer algo
de eso es complicadísimo. Tengo una obra escrita, llamada Tres hermanas,
que no tiene nada que ver con la de Chèjov, que está pensada así. Pero es
difícil de hacer porque habría que rodar en película una serie de cosas para
luego proyectarlas. Ojalá pudiera montarla, pero es muy costosa...
Estrenó 'El
coronel no tiene quien le escriba' con Juan Diego, pero Imanol Arias la
representará en Madrid.
Sí, Juan se puso enfermo pero, por
suerte, está recuperándose. La obra tenía muchas fechas firmadas, así que hubo
la necesidad de sustituirlo e Imanol es estupendo. Se ha aprendido el texto a
una gran rapidez y hace una interpretación muy diferente a la de Juan Diego,
pero a mí me gusta mucho. Yo siempre pensé en trabajar con él en el cine, pero
no hemos tenido la oportunidad.
Bergman
hablaba de que el actor debe encontrar satisfacción en la repetición, ¿para
usted eso no llega a ser tedioso?
Bergman era muy listo y, cuando se
hizo mayor, prefería el teatro porque era más descansado que el cine. En
teatro, te sientas en una mesa y vas viendo cómo se desarrolla todo. Es
maravilloso y muy cómodo. En el cine, vas de un lado a otro grabando... Lo que
dice Bergman de la repetición está bien pero yo no voy a ver más la obra. La vi
en Huesca, en otro sitio y ya está. Ahora, es de los actores.
A pesar de
esto, Carlos Saura se ha desplazado hasta el madrileño Teatro Infanta Isabel
para atender una maratoniana jornada de prensa en la que demuestra que, a su
edad, mantiene el genio intacto. "Sé que soy una persona mayor y que, cada
vez, tengo menos fuerza. Pero me aguanta muy bien la cabeza, quitando la
memoria que siempre ha sido pésima...". Recostado en un camerino, de su
cuello cuelga una cámara de fotografía, otra de sus grandes pasiones. Mientras
ensayaba la función, el cineasta hizo una gran cantidad de fotos. "Soy un
fotógrafo compulsivo. Es una de mis grandes aficiones, como leer, dibujar... He
hecho ya un par de exposiciones como fotógrafo y ahora estoy preparando una
nueva. Antes era algo anónimo y, ahora, va a resultar que soy reconocido".
Lo cierto es
que el cineasta no para. Acaba de regresar de México, donde estuvo grabando un
musical junto con su viejo cómplice Vittorio Storaro y en septiembre estrenará
una ópera en La Coruña. "El mundo de la ópera es totalmente artificioso
pero muy interesante. Todo se sustenta en la música. Yo he trabajado con
grandes directores como Zubin Mehta y me lo he pasado muy bien", indica.
El estreno
de El coronel no tiene quien le escriba en Huesca coincidió con un gran
homenaje que le dedicaron. ¿Se siente un hombre querido?
Sí, y en
este país es difícil. Yo he recibido palos en España que no me han dado en
ningún otro lugar del mundo. Recuerdo que la primera vez que proyecté La
caza, un crítico que no me conocía me dijo: ¿Tú eres Carlos Saura? Vaya una
mierda de película que has hecho". Cuando hice Cría Cuervos me
dijeron que no tenía ni idea de cómo se hablaba en la calle. Ángel Fernández
Santos me daba unos palos... Qué que te voy a contar. En fin, prefiero no
arreglar cuentas con nadie. Pero es verdad que ahora la gente me dice:
"Has hecho 50 películas y todas han sido un éxito, qué maravilla".
Pues no, ha habido de todo.
Al final,
¿el secreto de esta profesión está en resistir?
En mi caso, creo que ya me han
dejado por imposible. Total, pensarán que me voy a morir ya (ríe). Estoy
convencido de que muchos jóvenes dirán: "A ver si se muere ya y nos deja
un espacio". Yo lo pensaba de Rafael Gil y esa generación. Qué le vamos a
hacer.
En una
carrera tan larga como la suya, ¿le queda alguna frustración?
No, lo que
me quedan son montones de proyectos sin hacer. Eso me da mucha pena. Hay cuatro
o cinco guiones escritos que no he llegado a rodar y ésa es una gran
frustración... Una de ellas es ¡Esa luz!, una novela que escribí sobre
la Guerra Civil Española, que era muy bonita. También escribí una otra sobre
Felipe II... Ojalá mi película de Picasso salga adelante.
En 'Dolor y
Gloria', Almodóvar habla de su miedo a no poder volver a rodar por sus dolores
físicos. ¿Usted también siente ese temor?
No, yo cuando he estado rodando en
México hace unos días he revivido. Es fantástico. Todo el mundo estaba con
diarreas y medio malo y a mí no me pasaba nada. Nunca he enfermado durante un
rodaje, al revés. Para mí rodar es una aventura fantástica.
¿Qué está
suponiendo envejecer? Michael Caine en una entrevista reciente decía que un día
se miró al espejo y no entendía por qué de repente era tan mayor
Cuando te miras en el espejo no te
das cuenta de cómo pasa el tiempo porque el recuerdo de cómo eras nunca es
exacto. El espejo miente. Por eso la fotografía es un invento maravilloso. Te
ayuda a recuperar y fijar el pasado. Yo no estoy muy interesado en eso, pero
hay mucha gente que sí está muy interesada en su recuperación.
¿Y en el
sentido social? ¿Cree que hay que recuperar la memoria histórica?
Hay una cosa evidente y es que hay
que reflexionar de los errores ajenos y propios. En el caso de la Guerra Civil,
olvidarla es una temeridad. Fue un sufrimiento enorme que cambió por completo
el país y se ha dado la vuelta en el sentido de que los que perdieron la guerra
la han ganado. En este caso, estaba claro que iba a pasar eso, porque los
perdedores tenían la razón, los intelectuales y la gente más valiosa estaba en
ese lado. Espero que ahora no se dé otra vez la vuelta a la tortilla. El miedo
que me da este país, que ha avanzado tanto y que es una maravilla, es que
olvide su pasado. Sobre todo, la Guerra Civil porque es muy fácil que se
produzca otra vez. Espero que me equivoque pero veo cómo todo está volviendo y,
por razones políticas, económicas, es fácil que algo así vuelva a pasar. Es
terrible que nunca aprendamos del pasado y cometamos los mismos errores.
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