Salud
Infarto cerebral
Qué es un ictus: síntomas, causas y qué secuelas deja a quien lo sufre
Madrid
10/5/19
ElMundo
El ictus de tipo isquémico, como el
que sufrió Alfredo Pérez Rubalcaba, supone la segunda causa de muerte global en
España y ostenta el número uno entre las mujeres
Cada año, en España unas 120.000 personas sufren un ictus, una dolencia que ya supone la segunda causa de muerte global en nuestro país y ostenta el número uno si la estadística se detiene sólo en las mujeres. El ictus de tipo isquémico, como el que sufrió el ex vicepresidente y ex ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, es el más común de los accidentes cerebrovasculares.
Una de cada seis personas tendrá un ictus
a lo largo de su vida y, por ello, la mitad padecerá secuelas
discapacitantes o morirá.
El envejecimiento aumenta considerablemente
las probabilidades de padecer un ictus.
Pero la enfermedad no sólo afecta a las personas mayores, sino que en los
últimos años los estudios muestran que está aumentando la frecuencia entre las
personas menores de 55 años.
Algunos trabajos
apuntan que en los últimos años se
ha disparado hasta un 25% los casos que se dan entre personas de
edades comprendidas entre los 20 y los 64 años.
El abordaje del
problema es fundamental para su pronóstico. Así, recuperarse sin secuelas importantes tras un accidente
cardiovascular depende en gran medida del tiempo de reacción. Por este motivo,
se ha acuñado la frase "tiempo es cerebro".
Tipos de ictus
Hay dos tipos de ictus. El más
común, que supone el 85% de los accidentes cerebrovasculares es el ictus de
tipo isquémico o infarto cerebral, que se produce por una
oclusión en una de las arterias que riegan el cerebro. Hay dos tipos
de tratamiento útiles que tienen una ventana de efectividad de pocas horas. El
abordaje intravenoso es eficaz en un máximo de cuatro horas y medias desde el
inicio de los síntomas; mientras que el tratamiento mecánico endovascular no
surte efecto más allá de las ocho horas salvo en escasas excepciones.
El otro tipo de ictus, el hemorrágico, es menos común. Se
produce cuando un vaso sanguíneo se rompe y produce un sangrado en el interior
del cerebro. En un accidente cerebrovascular hemorrágico, los primeros pasos
consisten en hallar la causa del sangrado para intentar controlarlo. Se puede necesitar cirugía.
Causas y síntomas del ictus
La hemorragia subaracnoidea es una de estas posibles causas. Se produce
cuando el sangrado tiene
lugar en la zona comprendida entre el cerebro
y los tejidos que lo cubren, denominada espacio subaracnoideo.
En estos casos el síntoma más común es un
dolor de cabeza intenso que comienza súbitamente. Además, también
suele producirse disminución del estado de conciencia, fotofobia, confusión,
dolores musculares, náuseas y vómitos o problemas de visión, entre otros.
Para confirmar este trastorno, suele realizarse una tomografía
computerizada de la cabeza.
La cirugía puede ser necesaria para eliminar
la hemorragia y aliviar la presión en el cerebro o, si la hemorragia
se debe a un aneurisma, para reparar esta ruptura.
El pronóstico depende en gran medida de la ubicación y cantidad del
sangrado y de las posibles complicaciones, como un sangrado secundario.
¿Qué es un aneurisma?
Un aneurisma cerebral es una dilatación en uno de los vasos sanguíneos
que riegan el cerebro. Esta dilatación se debe a la
debilidad de los vasos.
Si se rompe, puede causar una
hemorragia en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico). En
la mayoría de las ocasiones, cuando un aneurisma se rompe, la hemorragia se
produce en la zona que se sitúa entre el cerebro y los tejidos que lo recubren,
denominada espacio subaracnoideo. Esta hemorragia es grave y requiere atención
médica inmediata.
Los aneurismas cerebrales ocurren más comúnmente en adultos de 35 a 60
años, pero también pueden ocurrirles a los niños. La mayoría de aneurismas se
desarrollan después de los 40 años y no presentan síntomas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario