MADRID PROHÍBE DAR DE COMER A PERSONAS SIN HOGAR
La solidaridad convertida en “actividad ilegal”
¿QUÉ
HA PASADO?
El Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida ha vetado a la ONG Bocatas Madrid, que desde 1996 reparte comida y acompaña a personas sin hogar.
Su “delito”: entregar bocadillos en la plaza de Ópera, donde sobreviven más de 300 personas.
La excusa oficial: “no está regulado en la ordenanza municipal”.
EL
MODELO DE CIUDAD: ESCONDER LA POBREZA
Bocatas Madrid trabaja en los márgenes que el Ayuntamiento prefiere ignorar.
Estuvieron en Las Barranquillas, en Cañada Real, durante la pandemia sostuvieron a 1.300 familias y 4.500 personas, y hoy continúan en el terreno donde nadie quiere estar.
El mensaje del Ayuntamiento es claro:
la miseria no puede verse, la solidaridad no puede hacer ruido.
“FALTA
UN REGISTRO”: EL CARNET DE POBRE
El distrito Centro exige a la ONG que lleve un registro de a quién alimenta.
Como si quien duerme en la calle tuviera que enseñar un documento que certifique su pobreza para recibir un bocadillo.
La deshumanización ya no es implícita. Es normativa.
DERECHOS
HUMANOS, PERO SOLO SOBRE EL PAPEL
Bocatas recuerda que el derecho a la alimentación está recogido en:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos
El PIDESC (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)
Las directrices de la FAO
Todos ellos obligan a los gobiernos a no impedir el acceso a una alimentación adecuada.
Madrid, directamente, lo veta.
NO
ES UNA PROHIBICIÓN. ES UN PROYECTO POLÍTICO
Cuando una ciudad dificulta alimentar a personas sin hogar, no está corrigiendo una infracción:
está blindando un modelo donde quien no puede consumir desaparece del paisaje.
El Madrid de los eventos, del turismo masivo y de las luces de Navidad no tiene hueco para quienes recuerdan que la desigualdad existe.
BOCATAS
SEGUIRÁ
La ONG ha anunciado que continuará su labor por otros medios.
Treinta años de acompañamiento no se rompen con un veto administrativo.
Ni con una ordenanza.
Ni con un alcalde.
¿POR
QUÉ IMPORTA?
Porque una ciudad que persigue la solidaridad y normaliza la indiferencia está rompiendo algo más que una norma.
Está rompiendo el pacto social más básico:
cuidarnos cuando el Estado no llega.
APOYA
LA SOLIDARIDAD REAL
Si puedes, apoya a entidades que acompañan donde las instituciones abandonan.
No para sustituir al Estado, sino para impedir que la deshumanización se vuelva política oficial.
Madrid
se llena de luces. Pero apagan lo único que alumbra de verdad: la
dignidad.
Aquí puedes mostrarle tu apoyo a esta entidad sin ánimo de lucro: https://bocatas.io/dona.html
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