9-2-2015
Público
Eric Toussaint
Autor del libro Bancocracia (Icaria, Barcelona, 2014), maître de conférence en la Universidad de Lieja, portavoz del CADTM Internacional y miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia
Autor del libro Bancocracia (Icaria, Barcelona, 2014), maître de conférence en la Universidad de Lieja, portavoz del CADTM Internacional y miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia
El banco HSBC ha vuelto al primer plano de la
actualidad. Según las informaciones
publicadas por varios medios de prensa (en España ha sido
publicado por el diario digital El
Confidencial) el 9 de febrero de 2015, se habrían
transferido cuentas del HSBC a Ginebra por valor de 1.806 millones de euros
entre el 9 de noviembre de 2006 y el 31 de marzo de 2007 (es decir, ¡en menos
de cinco meses!). El rey de Marruecos, Mohamed VI, el difunto presidente del
Banco Santander, vedettes del mundo del espectáculo, múltiples sociedades
privadas… habrían encomendado a este banco la misión de disimular al fisco y a
la Justicia de sus respectivos países una parte de sus ingresos. En este
artículo repasamos la historia pasada y reciente del HSBC, uno de los
principales bancos privados a escala mundial.
Las siglas HSBC significan “Hong Kong and
Shanghai Banking Corporation”. Recordemos que el grupo mundial HSBC empleaba a
260.000 personas en 2014, está presente en 75 países y declara 54 millones de
clientes. Desde sus orígenes, el banco ha estado mezclado con el comercio
internacional de drogas duras. En efecto, fue fundado siguiendo la estela de la
victoria británica contra China en las dos guerras del opio (1839-1842 y
1856-1860). Esas dos guerras jugaron un papel decisivo en el refuerzo del
imperio británico y en la marginación de China que duró alrededor de siglo y
medio.
En el curso de esas dos contiendas bélicas, Reino
Unido logró imponer a China la aceptación de las exportaciones británicas de
opio provenientes de India (que formaba parte del imperio británico). China
intentó oponerse al comercio del opio pero las armas británicas, con el apoyo de
Washington, se impusieron. Londres creó una colonia en Hong Kong y, en 1865,
fue fundado el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation por un comerciante
escocés especializado en la importación de opio (entonces, el 70% del flete
marítimo que pasaba por Hong Kong concernía al opio venido de India).
Desde ese momento, la historia del banco ha seguido
siempre estrechamente la política exterior del Reino Unido y los intereses de
la gran patronal británica en Asia. Después de 1949 y la victoria de la China
de Mao, el banco se replegó a Hong Kong, que permaneció como territorio
británico. Luego, entre 1980 y 1997, desarrolló sus actividades en Estados
Unidos y en Europa. Sólo desplazó su sede social de Hong Kong a Londres en
1993, antes de la retrocesión del territorio a la República Popular de China
anunciada para 1997. HSBC sigue siendo parte inseparable de Hong Kong: emite el
70% de su moneda (el dólar de Hong Kong). Hong Kong constituye un elemento
clave en la cadena del blanqueo de dinero acumulado por la nueva clase
dirigente china.
HSBC implicado en otros crímenes financieros
Además del blanqueo de dinero de la
droga y del terrorismo, HSBC está implicado en otros asuntos:
la manipulación del mercado
de tipos de cambio (el
escándalo estalló en 2013 y trata sobre un mercado cotidiano de 5.300 millardos
de dólares) (ver también en francés: Cómo los grandes bancos
manipulan el mercado de divisas), la manipulación de las tasas
de interés interbancario (entre
ellas el Libor), la venta abusiva y fraudulenta de derivados sobre las tasas de
interés, la venta abusiva y fraudulenta de productos de seguros a los
particulares y a las PYME en Reino Unido (la FSA, la autoridad de control
británica, ha perseguido a HSBC en este asunto que ha revelado que el banco
ha vendido seguros que no servían para nada o para muy poco), la
venta abusiva de Mortgage Backed Securities en Estados Unidos, la manipulación
en las cotizaciones del oro y de la plata (el escándalo estalló en
enero-febrero de 2014) (ver en Financial
times, Fears over gold price rigging put investors on alert. German and UK
regulators investigate) y la organización a gran escala de la evasión
fiscal de importantes fortunas (ver más adelante).
Hervé Falciani, ¿el Edgar Snowden de HSBC?
Hervé Falciani, un ciudadano franco-italiano, trabajó
en los servicios informáticos de HSBC Suiza en Ginebra de 2006 a 2008. Antes de
abandonar el banco copió 127.000 ficheros que ligan a HSBC con operaciones
masivas de fraude y de evasión fiscal en las que juega un papel a menudo
activo. Luego pasó a residir en Francia. Suiza decide detenerle y lanza una
orden de arresto internacional vía Interpol por “sustracción de datos”,
“violación de secreto bancario y del secreto comercial” y “presunción de venta
de informaciones económicas”. Hay que subrayar que Suiza no ha atacado al HSBC.
A comienzos de 2009, el domicilio en Niza de Falciani
es objeto de un registro efectuado por la policía local. Las informaciones que
posee son explosivas: entre los 127.000 ficheros se encuentran exiliados
fiscales franceses (8.231 según Falciani), belgas (más de 800), españoles (más
de 600 nombres), griegos (la famosa lista llamada Lagarde, la ministra francesa
la entregó a las autoridades griegas en 2010, contiene alrededor de 2.000
nombres), alemanes, italianos, mexicanos, estadounidenses… Hervé Falciani entrega
todo o una parte de las informaciones que posee a las autoridades francesas y a
las de otros países.
Luego, según sus declaraciones, colabora con las
autoridades de Washington, a las que entrega informaciones que hacen avanzar el
asunto del blanqueo por el HSBC del dinero de los cárteles de la droga de
México y Colombia. Luego va a España en 2012 a fin de colaborar con las
autoridades españolas, pero es detenido en aplicación del mandato de detención
lanzado por Suiza. Suiza insiste en que España le entregue a Hervé Falciani, lo
que España rechaza en mayo de 2013, pues la Justicia española considera que es
un testigo privilegiado en varios grandes asuntos de fraude y de evasión
fiscal. En efecto, la comunicación a las autoridades españolas de los datos
conseguidos por H. Falciani había
permitido desde 2011 descubrir una gran cantidad de dinero (alrededor de 2.000
millones de euros) depositada en Suiza por miembros de la familia de Emilio
Botín, el recientemente fallecido presidente del Banco Santander. Éste,
acorralado, entregó a las autoridades españolas 200 millones de euros de multa.
Los datos entregados por H. Falciani han desembocado
también en el escándalo de la financiación fraudulenta del Partido
Popular. La Justicia española proporciona
una protección policial permanente a Hervé Falciani. Las autoridades
belgas y francesas se reúnen con él y utilizan los datos que les proporciona e
instruyen expedientes. No es en absoluto seguro que esto desemboque en condenas
por fraude, pues es más que probable que los defraudadores lleguen a acuerdos
financieros (en Bélgica eso se llaman regularizaciones fiscales) que les
permitan evitarlas.
Hay que subrayar que en este asunto no sólo Suiza
intenta detener a quien ha dado la voz de alarma. Ocurre lo mismo en Grecia,
donde la Justicia detuvo al editor de la revista Hot Doc Costas Vaxevanis
porque se había
atrevido a publicar en octubre de 2012 la lista Lagarde-HSBC-Falciani que las autoridades griegas habían
perdido hacía tres años. Como consecuencia de las reacciones ciudadanas en
Grecia y en el
plano internacional, el periodista ha quedado en libertad.
No es fácil denunciar a un banco y a los ricos
defraudadores que protege o lo que viene a ser poco más o menos lo mismo:
denunciar a los ricos defraudadores que protegen a los bancos y su sacrosanto
secreto bancario. Hay claramente una verdadera simbiosis entre los grandes
bancos y la clase dominante, igual que existen pasarelas permanentes entre los
gobernantes y las grandes empresas, en particular las de las finanzas.
HSBC ha decidido esquivar una directiva de la Unión
Europea
En 2013, la Unión Europea anunció que fijaba un límite
a los bonus que podían recibir los dirigentes y traders de un banco. El bonus no puede ser
superior al doble de la remuneración salarial fija. Si un dirigente tiene una
remuneración fija de 1,5 millones de euros por año, los bonus no podrán superar
los 3 millones de euros (por tanto, una remuneración total de 4,5 millones).
Hecha la ley, hecha la trampa: la dirección del HSBC anunciaba en febrero de
2014 que iba a aumentar
considerablemente la remuneración fija de esos dirigentes a fin de que su
bonus no quedara reducido.
Conclusión
El grupo mundial HSBC debería ser cerrado, despedida
su dirección sin indemnización y llevada a los tribunales (igual que los
grandes accionistas). El mastodonte HSBC debería ser dividido bajo control
ciudadano en una serie de bancos públicos de talla media, cuyas labores
deberían estar estrictamente definidas y ejercidas en el marco de un estatuto
de servicio público.
Traducido por Alberto Nadal
Texto publicado inicialmente
en http://cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=10211
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