La masturbación
causa ceguera
Un policía local
de la ciudad de Valencia ha impuesto una multa a un conductor “por conducir el vehículo reseñado sin
mantener la libertad de movimientos, ni prestando la atención necesaria en la
conducción (se está masturbando con la mano derecha)”. Se trata de un
vecino de Massanasa que conducía, es un decir, una Reanult Trafic por la calle
de San Vicente en Valencia
En la época del nacionalcatolicismo nos enseñaban
en los colegios religiosos que el masturbarse producía ceguera irremediable e
incluso te podías volver tonto y loco.
El Policía no especifica si el salido conductor, había entrado ya en la fase
del babeo, el gemido titubeante o el apoteosis final con el consiguiente
derramamiento.
Tal vez una multa sea un castigo demasiado
benévolo por el peligro que supone un conductor con los ojos cerrados y las
facultades mermadas por un ataque de euforia sexual. Tampoco explicaba el
eficiente Policía Local si el denunciado había levantado los brazos al aire
después de la glamurosa erupción del volcán de su entrepierna como el corredor
que llega el primero a la meta.
Y finalmente si el volante estaba controlado
por el pene erecto aunque en proceso vergonzante de amorcillamiento, por lo que
se podría haber utilizado como atenuante para el importe de la multa.
Nos resulta mucho más romántico pensar que el
aguerrido conductor llegó al climax y no fue interrumpido por el amable, aunque
en aquel momento resultase odioso, policía, y que además de la amenaza de la
multa, se quedase con los brazos en alto
(¡menudo susto, un atraco!) y el miembro viril, en plena majestuosidad,
balanceándose y dándose cabezazos contra el volante, intentando suicidarse.
Por último ¿había público? Supongo que todos
aplaudirían enfervorecidos.
Luis Viadel
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