Sor Lucía Caram denuncia
"muchas presiones por parte del Gobierno" porque "mi discurso
molesta"
"Yo no recibo dinero del Gobierno y si al señor
Floriano, Hernando y Fernández Díaz les molesta lo siento, pero yo no me debo a
ellos sino al Evangelio", se queja
Política | 19/05/2015 -
La Vanguardia
La monja dominica
del convento de Santa Clara de Manresa, Sor Lucía Caram, ha
denunciado "muchas presiones por parte del Gobierno porque
mi discurso molesta mucho". Según ha explicado a RAC1,
su activismo político ha generado malestar en altas instancias del Ejecutivo
central y ha provocado las presiones de lobbies del ámbito religioso. Entre los
primeros ha nombrado al Vicesecretario General de Organización y Electoral
del PP, Carlos Floriano, al portavoz del PP en el Congreso de los
Diputados, Rafael Hernando, y al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y
entre los lobbies ha citado a portales de internet relacionados con la vida
religiosa, como Germinans, la gente de InfoCatólica e Infovaticana,
"grupos que se resisten al efecto Francisco y que se dedica a
atacar", según ha lamentado. "Yo no recibo dinero del Gobierno y si
los señores Floriano, Hernando y Fernández Díaz les molesta, lo siento, pero yo
no he me debo a ellos sino al Evangelio y a la Iglesia. Hay cosas que no pueden
amordazar", ha reprochado.
"En
Roma hay un dossier enorme con cartas que piden mi cabeza", ha asegurado,
son cartas de denunciantes con el proceder de la monja y su presencia
mediática: "Se dedican a atacar", ha indicado. Pero la religiosa dice
estar tranquila "porque tengo el apoyo de la comunidad" y su caso no
es como el de Teresa Forcades: "Mi intención no es la militancia política
como Forcades sino hablar de lo que molesta". Es precisamente esta actitud
la que considera que ha generado mayor urticaria entre sus denunciante.
Caram ha
reaccionado así ante la información difundida este martes por La
Vanguardia, en la que se informa de que ella, junto a Teresa Forcades,
habrían sido examinadas por el Vaticano por su activismo político.
Partidarias del derecho a decidir en mayor o menor medida, las religiosas
estarían en el ojo del huracán por su activismo político.
Al caso de
Caram se suma el de Teresa Forcades, que también manifestó hace
unos días la posibilidad de dejar temporalmente la vida religiosa para
encabezar una candidatura de izquierda soberanista a través de la plataforma de
la que es fundadora, Procés Constituent, en las elecciones al Parlament de
Catalunya del próximo 27S.
De hecho,
Caram confirmó la pasada semana a este diario que iba a ser recibida en Roma
para tratar de su situación, después de haber recibido un apercibimiento verbal
de la nunciatura. La autoridad diplomática considera poco compatible
su constante exposición mediática, especialmente en programas de televisión,
con los principios de la vida monástica. Y es que Sor Lucía Caram es monja
dominica contemplativa, orden fundada en 1206 por Santo Domingo de Guzmán
con el doble propósito de orar en silencio y evangelizar.
Caram ha
explicado que fue ella quien decidió acudir a Roma para hablar con el
secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el
franciscano español José Rodríguez Carballo. Allí, Montsenyor Carballo le dijo
que tenían que haber hablado antes, que conoce la obra que está realizando con
los pobres y que quería ayudarla. También hablaron del dossier de cartas y
quejas hacia ella y sobre este aspecto señala que en las denuncias se hace
hincapié en el tema de la clausura. "El tema es que yo soy monja de
clausura y a esto se cogen", pero "lo que molesta es lo que
digo", ha denunciado.
A pesar de
su presencia en los medios, Sor Lucía se hizo monja de clausura en Argentina,
una condición que no sigue en España. Así, "como lo que digo molesta y
como de lo que hago no dicen nada, se cogen a una tontería como lo de la
clausura", ha argumentado.
La monja
dice no tener miedo a posibles represalias, pero ha confirmado que ha recibido
amenazas por su postura a favor del proceso. Concretamente, fue una semana
antes del 9N cuando una persona se le acercó tras bajar del coche y le dijo
"que me callara de una vez o me llenarían la boca de plomo".
Sor Lucía cree que su elección como catalán del año "ha
molestado mucho", pero ha asegurado que no tiene miedo a ser expulsada.
De hecho, ha
asegurado en el Vaticano no le han pedido que calle y deponga su activismo
político porque "si me dicen que calle, las piedras chillarán", ha
prometido.
También ha
querido denunciar que su condición de mujer ha pesado en el hecho de ser
perseguida por sus ideas políticas: "Si fuésemos hombres no habría habido
tanta fuerza" en las quejas, ha asegurado. "Molesta mucho además que
seamos mujeres" porque "a las monjas nunca les han dejado cumplir su
mayoría de edad", ha considerado, pero "no tenemos que pedir a nadie
que nos dé la voz, el evangelio nos da la voz".
También ha
aprovechado para arremeter contra la candidatura de Ada Colau, por la que se ha
mostrado contraria en varias ocasiones: "Tendrán un problema si votan a
Ada Colau", ha insistido. Caram ha señalado que ha trabajado con los
mismos desfavorecidos con los que trabajó la alcaldable de BComú, y ha llegado
a la conclusión de que "hay que dialogar con la banca para hacer una banca
más ética; hay que contar con las empresas y es fácil caer en el discurso de la
indignación, y me temo que esto se vuelva algo ingobernable", ha opinado.
Nota de la redacción de este Blog:
Hace unas semanas sor Lucía se dirigía a su trabajo
por la mañana como viene haciendo todos los días, cuando se le aproximó un
coche que se colocó a su lado y por la ventanilla uno de sus ocupantes le dijo
que dejase de hablar mal del gobierno o le llenarían la cabeza de plomo.
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