Pablo
Casado, el creíble.
Público
26-6-2015
David
Torres
“Somos
creíbles” ha dicho Pablo Casado, el flamante monologuista de guardia de Génova,
un humorista sin barreras que lo mismo se descojona de los familiares de las
víctimas del franquismo que llama “imbécil” y “subnormal” a Javier Bardem. Eso
sí, con mucho respeto. La elocuencia no conoce fronteras, aunque a veces se
salte unas cuantas aduanas. Igual que Picasso, que cuando le acusaban de pintar
como un niño de cuatro años, se defendía diciendo “¿pero usted sabe lo difícil
que es pintar como un niño de cuatro años?”, Casado ha necesitado pasar por
seis universidades, tal como especifica en su currículum en linkedin (una de ellas, sí, es Georgetown) para
acabar hablando como un chaval de ocho.
Como siempre ocurre en el PP, cuanto más voceras,
chulapo y lexicorto es el sujeto en cuestión, más alto le pegan la patada.
Antes de llegar a vicesecretario de Comunicación (verbal, de momento), Casado
formó junto a Carromero un dúo cómico al estilo de Abbot y Costello, puesto que
al fin y al cabo los dos venían avalados por la cazatalentos Esperanza Aguirre,
en cuya autoescuela del humor se practica el chiste fino y británico. Ya saben,
gracietas sobre el exterminio de arquitectos y ejercicios de conducción
arriesgada. Luego, como tantas parejas, Casado y Carromero se divorciaron en
paz y tomaron cada uno su camino hacia el éxito: uno riéndose de los muertos en
las cunetas, otro sembrando muertos nuevos.
La credibilidad, el insólito concepto que maneja Casado
con su habitual don de lenguas, es la capa de pintura con la que Mariano
pretende maquillar el cadáver en que ha consistido su gestión de gobierno. Ya
que (como advirtiera Floriano, otro genio de la comunicación verbal, en una
reunión de tupperware que mantuvieron las principales
luminarias del partido) “nos ha faltado piel”, Mariano ha encargado dos botes
de pintura color carne para tapar la podre: devolución de lo previamente robado
a los funcionarios, rebajas fiscales, bajadas de impuestos y limosnas a los
pobres a la salida de misa. Más creíbles no pueden ser, la verdad. Ahora sólo
hacen falta los correspondientes crédulos, que los habrá a millones.
Entre las novedades anunciadas en la nueva estrategia
de comunicación del partido se baraja la idea de que sea el propio Mariano el
que presente en público las medidas, aunque todavía no han decidido si lo hará
en 48 pulgadas, en banda ancha, vía satélite o vía ouija. También está
previsto, como plato fuerte de la inauguración del Campus de Verano FAES, la
presentación del The New
Azores Trio Reloaded, formado
por Jose Mari Aznar, María Dolores de Cospedal y la aparición estelar de
Nicholas Sarkozy, quien muy probablemente interpretará su gran éxito “El
fontanero en tacones”, en donde compara el problema de la inmigración ilegal
con una fuga de agua en una casa. Seguro que el público de FAES, al unísono con
nuestra perspicaz Fiscalía, aplaudirá a rabiar este sainete tan políticamente
correcto sobre los centenares de ahogados en el Mediterráneo.
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