Los
gánsters del PP
Luis
Gonzalo Segura
11-1-16
Público
A
día de hoy es difícil saber qué institución está más salpicada por la
corrupción, si el PP o la Casa Real. No es casualidad que estas
instituciones sean herederas directas del Franquismo, a cuya sombra
prosperaron. Hoy, ambas, parecen decidas a competir por llegar a las mayores
cotas de lo más rancio y mezquino de ese oscuro periodo histórico, como si
de una guerra de bandas se tratase.
A
este ritmo el PP va a dejar cualquier película sobre la mafia en una
anécdota. Ayer pudimos leer que Luis Barcenas afirma que entre María Dolores de Cospedal y Mariano
Rajoy se repartieron 50.000 euros y
que tiene una grabación en la que Mariano Rajoy recibe 4.900 euros delante
de Javier Arenas. La grabación continúa y es el propio Mariano Rajoy el
que destruye una copia de la contabilidad B del PP en una trituradora… Si es
cierto lo que dice, mejor escena no la filma ni el mismísimo Francis Ford
Coppola.
Episodios
como el narrado ya deberían ser suficientes para que el gobierno del PP
dimitiese en pleno, pero ahí siguen. No les despegan del sillón ni con agua
hirviendo.
Han
sido tantas las películas protagonizadas por este partido político tan ejemplar que es imposible
relatarlas todas, pero es necesario un pequeño repaso para comprender hasta qué
punto es escandaloso lo que sucede en España. Ahí va el top 5:
1) Capitanes intrépidos.
Alberto Nuñez Feijóo se fue a dar un paseo en el yate de un narcotraficante.
Memorable es la fotografía del presidente con Marcial Dorado, condenado
a seis años de cárcel y a pagar 21,5 millones de euros por lavar dinero de
la droga. Queda la duda de si se dieron cremita en la espalda para protegerse
del sol. Entrañable.
2) Valencia Connection. Alfonso Rus y su hombre de confianza contando dinero en un coche. El alcalde de Xàtiva (Valencia) se dedicó a contar
dinero en un coche. Lo más sorprendente de todo, que ya es decir, es
que sigan contando en pelas
(pesetas). Supongo que es por aquello de mantener la españolidad hasta el
final, es lo que tiene ser tradicional.
3) ¿Teléfono azul?, volamos
hacia Madrid. No puede haber nada más casposo que un Watergate a la española y, ciertamente, no lo
hay. Espiar a los rivales políticos le costó el puesto a Nixon que tuvo que
dimitir, pero aquí lo de espiar a los rivales como que parecía poco. Por eso se
dedicaron en el PP de Madrid a espiarse entre ellos, lo que convirtió a esta
historia en más propia de Berlanga que de una gran producción norteamericana.
Los guionistas hicieron una secuela insuperable en la que la jueza del caso le besó a Granados y le dijo que estaba para “servirle”. No para servir a los ciudadanos, sino para servirle
a él… Besando a Mister
Granados, ahí es nada.
4) El Patriota. Aznar nos
introduce en la guerra de Irak después de ser informado por el CNI (Jorge
Dezcallar, su director) de la inexistencia de armas de destrucción
masiva en este país y de la ausencia de relaciones notables entre Sadam
Hussein y Al Qaeda. Aznar siempre defendió que pensaba que en Irak había armas
de destrucción masiva, pero es obvio que mintió. No es que fuera engañado, es
que nos engañó a todos los demás. Jorge Dezcallar le advirtió de
ambas situaciones, lo que no impidió que Aznar nos mintiese.
Para
Aznar no fue suficiente y poco después realizó la muy estimable Red de mentiras.
Primero nos quiso hacer creer que ETA era la autora 11M y, después,
desclasificó informes que justificaban la mentira anterior. Jorge Dezcallar le volvió a dejar en evidencia… Ni el guión de Mentiroso compulsivo lo
mejora.
5) Todo por la pasta.
Zaplana tuvo un éxito más que considerable con su irrepetible “me tengo que hacer rico porque estoy arruinado” muy parecido al “estoy en política para forrarme”
de Vicente Sanz (Secretario General del PP Valencia) que captó la policía en
una grabación… Hay muchos políticos en el PP (y en el PSOE también) que
están en política para forrarse, de eso ya queda poca duda.
¡Y había muchas más!
Son
tantas las películas que quedan fuera de este listado:
Pokemon, Gürtel, Púnica, Bárcenas/Sobresueldos, Tarjetas Black… Luego, Celia
Villalobos, cuando no está jugando al Candy
Crush, se ofende mucho por el injustificable hecho de asociar corrupción
con PP. La ofensa.
Si el PP se ahoga en la corrupción la Monarquía no
está en mucha mejor situación. El caso Nòos es el que une al PP con la Monarquía,
al menos en ese bonito mundo que es la corrupción.
El duque empalmado y Salvar a la Infanta Borbón
Uno
de los personajes de esta real producción es el duque empalmado que
parece que va a palmar unos añitos de cárcel, ciertamente,
aunque la Infanta mucho me temo que va a salir de rositas de toda esta
historia. Si no es la doctrina Botín le harán una doctrina a medida, el
caso es salvarla como sea. Pero hay algo que preocupa mucho más a la justicia y
es que la historia no se extienda por el resto de integrantes de la Casa Real,
a lo que contribuye el silencio mediático.
Los intocables
Un
silencio roto cada día con más fuerza por Diego Torres, el examiguete del empalmado. Por mucho que
pida que comparezcan Felipe VI y el emérito, entrañable y campechano Juan Carlos,
me temo que no será posible. La ley lo impide. El artículo 411 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal deja exento al Rey de tener que acudir a citación alguna.
Él
iría encantado, sobre todo por su amor a la transparencia y la justicia, pero
seguramente tendrá cosas mejores que hacer como acudir a Arabia Saudí mientras
se produce la decapitación y crucifixión de algún adúltero, homosexual,
poeta u opositor… Había que referirse a alguna gore, que tiene que haber de
todo.
Los lunes al sol y Los otros
Para
mí es desesperante levantarse un lunes en este país porque dan ganas
de rajarse las venas o exiliarse, ya que es increíble que con lo que
sabemos todavía se siga votando al PP (y al PSOE). Inexplicable el
voto de los otros. Es
para llamar a Iker Jiménez…
Enemigo público nº1
Por
lo menos ya tengo claro que toda la culpa la tiene Twitter que es un estercolero (en el que me
encuentro) y, sobre todo, Carmena. No te lo perdonaré jamás,
Manuela Carmena. Jamás.
Luis
Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra y autor de las novelas
“Código rojo” (2015) y “Un paso al frente” (2014).
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