Las cosas
más increíbles que se ha encontrado el personal en una habitación de hotel
Escalofríos.
25/08/2017
ElHuffPost
Para la mayoría de la gente, pasar unos días en un hotel es un placer, una oportunidad
para relajarse y disfrutar del champú gratis. Pero parece que no todo el mundo
lo ve así.
En Reddit, varios
trabajadores de hoteles han compartido las cosas más locas que se han
encontrado en las habitaciones, desde las más extrañas hasta las más
asquerosas.
Advertencia: tu concepción sobre los hoteles está a punto de cambiar para
siempre.
"Cuando trabajaba en un hotel, el personal de limpieza entró en una
habitación y se encontró con que... (Redoble de tambores) NO HABÍA NADA. Habían
desvalijado la habitación por completo. La decoración, los muebles, la cama...
no quedaba nada. Habían arrancado el secador de pelo de la pared, se habían
llevado todo lo que no estaba sujeto con clavos. No había televisión, ni
cafetera, ni lámparas de mesa.
Al principio no entendíamos cómo podían haberlo hecho, pero las grabaciones
de las cámaras de seguridad revelaron que tenían una furgoneta aparcada al lado
del edificio, que habían quitado los cierres de seguridad de la ventana y que
desde esa ventana del segundo piso lo habían lanzado todo.
Lo más ridículo de todo esto es que la señora que había reservado la
habitación había utilizado su nombre verdadero y la había pagado con su tarjeta
de crédito. No sé qué esperaba que pasara. Cuando nos pusimos en contacto con ella,
intentó devolver lo que había robado —al menos, lo que estaba en buenas
condiciones después de haber caído al asfalto desde un segundo piso—, pero
acabaron arrestándola".
"El baño estaba lleno de pellejos... Un señor mayor utilizó el baño de
una habitación y se las apañó para dejarse como el 90% de la piel ahí. Se había
quedado reseca y pegada en los laterales y el fondo de la bañera y tardé un
montón en despegarla. No daba grima ni nada, pero es la cosa más rara con la
que he tenido que lidiar".
"Un chico reservó una habitación durante un mes y nadie entró a
limpiarla en ese periodo de tiempo porque siempre colgaba el cartel de 'no
molestar' en el pomo de la puerta. Cuando se fue... Horror.
Olía fatal. Nunca pidió que le cambiaran la ropa de cama y las sábanas
estaban impregnadas de ese olor. El huésped masticaba tabaco y lo había
escupido por todo el baño; por la bañera, el lavabo y el suelo. Había como unas
20 tazas y botellas llenas de tabaco masticado. El retrete estaba rodeado de
manchas de orina y de excrementos secos. Había toallas sucias amontonadas
—porque le dejábamos toallas limpias, pero no nos devolvía las sucias— que
olían fatal. Había salido moho por todo el baño. Había utilizado tanto la silla
del escritorio que las ruedas habían rajado la moqueta".
- byebirdy
"Trabajé limpiando en un hotel durante unos dos años, y tengo una
anécdota que recordaré durante el resto de mi vida. Una familia se hospedó en
el hotel durante un mes. Al parecer, su casa se había quemado y no tenían a
dónde ir. Eran unos maleducados. El padre miraba a las chicas de la limpieza y
las piropeaba, la mujer nos gritaba por seducir a su marido y el hijo
veinteañero nos montaba el pollo de vez en cuando porque no le dejábamos
suficiente jabón. Un día se fueron a visitar a unos amigos y decidimos limpiar
a fondo la habitación del hijo. Cuando entramos, percibimos un olor asqueroso
de inmediato. He de decir que el chico nunca nos dejaba entrar en su habitación
cuando estaba allí.
Aun así, entramos a hacer nuestro trabajo; a hacer la cama y a cambiar las
toallas. Cuando fuimos a limpiar la zona de la cocina, el olor era aún más
intenso. Abrimos el microondas y vimos que había metido una boñiga dentro.
Estoy segura de que la calentó varias veces. Después de vomitar, abrimos el
frigorífico y vimos que había excrementos en la balda inferior y botes llenos
de sanguijuelas en el resto de estantes. Nunca habíamos salido tan rápido de
una habitación en la vida. Se lo dijimos al dueño del hotel y echaron a la
familia y les cobraron un buen recargo".
"Nos encontramos una colección de látigos escondidos debajo del
colchón. Seguro que la siguiente vez que vinieron se quedaron muy
decepcionados...".
"Por lo visto, a alguien le pareció buena idea dejar un condón usado
dentro de la pantalla de una lámpara".
"Trabajé en el servicio de habitaciones de un hotel boutique
durante unos dos años y nunca me había pasado nada malo hasta que... Llegó un
grupo de estudiantes de Japón que se alojaron en varias habitaciones del hotel;
en principio no encontré nada raro hasta el domingo en que se fueron.
Limpiando, nos encontramos por todas las habitaciones muchos condones morados
de la misma marca, muchísimos. Nos reímos un montón hasta que entramos en una
de las habitaciones dobles. En ella se habían hospedado cinco personas (había
una cama supletoria) y cuando abrimos la puerta nos quedamos pasmados. Había
una decena de condones morados usados, de la misma marca que los demás, tirados
por la habitación. Había restos de McDonald's en todos los cajones, la cafetera
estaba llena de leche, había ropa interior tirada por el suelo y habían pegado
una rana de peluche con cinta adhesiva al televisor. Estaba claro que en esa
habitación había tenido lugar una orgía y que nosotros éramos los pringados que
teníamos que limpiarlo. Pero, oye, dejaron una buena propina".
- geskke
"Yo trabajaba de cara al público, no con el personal de limpieza, pero
me han contado muchas anécdotas y he visto habitaciones desastrosas. Una vez,
se encontraron un montón de uñas de los pies cortadas. Había muchísimas; muchas
más de las que cabe esperar de una persona o de varias. Daba la sensación de
que alguien llevaba una bolsa llena de uñas cortadas y que la había vaciado en
el baño. Los dos huéspedes que se alojaban en la habitación solo se quedaron
una semana en el hotel".
"Cuando estuve dirigiendo un pequeño hotel en el Distrito de los Lagos
(Reino Unido), una chica de la limpieza búlgara vino a decirme que no había luz
en la habitación 8, así que le di una bombilla. Me miró como si mi reacción
hubiera sido estúpida y me dijo que la acompañara. Me llevó hasta la habitación
y se habían llevado la lámpara".
"Me encontré con una cantidad desmesurada de vello corporal esparcida
por el baño. Podría haber sido perfectamente de tres personas corpulentas, pero
en esa habitación solo se había hospedado un hombre al que no llegué a ver.
Debía de parecer un oso".
"No trabajé en el servicio de habitaciones, pero fui recepcionista
durante mi etapa universitaria. Un día, me llamó un huésped que había
abandonado la habitación hacía unas horas. Según me dijo, se había dejado en la
habitación una pistola cargada y quería saber si podía mandar a su nieta a
recogerla porque él ya se encontraba a unas cuatro horas del hotel. Subí a
comprobarlo y vi que se habían dejado un revólver en el fondo del último
estante del armario. El servicio de limpieza no era muy eficiente, así que no
me sorprendió que lo hubieran pasado por alto.
Cogí la pistola y llamé a la policía para que se la llevaran. No quería
responsabilizarme del arma. La nieta del dueño de la pistola llegó al hotel
justo después de que la Policía se hubiera llevado el arma y se enfadó conmigo
por haber llamado en vez de dársela a ella. Vino acompañada de dos niños
pequeños que gritaban y de un bebé.
Le dije que fuera a pedirle la pistola a los policías. Como era de esperar,
no se la devolvieron y la chica se fue resoplando. Nunca volví a saber nada del
dueño de la pistola ni de su nieta".
Este artículo fue publicado
originalmente en la edición británica del 'HuffPost' y ha sido traducido del
inglés por Lara Eleno Romero.
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