Un ex alto cargo franquista publica un
“compendio ateo” contra el catolicismo
Jesús
Aparicio Bernal intenta desmontar en 'No te lo creas' "las fábulas que han
sido pilares de la religión"
Madrid 13 MAY 2018 –ElPaís
Educado en el nacionalcatolicismo
del régimen de Franco, el jurista Jesús Aparicio Bernal (Madrid, 1929), que
ocupó altos cargos durante la dictadura, ha decidido, a sus 88 años, lanzar “un
libro disidente”, asegura, que “cuestiona los dogmas de la fe católica”, lo que
el autor considera “un servicio público”. No te lo creas,
presentado el pasado viernes en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, está publicado
por la editorial pamplonesa Laetoli, sello de divulgación científica
y pensamiento cuyo director, Serafín Senosiain, describió este breve ensayo de
212 páginas como “un compendio ateo”. Mientras que el encargado de presentar la
obra y a su autor, el director honorario de la Residencia de Estudiantes, José
García Velasco, lo calificó el libro como "sobrio y ameno” que se erige en
"defensa de la tolerancia, entendida esta no como la consideran algunos,
como una claudicación ante el otro, el musulmán, por ejemplo, sino como la
aceptación de que los demás pueden tener unas ideas contrarias a las mías y
molestarme, pero tenemos que convivir”.
Con el subtítulo de La dudosa credibilidad de los dogmas de fe,
Aparicio Bernal reflexiona en esta obra, “fruto de un año de trabajo y de
muchos años de lecturas”, dijo, “sobre las verdades religiosas, y se intenta
cooperar para desmontar las fábulas que han sido pilares de la religión
católica, así como las evidentes incongruencias de sus enseñanzas”, declaró.
Muchos años antes de ver esta luz, o quizás la oscuridad, Aparicio Bernal
estuvo a punto de vestir los hábitos “y entrar en un seminario”, pero
finalmente decidió dedicar buena parte de su vida a escrutar si lo que a
generaciones de españoles se le inculcó como cierto, es tan inamovible.
También se ocupó de escalar puestos en la dictadura. Profesor adjunto
de Derecho Mercantil, Aparicio Bernal fue jefe nacional del Sindicato Español
Universitario (SEU), el del régimen de Franco, entre 1957 y 1962. El ministro
de Información y Turismo, Manuel Fraga, lo nombró director general de
Radiodifusión y Televisión, lo que hoy es RTVE, puesto que desempeñó de 1964 a
1969. El autor recuerda en el libro que, bajo su mandato en la televisión
pública, España ganó dos años de forma consecutiva el festival de Eurovisión,
con Massiel, en 1968, y Salomé, 1969.
De talante aperturista, incorporó a la
única televisión que había en España a sus colaboradores en el SEU, “jóvenes
inconformistas”, los llama en su prólogo, algunos de los cuales desarrollaron
un papel protagonista en la Transición a la democracia, como el que sería
presidente del Gobierno, Adolfo Suárez; o los que se convirtieron en miembros
de su gabinete, como Rodolfo Martín Villa, que estuvo en el acto del Círculo,
Juan José Rosón y Jesús Sancho Rof. Cuando llegó la democracia a España,
Aparicio Bernal dejó la política y se dedicó a los negocios y a su profesión de
abogado, aunque su interés por los medios de comunicación le impulsó a ser
cofundador del semanario político de derechas Época, en 1985,
publicación que presidió hasta 1990.
En su disertación sobre el catolicismo y
sobre lo que ha querido contar en su obra, Aparicio Bernal criticó a una
Iglesia que durante siglos “promovió la ignorancia de las dudas sobre sus
verdades mediante los índices de libros prohibidos”, una institución, además,
que “ha manipulado los textos bíblicos para adaptarlos a sus tesis”. En breves
capítulos, el autor analiza y desmonta algunas de las bases "de la fe
católica", como la creación divina, el alma humana inmortal, el pecado
original, la resurrección de la carne… Todo ello le llevó a recordar la
sociedad española en la que le tocó desarrollarse: "Un periodo de
reproches a cualquier enfrentamiento a las creencias aceptadas”. Esa misma actitud,
asumió con humor, llevará a que muchos católicos no quieran leer No te lo creas "porque se ataca a esas
creencias".
Con los años, las lecturas y
el “desarrollo intelectual” cuajó en este empresario un poso de “escepticismo y
de defensa de la ciencia”. Precisamente, de uno de los grandes científicos de
todos los tiempos, Albert Einstein, recordó una cita sobre lo que para él era
la Biblia y que Aparicio Bernal considera absolutamente válida: “No es la
palabra de Dios, sino un conjunto de historias respetables, pero no creíbles”.
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