Irregular
e impresentable
01/06/2015
infoLibre
Gracias a la colaboración con el BuzónX del
movimiento ciudadano Xnet, infoLibre tiene pruebas de que Miguel Blesa financió
desde Caja Madrid durante catorce años a
13 fundaciones ligadas al Partido Popular, al PSOE, a IU-CM y a Comisiones
Obreras. ¿De forma delictiva? No lo sabemos, porque eso tiene que decirlo la
justicia. Pero sí de forma absolutamente irregular e impresentable.
Este nuevo escándalo afecta al señor Blesa, y al exjefe de la Casa Real Rafael Spottorno, y al hoy encarcelado Francisco Granados, exnúmero dos de Esperanza Aguirre, y a dirigentes del PSM como José Cepeda o de IU-CM como Ángel Pérez. ¿Por igual y en el mismo grado? Claro que no, aunque la responsabilidad de cada cual sólo es posible conocerla si todas esas fundaciones regularizan sus cuentas y balances para conocer a qué se ha dedicado hasta el último euro procedente de Caja Madrid.
Lo que sí sabemos es que algunos correos desvelados en su día por infoLibre ya reflejaban que eran los propios partidos políticos y el sindicato quienes indicaban al equipo de Blesa cómo preferían que se distribuyera el dinero entre las entidades beneficiadas. No había un criterio de necesidad cultural o social o benéfica, sino que el reparto se computaba “sensibilidad a sensibilidad”, como explicaba sin pudor en otro correo el propio Spottorno, durante un tiempo director precisamente de la Fundación Caja Madrid, que era quien “donaba” los fondos alegremente: políticamente.
Lo que esta información denuncia no es en absoluto que los 14,5 millones de euros recibidos por los entes ligados a partidos y sindicatos tuvieran un uso fraudulento. Lo clamoroso es que es imposible saber (de momento) si todo el uso fue correcto y adecuado a los fines de las propias fundaciones. Que Caja Madrid daba subvenciones a cambio de nada (salvo si se pone precio al apoyo a Miguel Blesa como presidente) está claro. Que cada uno de los receptores lo dedicara a estudios valiosos, a jornadas de debate interesantísimas o a financiar actividades de cada una de las “sensibilidades” representadas es lo que convendría aclarar.
Dos fundaciones muy diferentes
Bastan para entendernos dos ejemplos muy diferentes, aunque Spottorno pudiera adjudicarlos a una sola “sensibilidad”. La Fundación 1º de Mayo de CCOO es uno de los centros de estudios económicos y sociales más respetados y solventes, en el que colaboran economistas y especialistas en diferentes materias, cuyos trabajos pueden contrastarse en las publicaciones oficiales que edita y en los centenares de actos que organiza. La Fundación de Estudios Municipales y Territoriales (Fundeste), presidida por el líder de IU-Madrid Ángel Pérez, recibió 1,7 millones de euros de la Caja, pero no presentó cuentas durante veinte años. El destino de los fondos que recibía es un enigma, aunque hemos sabido que Fundeste compró dos locales a una cooperativa que tenía aún menos actividad que la propia fundación.
Incluso hay algún ente sobre el que otros procesos judiciales han aportado datos esclarecedores. El juez Pablo Ruz dejó acreditado que Fundescam, ligada al PP de Madrid y receptora de fondos de la Fundación Caja Madrid así como de empresarios cercanos como Arturo Fernández o Gerardo Díaz Ferrán, sirvió para financiar actos electorales de al menos dos campañas de Esperanza Aguirre.
Por todo ello, y por lo que sigamos conociendo en el futuro gracias a trabajos como los de Xnet e infoLibre, resulta como mínimo osado que Aguirre siga dando doctrina sobre “lo que quieren” o no quieren los madrileños, como ha hecho en un artículo publicado este lunes en ABC con el título de “La verdad”.
La verdad es que aún faltan muchas explicaciones que dar a la ciudadanía sobre la milmillonaria ruina de Caja Madrid, origen y causa de un rescate financiero que pesa sobre el bolsillo de todos los contribuyentes.
P.D. Ha sido citada a declarar como imputada Tania Sánchez, ex candidata de IU que abandonó esta organización tras haber sido elegida en primarias candidata a la presidencia de la comunidad de Madrid. Será la justicia quien decidirá si tiene o no responsabilidades en posibles delitos de prevaricación, malversación y tráfico de influencias por no haberse inhibido como concejal del Ayuntamiento de Rivas en la votación de adjudicaciones que favorecían a la cooperativa de un hermano suyo. Más allá de lo que dicten en su día los tribunales; más allá de que en el origen de estas denuncias haya un afán de venganza partidista, y salvando una distancia sideral respecto a lo que han hecho otros sujetos nombrados más arriba, lo cierto es que Sánchez tuvo un comportamiento irregular e impresentable.
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