Siete curiosidades sobre la vagina que todo el mundo debería saber
El
Huffington Post | Por Carla Herreria
07/07/2016
Puede que el sexo sea uno de los
aspectos más satisfactorios de la vida. Además de mejorar las relaciones interpersonales y el bienestar general, es una sensación de lo más
agradable.
Y para conseguir el mayor nivel de
placer sexual hay algo que se debe dominar ante todo: la...
Al hablar del aparato reproductor
femenino, las cosas se complican. La vagina —un término que la gente suele
utilizar para referirse a la vulva— es una parte del cuerpo complicada y
delicada (y muy resistente).
El conocimiento que un hombre tenga
sobre la vagina puede afectar a su vida sexual. Con unos buenos conocimientos,
lo más probable es que el sexo sea más frecuente, y eso conllevará una serie de
beneficios para la salud de la pareja.
La ciencia demuestra que las
personas que mantienen relaciones sexuales al menos dos veces a la semana cuentan con una mejor salud cardiovascular
y un menor riesgo de sufrir enfermedades de este tipo. También se liberan
endorfinas, que ayudan a reducir los niveles de estrés y a mejorar la calidad del sueño tanto en hombres como en mujeres.
No obstante, el sexo y los
preliminares de calidad no se consiguen de la noche a la mañana. Por eso la
edición estadounidense de The Huffington Post ha recopilado siete cosas
que hay que saber sobre la vagina para dominar el arte del sexo.
1. Cuando dices "vagina"
lo más probable es que quieras decir "vulva".
Técnicamente, el término
"vagina" se refiere al canal muscular y elástico que lleva al cérvix
y al útero. Es el "agujero" por el que (normalmente) se introducen el
pene o los dedos y por el que salen los niños durante el parto.
"Vulva" es la palabra que
se utiliza para referirse a la parte externa de los genitales femeninos.
Básicamente, es todo lo que se puede ver. La vulva incluye la vagina, el pubis,
los labios mayores (los pliegues externos), los labios menores (los pliegues
internos más pequeños), el orificio de la uretra (por donde se hace pis) y el
clítoris (hablaremos sobre esta parte tan importante más adelante).
2. Las mujeres también pueden tener
erecciones.
Al igual que el pene se llena de
sangre cuando un hombre está excitado, las mujeres (o más bien su clítoris)
también pueden tener erecciones.
Cuando una mujer está excitada, la
sangre se acumula en el clítoris, que se encuentra justo donde se juntan los
dos labios menores. Esto provoca que el clítoris se hinche y se vuelva más sensible al tacto. Hay momentos en el que glande del
clítoris puede ser demasiado sensible y retraerse debajo del prepucio para
evitar más estimulación.
3. El clítoris es el centro
neurálgico del placer.
Alberga unas 8.000 terminaciones
nerviosas y sólo tiene una función: dar placer a la mujer. De hecho, según la
doctora Hilda Hutcherson, ginecóloga de la Universidad de Columbia y escritora,
es el único órgano humano que existe sólo para proporcionar placer.
El clítoris tiene cuerpo y piernas
que se adentran en el cuerpo a lo largo del hueso púbico. Esta zona puede ser
"muy sensible", explica Hutcherson a la edición estadounidense del HuffPost.
"Normalmente les aconsejo a las mujeres y a su pareja que prueben posturas
distintas [durante los preliminares y el coito] para estimular todo el tejido
del clítoris, no sólo el glande".
4. Que la vagina de una mujer no
esté lubricada no significa que no esté excitada.
Según Hutcherson, aunque las mujeres
sean capaces de lubricar de manera natural, hay situaciones en las que puede
ser más difícil. Por ejemplo, después de la menstruación es más difícil, y hay
algunos fármacos y antihistamínicos que también afectan, igual que los cambios hormonales,
algunos métodos anticonceptivos y la edad.
"La lubricación vaginal es una
de esas cosas que los hombres no entienden bien", explica Hutcherson. La
mayoría no se da cuenta de que una mujer puede estar excitada sin que haya
ningún tipo de lubricación.
Incluso puede haber mujeres que
tarden más en excitarse y empezar a lubricar si llevan en una relación mucho
tiempo. "Al principio de una relación, se lubrica rápido y muy bien
gracias a las sustancias y hormonas que se liberan en el cuerpo", explica
Hutcherson. "Esas sustancias disminuyen después de llevar un tiempo con la
misma persona".
En todo caso, Hutcherson aconseja
que los hombres sean pacientes y dediquen más tiempo a los preliminares si la
mujer no está lo suficientemente lubricada.
5. La mayoría de las mujeres no
llega al orgasmo durante el coito.
"A los hombres les gusta pensar
que hay algo en la vagina que pueden tocar y provocar un orgasmo", comenta
Hutcherson. "Creen que las mujeres tendrán orgasmos espectaculares gracias
a su pene, pero no es así".
De hecho, un estudio realizado en
2009 revela que aproximadamente un 75% de las mujeres nunca alcanzan el
orgasmo sólo con penetración (es decir, sin la ayuda de juguetes sexuales o
estimulación oral o con los dedos). Según Hutcherson, para las mujeres, los
preliminares y la estimulación externa pueden ser más importantes que la
penetración a la hora de lograr un orgasmo.
Aconseja comenzar con unas suaves
caricias en el clítoris y en los labios, que pueden ser muy sensibles, pero a
menudo son olvidados. Y si quieres que una mujer tenga ganas de verdad,
Hutcherson afirma que el sexo oral es "la manera más fácil de que una
mujer sienta placer".
6. Cuando se trata de estimular a
una mujer, depende mucho de cada una.
Uno de los errores más graves a la
hora de dar placer a una mujer es asumir que a todas las mujeres les sirve lo
mismo.
"Cada mujer es diferente, no
todas van a responder de la misma manera", explica Hutcherson al HuffPost.
"Hay partes del cuerpo que son más sensibles que otras". Por ejemplo,
puede que una mujer alcance el orgasmo gracias a la estimulación del clítoris y
otra lo haga únicamente mediante penetración. El truco está en cambiar de
posición, de técnicas y de áreas de estimulación para comprobar a qué responde
mejor".
"Los hombres no deberían
obligar a las mujeres a experimentar lo que ellos creen que deberían experimentar",
explica Hutcherson. "Probar cosas para identificar qué es lo que le da
placer a tu pareja es divertido, así podéis descubrir juntos qué es lo que os
excita a cada uno", recomienda.
7. Así se encuentra el punto G.
El punto G es un tema polémico en
el ámbito de la ginecología: algunos expertos creen saber dónde está exactamente, otros dudan de su
existencia. Hutcherson cree que el escurridizo punto G se encuentra en una zona
de glándulas cerca de la uretra en la pared vaginal.
"El punto G no es un punto como
tal", desvela Hutcherson. "Es una zona de la vagina que da muchísimo
placer a la mujer, pero cambia según cada una".
Para encontrarlo, Hutcherson
recomienda a sus pacientes seguir estas indicaciones:
1. Lubrica los dedos de la mano
dominante e introdúcelos en la vagina con la palma de la mano hacia arriba.
2. Extiende los dedos hasta que notes
el cérvix.
3. Una vez que lo toques, saca un poco
los dedos y masajea el "techo" de la vagina, donde proporcione más
placer.
4. Frota la zona flexionando los dedos
"como si estuvieras diciendo 'ven aquí", explica Hutcherson.
5. Empieza a aplicar un poco de presión
y ve aumentando gradualmente.
Lo más importante a la hora de
tocar, observar y adorar una vagina es que hay que entender a su dueña: la
mujer.
"Cada persona es diferente y
cada uno se excitará por cosas distintas", comenta Hutcherson. "Ahí
está la gracia de ser humano. Prueba cosas distintas, ten la mente abierta y
aventúrate a descubrir qué os gusta a los dos".
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