Un prostíbulo gay y comics
eróticos: las locas aficiones del funcionario que estuvo 10 años sin ir a
trabajar
Carles Recio
fue apartado de su puesto en la Diputación Valenciana por regentar un
prostíbulo gay en su propia casa.
Libre Mercado
2017-02-03
El caso de Carles Recio, el
funcionario que estuvo 10 años cobrando sin ir a trabajar, sigue dando que hablar. La Diputación de Valencia
investiga a este trabajador público después de que El Mundo haya
publicado que acude todos los días a las 7:30 horas a su puesto de trabajo, ficha con su huella dactilar a la
entrada y vuelve a salir para regresar entre las 15:30 y
las 16:00 horas para repetir la operación a la salida. Según el diario, en el
Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia le conocen como
"El
hombre que nunca estuvo allí".
Recio
fue nombrado jefe de una unidad bibliográfica y su cargo lleva aparejado una
tabla salarial de más de 45.000 euros, a los que se debe añadir los años de antigüedad. Según sus compañeros el hombre "no tiene ningún
tipo de relación con el resto de empleados porque sólo acude al centro para
negociar las vacaciones".
Pero
esta no es la única polémica que envuelve al funcionario. Su historia se vuelve
aún más tórrida después que el diario de Unidad Editorial haya
publicado que
Recio
fue apartado en el año 2005 de la Diputación de Valencia, donde ejercía como
Jefe de Publicaciones, por regentar un prostíbulo gay en su propia casa.
Los anuncios que utilizaba como reclamo para la clientela eran de lo
más sugerentes: "Abanderados chicos. Verdadero relax en la mejor
compañía" o "Chicos deportistas, cachas, aniñados, activos, pasivos y
completos. Superarmados", anunciaba.
"El
entonces presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, dio la orden
de apartar a Recio lo máximo posible y lo mandó al Archivo. La reasignación
laboral se ejecutó con la creación de una plaza a dedo de jefe de la Unidad de
Actuación Bibliográfica a la que se encomendó unas funciones poco definidas que
sólo debían cumplir un objetivo: exiliar la polémica que rodeaba al escritor y
que desapareciera de la vida pública para no salpicar la imagen de los
políticos", asegura el diario.
La
afición de Recio por el sexo nos descubre otra de sus facetas. Resulta que el funcionario
es el autor de los cómics eróticos Fallerela y Españísima. La primera es una heroína que trabaja
semidesnuda y usa naranjas valencianas explosivas para salvar las fallas. La
segunda la define como "la españolaza definitiva",
y también es una heroína ligerita de ropa. Las herramientas de Españísima
contra los que intentan romper España son unos claveles que explotan, una
guitarra que vuela y un abanico que hace de escudo.
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