INTERNACIONAL
25/08/2018
El papa Francisco admite el "fracaso" de la Iglesia en la gestión
de los "repugnantes" abusos a menores
El pontífice se
encuentra de visita en Irlanda, donde muchos niños fueron abusados por curas
católicos.
Redacción ElHuffPost EFE
El papa Francisco ha vuelto a entonar este sábado el
mea culpa respecto a los abusos sexuales a menores por parte de miembros de la
Iglesia católica.
Lo
ha hecho en Dublín, donde se encuentra de visita oficial. Allí, ha reconocido
el fracaso de la Iglesia irlandesa en afrontar adecuadamente lo que ha
denominado "crímenes repugnantes de los abusos" a menores y pidió
esfuerzo para adoptar normas severas y que no se vuelvan a repetir.
"No
puedo dejar de reconocer el gravé escándalo causado en Irlanda por los abusos a
menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y
educarlos", ha aseverado Francisco, quien ha reconocido que "el
fracaso de las autoridades eclesiásticas - obispos, superiores religiosos y
sacerdotes - al afrontar adecuadamente estos crímenes repugnantes ha suscitado
justamente indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para
la comunidad católica".
No
es la primera vez que el papa se refiere a los abusos cometidos por miembros de
la Iglesia que dirige. Hace unos días reconoció que no habían sabido gestionar
este asunto y han sido muchas las ocasiones en las que ha pedido perdón por ello.
Es
más, en 2015 dijo que los culpables de los abusos rendirían
"cuentas", aunque hoy, el primer ministro irlandés, Leo
Varadkar, ha pedido a Francisco que use su "cargo e influencia" para
garantizar que se pueda obtener "justicia, verdad y curación".
"Las
heridas siguen abiertas y hay mucho por hacer para que las víctimas y los
supervivientes obtengan justicia, verdad y curación", ha afirmado
Varadkar.
Epicentro de los abusos
El
papa llega a una Irlanda donde la herida por los abusos a menores por parte de
la Iglesia durante décadas aún no se ha cerrado y después de la publicación en
Pensilvania (EEUU) de un devastador informe sobre violencia sexual durante años
a cerca de mil menores por parte de 300 sacerdotes.
En
la sala de San Patrick del Castillo de Dublín, recordó que su predecesor,
Benedicto XVI, "no escatimó palabras para reconocer la gravedad de la
situación y solicitar que fueran tomadas medidas verdaderamente evangélicas,
justas y eficaces" en respuesta a esta traición de confianza".
Francisco
dijo que esta petición sirve todavía para incentivar "los esfuerzos de las
autoridades eclesiales para remediar los errores pasados y adoptar normas
severas y asegurarse de que no vuelvan a suceder".
El
papa recordó que en su última carta a todos los católicos sobre los abusos,
publicada antes de viajar a Irlanda, "ha pedido empeño, incluso un mayor
empeño, para acabar con este flagelo en la Iglesia y a cualquier coste moral y
de sufrimiento".
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