08/09/2018
Siete cosas sobre sexo que deberías enseñar a tus hijos cuanto antes
La "charla
de sexo" debería ser en realidad una continua conversación. Y, por
supuesto, no tiene que ser incómoda.
Está claro que a los educadores sexuales
se les da bien descifrar datos complicados y potencialmente incómodos sobre el
sexo en sus lecciones para que los niños en edad escolar pueden entenderlos.
Pero, en cualquier caso, no pueden ser ellos quienes se ocupen de todo.
Aunque tus hijos tengan la suerte de estar en una
escuela con un programa relativamente completo (porque muchas no ofrecen educación
sexual), tú, como padre, también eres responsable de educarlos.
Con esto en mente, la edición estadounidense del HuffPost ha
preguntado a varios educadores sexuales qué cosas desearían que los padres
enseñaran a sus hijos antes de que sea tarde. Estas son sus respuestas:
1. Es bueno hablar de sexo, identidades de género y orientaciones sexuales
"Si mantienes conversaciones sobre sexualidad
cuando los niños son pequeños, digamos con 5 años, antes de que estén expuestos
al sexo en Internet o en la cultura popular, se normaliza el tema. Si te
preocupa que las conversaciones sean incómodas, tienes una ventaja si comienzas
pronto; los niños más pequeños son mucho más tolerantes con los adultos que
buscan tratar algunos temas que los preadolescentes, y hablar con los niños
cuando son pequeños es un buen entrenamiento para conversaciones continuas.
Asegúrate de usar un lenguaje que incluya todas las identidades de género y
orientaciones sexuales. Cada par de meses, revisa el tema preguntándoles qué
recuerdan o entienden acerca de la sexualidad, porque la retención es baja para
los niños pequeños, y es muy importante para ellos tener información
precisa". ― Cindy Pierce,
educadora sexual y autora de 'Sexploitation: Helping
Kids Develop Healthy Sexuality in a Porn-Driven World'
2. Nadie tiene derecho sobre tu cuerpo, incluso si es solo un abrazo
"Consentimiento, consentimiento, consentimiento.
Nunca está de más recordarlo. Tenemos que enseñar a los niños que son
responsables de su cuerpo y que tienen que respetar el de los demás. Ahora
bien, eso no significa que les pidamos permiso antes de cambiarles los pañales
o llevarlos al médico, pero podemos mostrarles el respeto por lo que estamos
haciendo o enseñarles por qué es importante asegurarse de que su cuerpo esté
limpio y saludable. Más tarde, significa dejar que un niño decida si quiere o
no que lo abracen, le hagan cosquillas o incluso le choquen los cinco. También
significa ayudar a los niños a procesar cuando otra persona les dice que no la
abracen, y asumir la responsabilidad de sus sentimientos al respecto. Nadie
tiene derecho sobre nuestro cuerpo ... ¡y no tenemos derecho sobre el de otra
persona!". ― Lydia Bowers,
consultora sexual para la primera infancia con sede en Ohio (EE UU)
3. Enséñales los nombres correctos de cada parte del cuerpo
"Diría que lo más importante es que los niños
pequeños sepan los nombres correctos de sus genitales y otras partes del
cuerpo. Esto es importante porque normaliza los genitales y no contribuye al
tabú o al estigma como lo hace el uso del lenguaje eufemístico. También es
importante porque es muy difícil para los niños que no tienen el lenguaje
correcto denunciar el abuso sexual si les sucede, por lo que el lenguaje
también es una herramienta importante de seguridad". ― Louise Bourchier,
educadora sexual en Nueva Zelanda y Australia
Es
importante entablar una conversación sobre pornografía alrededor de los 9 años.
Admite que la curiosidad es normal, pero diles que la
pornografía no es sexo real.
4. No uses pornografía como modelo para el sexo real
"La verdad es que el porno es el educador de la
sexualidad más común para los niños pequeños, y es muy fácil de acceder. Si
deseas que tus hijos tengan información precisa sobre sexo saludable, es
importante entablar una conversación sobre pornografía alrededor de los 9 años.
Es muy común que la primera exposición de los niños a la sexualidad sea por
medio de un amigo enseñándoles pornografía o que lo encuentren por su cuenta,
intencionadamente o por error. La industria de la pornografía efectivamente
atrae a los niños curiosos que saben cómo deletrear y usar un buscador en
Internet. El gran problema es que la pornografía de fácil acceso a menudo
desvía las expectativas de cómo se ven y responden los cuerpos. Si descubres
que tu hijo ha visto pornografía, no reacciones de forma exagerada. Reconoce
que la curiosidad es normal, pero diles que la pornografía no es sexo real y
está destinado a los adultos. Si no tomamos en serio nuestro papel como el
principal educador de la sexualidad, Internet llenará los vacíos". — Pierce
5. Hay más en el sexo que solo el acto físico
"La identidad y expresión de género, orientación
sexual, actividad sexual, imagen corporal y autoestima, comunicación y límites,
amistades y relaciones sanas, violencia y acoso sexual, anatomía e higiene,
anticoncepción, autonomía corporal, embarazo, placer... Esos son algunos de los
temas que debes abordar. Empieza la conversación siempre que puedas, nunca es
demasiado tarde. Y no siempre tiene que ser sobre lo 'gordo': puede ser en
respuesta a algo que hayáis visto en la tele, una boda en la familia, opiniones
sobre lo que una celebridad llevaba puesto o un tema en las noticias". ― Wazina Zondon,
educadora sexual
6. Está bien tener preguntas sobre sexo
"Al contrario de lo que se suele pensar, los
adolescentes quieren hablar con los padres sobre estas cosas. Y los estudios han demostrado
que, cuando lo hacen, es menos probable que lleven a cabo conductas sexuales de
riesgo. Sigue respondiendo sus preguntas a medida que crezcan, incluso si no
estás seguro y la respuesta es: 'No estoy seguro ... ¿por qué no
investigamos?'. A pesar de la educación sexual, a veces nos topamos con
información errónea de amigos, medios o educadores (el mío me dijo que las
compresas y los tampones no son necesarios por la noche porque la menstruación
es cosa de la gravedad, en serio). Como padre y cuidador, asegúrate de crear un
espacio seguro y sin vergüenza para los niños. Estas conversaciones pueden dar
miedo, pero es importante respirar hondo. Cuando un niño hace una pregunta y te
pille desprevenido, siempre es útil preguntarles a ellos '¿Qué opinas al
respecto?'. Esto te permite saber, para empezar, cuál es su base de
conocimientos, y te da un momento para calmar el pánico y pensar la
respuesta". ― Bowers
7. Puede que algo te resulte desagradable o extraño, pero no a todo el mundo
"En el aula, uno de los comentarios más comunes
que escucho de cualquier grupo de edad, independientemente del tema (desde la
imagen corporal hasta la higiene, anticoncepción y demás), es '¡Agg, eso es
asqueroso!'. Mi respuesta es simple: 'No taches de asqueroso algo que le gusta
a otra persona'. Esto puede sonar aparentemente incompleto, pero ayuda a los
estudiantes a entender que la forma en que otras personas vivan su vida quizá
no parece adecuado a todo el mundo, pero es su decisión y es respetable:
relaciones sexuales antes del matrimonio, parejas del mismo sexo, eliminación
(o no eliminación) del vello corporal, expresión de género de uno mismo: así
entienden la idea. Puede que no sea de tu gusto, pero está bien si a alguien le
gusta. Este mensaje ayuda a los jóvenes a comprender cuáles son sus límites. Y
si están en una posición que no les resulta cómoda, sabrán que no tienen que
participar en ella, pero que tampoco les corresponde impedir la expresión
sexual de otra persona". ― Zondon
Este artículo
fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del
inglés.
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