La Iglesia católica en EE. UU. identifica a 286
sacerdotes que abusaron de niños
Con estos
nuevos casos ya son, en total, 1.200 curas acusados de abuso sexual a
menores en todo el país, aunque la mayoría de casos son demasiado antiguos
para ser juzgados.
Efe Washington 01/02/2019
Líderes de la Iglesia
católica en Estados Unidos identificaron este jueves a 286 sacerdotes y otros cargos eclesiásticos, que supuestamente han
abusado sexualmente de menores de edad a lo largo de las
últimas décadas.
Quince diócesis del estado de Texas, incluyendo las de
Austin, San Antonio, Dallas y Houston, revelaron los nombres de los religiosos
que presuntamente abusaron de niños y adolescentes, en el marco de una campaña
iniciada en agosto de 2018, cuando una corte de Pensilvania hizo públicos los
casos de 300 sacerdotes que supuestamente hicieron lo mismo.
"Los obispos de Texas
hemos decidido dar a conocer los nombres de estos sacerdotes en este momento
porque es correcto y justo, con el objetivo de ofrecer recuperación y esperanza
a los que han sufrido", apuntó este jueves en un comunicado el cardinal
Daniel DiNardo, de la diócesis de Galveston-Houston.
Por su parte, el reverendo
Michael Olson, de la de Fort Worth, señaló en una carta a sus feligreses que se
siente "profundamente avergonzado de los errores pasados por parte de los
encargados del liderazgo en la Iglesia que fracasaron en proteger a los
niños".
Después de la publicación del informe judicial en el
estado de Pensilvania en agosto, cerca de 50 diócesis de todo Estados Unidos
han publicado listas con nombres de más de 1.200 curas acusados de abuso sexual a
menores.
En ese documento, el jurado de Pensilvania criticaba
que todos los casos identificados fueron dejados de lado por los líderes de la Iglesia "que prefirieron proteger a los
abusadores y a la institución, sobre todo".
Como consecuencia del encubrimiento, casi todos los
casos eran demasiado antiguos como para ser juzgados, ya que
la mayoría son anteriores al año 2000.
La Conferencia Episcopal de
Estados Unidos anunció entonces un plan integral para abordar la
"catástrofe moral" que sufre el seno de la Iglesia estadounidense
tras el escándalo de abusos sexuales a menores destapado en Pensilvania.
Por su parte, el Vaticano calificó de "criminales" los abusos de sacerdotes a
menores descritos en el informe de Pensilvania y consideró que "debería
haber asunción de responsabilidad" de los abusadores y de quienes
"permitieron que se produjeran".
Tras el escándalo, varias
congregaciones católicas de los estados de Arkansas, Oklahoma, Luisiana y Nueva
York han dado a conocer las identidades de sacerdotes implicados en este tipo
de actividades y han condenado los hechos.
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