Para Moncloa
y Génova, Ruz es el problema, no la solución
LOS
GENOVESES.- Es más que probable que una vez más “los malos” se salgan con la
suya y 6 años de investigación se queden en nada
LOS GENOVESES | 08/12/2014
Con el permiso de la autoridad competente, a lo largo del día de hoy, 5
vocales de la Comisión
Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ),
presidida por el conservador Carlos Lesmes,
decidirán sobre el futuro de 41 jueces que se encuentran en comisión de
servicio al frente de diferentes órganos judiciales ya que sus titulares se
hallan en la situación administrativa de servicios especiales en la Carrera
Judicial.
No es la primera vez ni será la última que la Comisión Permanente resuelva sobre este tipo de
situaciones administrativas. Lo que si es verdaderamente novedoso es que
entre los afectados se encuentre Pablo Ruz
Gutiérrez, un
juez en comisión de servicios en el Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la
Audiencia Nacional que desde hace 3 años investiga, entre otros asuntos, el caso
Gürtel, caso Bárcenas y la Caja B del PP. Sobre las tripas de estos casos os
sugerimos os deis una vuelta por este enlace y de este modo os refresquéis los
más despistados. Pero volvamos a la situación de Ruz.
Nadie discute, salvo el PP,
que su instrucción está siendo ejemplar. La práctica totalidad de los autos que
las partes le han recurrido, han sido resueltos a su favor por la Sección 4 de
la Sala de lo Penal.
Nadie discute, salvo el PP, que conoce todas y cada una de las
piezas, la principal y las separadas, tanto las que se encontró ya hechas como
las que el mismo ha creado, mejor que nadie, excepción hecha de las 2 fiscales que también han
acreditado que el sumario para ellas no tiene secretos.
Nadie discute, salvo el PP,
que las defensas, en particular las que dan cobertura a clientes políticamente
expuestos, temen a Ruz como un nublado. Y no por ser un juez duro y descortés
como en ocasiones sí lo son otros con las defensas. Saben bien que Ruz tiene
suficientes elementos de pruebas para que sus defendidos puedan ser condenados
cuando se abran los juicios orales a los que están llamados, más pronto o más
tarde.
De hecho, solo
el PP, con Cospedal
a la cabeza y sus corte de abogados de pago, por otro lado doblemente comprometida
con el sumario 275/08, la que ha hecho todo lo que está en sus manos para
obstaculizar, entorpecer, dificultar y ensuciar la instrucción de Ruz. Antes lo
intentaron y lograron con Garzón.
Con Pedreira ni
siquiera tuvieron necesidad. El mismo favoreció la estrategia
genovesa con decisiones sorprendentes que vistas con perspectivas, podrían
estar tipificadas en el Código Penal.
Incluso, entre los que hasta ahora no han discutido el
trabajo de Ruz, se encuentran los 5 miembros de la Comisión Permanente que hoy resolverán sobre su
futuro. Así por
ejemplo, sin irse más lejos, el pasado 25 de junio, con Lesmes a la cabeza,
esta Comisión calificó de “excelente”el rendimiento del magistrado comisionado. Ni más ni menos, ni
menos ni más.
Por tanto, llegado a este punto, la pregunta que hay
que hacerse es, si todos están de acuerdo, salvo el PP, sobre que Ruz ha hecho
un buen trabajo, ¿por qué hay
dudas sobre su continuidad?. La respuesta, como se verá, excede del ámbito
del CGPJ y hay que ir a buscarla no a desiertos muy lejanos, mas bien a los dos
centros de mando de los genoveses : Moncloa
y Génova. Tanto montan, montan tanto.
Y es que de mutuo acuerdo han diseñado un procedimiento administrativo como pretexto para invitar al incomodo
juez a regresar a su Juzgado
de Instrucción nº 4 de Móstoles del que Ruz es titular. Como colaboradores necesarios de
este golpe para judicial han recurrido a su mayoría conservadora que disponen
en el CGPJ y al silencio cómplice, espeso y endogámico de una mayoría de
magistrados de la Audiencia Nacional que desde siempre le han considerado a Ruz
como un intruso que no debía nunca haber llegado a donde ha llegado.
El mini concurso que hoy aprueban, en realidad mezcla
deliberadamente situaciones variopintas que claramente tratan de enmascarar la
verdadera intención que se oculta y que no es otra quesacar a Ruz de
la investigación de la Caja B. Este es el problema de fondo. No lo es
tanto, el Caso Gürtel, con su
primera época 1995-2005 prácticamente cerrada. Ni siquiera lo es
Bárcenas y los dineros en Suiza. La
cuestión es que Ruz, si sigue al frente del JCI nº 5, en los mismos términos
que está ahora, es probable que se ve abocado a llamar a Rajoy a testificar y a
Cospedal enviarla para el TSJCM. Como también lo es que demuestre con pelos
y señales la existencia continuada en el tiempo de una contabilidad paralela en
Génova 13 y en otras sedes genovesas en varias CCAA. Y todo ello, además,
aliñado con ejemplos múltiples de corrupción que sonrojarían incluso a los
sectores más entusiastas del electorado genovés.
Los 3
miembros conservadores que forman la mayoría y que hoy se sentarán en la
Comisión Permanente lo saben bien. El Presidente Lesmes que ha llegado a la Presidencia del
Tribunal Supremo y del CGPJ por la confianza que inspira al núcleo duro de Moncloa & Génova, este
asunto le pone nervioso. Es joven aún y no se le escapa que “expulsar“ a Ruz de la Audiencia Nacional quedará
siempre en su curriculum. Su carácter conservador le aconseja que el juez debe
abandonar la instrucción, a ser posible sin ruido y cuidando las formas.
También se imagina con razón que conciliar sus obligaciones institucionales con
las posiciones más duras de Moncloa
y Génova no es nada fácil y
que si se equivoca no le puede traer nada bueno.
El vocal Fernández Martínez, está a lo que le sugieran. Es tan conservador como
el que más entre los conservadores. Y si ha llegado hasta aquí es para cumplir
fielmente con quien el lector se imagina y el mejor que nadie sabe. Hará lo que Lesmes le indique.
Por el contrario, para el vocal Martínez Tristán, su problema
no está localizable en su marcada ideología ultra conservadora. Más bien linda
con la circunstancia circunstancial que resulta ser el marido de una Abogada del
Estado que a la sazón es también casualmente Consejera de Fomento de la Abogada
del Estado y Presidenta de la JCCM y S.G del PP, María Dolores Cospedal
García. Tristán es de lo que está convencido que Ruz tiene que
irse ya mismo. A ser posible sin recoger sus cosas que en todo caso ya se las
harán llegar a Móstoles por Segur. Nada de pactos. Faltaría más. Se mueve en
una difícil disyuntiva. Echar a Ruz mañana o en su defecto, pasado mañana. Está
aquí porque le esperaban los que le han propuesto. No por otras razones que
tenga que ver con su trayectoria profesional, homologable a la de cientos y
cientos de colegas con su misma antigüedad, ideología y con similar número de
sentencias a sus espaldas.
El problema, al final, está en que
el preacuerdo que esta mayoría quiere hoy sacar adelante,tiene
tantos condicionantes que ni siquiera al propio interesado le interesa. Vayamos
a la letra pequeña de ese preacuerdo.
De entrada, tras resolverse el concurso, allá por el mes de marzo, y ya con un nuevo juez titular, cuyo
perfil no es muy complicado adivinar, Ruz
tiene que solicitar que se le nombre juez de apoyo. La Audiencia Nacional
primero y la Comisión Permanente después, si así lo estiman, deben acordarlo. A
partir de ese momento, Ruz
debe mendigar los medios, día a día, para cerrar las piezas y sub piezas y
siempre con el Gran Hermano monclovita y genovés a su vera. En fin, como se puede comprobar, un
panorama tranquilizador y tranquilizante donde los haya.
Acabamos ya. En breve saldremos de dudas. Todos hoy
nos jugamos mucho más de lo que nos imaginamos con la decisión que tome la
Comisión Permanente. Si Ruz no continúa hasta el final de la instrucción es más
que probable que una vez más “los
malos” se salgan con la suya
y 6 años de investigación hayan servido solo para incrementar las dudas que
sobre la independencia de la justicia que existen en una mayoría de los
ciudadanos. Veremos.
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