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jueves, 25 de diciembre de 2014

La Zarzuela huele a cloaca....

¿Por qué Felipe VI no se atrevió a mencionar ante la ciudadanía el `affair´ de su hermana y su cuñado?
ENRIC SOPENA.- Está muy bien decir: “Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción”, pero esa raíz, Majestad, creció en el Palacio de La Zarzuela
24/12/2014

Felipe VI  ha evocado en su primer mensaje navideño -y con legítimo orgullo- el episodio ciertamente importante  de la abdicación de Juan Carlos I durante el pasado mes de junio. Ha dicho el actual Rey: “España se dio a sí misma y al mundo un ejemplo de seriedad y dignidad en el desarrollo del proceso de abdicación de mi padre (…) y de mi proclamación como Rey; todo ello de acuerdo con nuestra Constitución”. 


El traspaso de la Corona
Es, desde luego, verdad que el traspaso de la Corona de padre a hijo se hizo en el momento más adecuado y de modo correcto e incluso ejemplar, aunque, sin duda alguna, no hubiera podido haberse llevado a cabo de cualquier otro modo. Este recambio de reyes repercutió positivamente en determinados sectores de la opinión pública.


Primero aplaude y luego calla
Pero el nuevo Rey no ha dicho ni  respecto a un asunto tan grave como el de la Infanta Cristina. Aplaude a su padre que lo hizo Rey, pero, mientras, calla después de conocerse que el juez José Castro –un héroe de la Justicia- iba a sentar en el banquillo de los acusados  a la Infanta Cristina, hermana del monarca. No se ha atrevido a mencionar el affair de corrupción que  se arrastra desde hace varios años ya y que apunta no sólo al matrimonio Urdangarín y Cristina de Borbón, sino también, ¡ojo!, a la Casa del Rey.


 El Rey, intocable
¿Por qué Felipe VI no  anuncia públicamente que él sí está dispuesto a modificar la Constitución,  de manera que el Rey, sea el que sea, no debe ser judicialmente inviolable?  ¿Qué sentido democrático tiene que el Rey de la Monarquía española sea intocable ante la Justicia? 


Privilegios y prebendas
Los privilegios y las prebendas  que siguen funcionando en el ámbito de la Monarquía tendrían que desaparecer de modo fulminante. Las reformas que conduce  Felipe VI son tal vez acertadas, pero no acaban de cuajar en los ciudadanos. Eso sí, el Rey contradijo en su discurso televisado al presidente Rajoy. Don Mariano sostiene que la crisis ha terminado.  Felipe VI ha dicho: “Estamos viviendo tiempos complejos y difíciles  (…) La dureza y duración de la crisis económica produce en muchas familias incertidumbre por su futuro”.


¿Cataluña en el corazón?
En cuanto a Cataluña, su  frase en la que  subraya que lleva a “Cataluña en el corazón” es bonita  y, al mismo tiempo, sin embargo, inane.  Es fácil hablar pero muy difícil actuar buscando puentes y cambios urgentes en la Constitución. Majestad, no lo olvide; ¡obras son amores y no buenas razones!
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM

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