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domingo, 13 de septiembre de 2015

Refugiados Sirios y..."troyanos".





9 Septiembre 2015 - Sigue la llegada de Refugiados Sirios a la frontera de Hungría y es difícil atravesar las alambradas de la vergüenza Europea. Es una crisis humanitaria que seguirá si no se para la guerra...



El número de refugiados sirios asciende a dos millones de personas, la mitad menores de edad. Otros cuatro millones de desplazados en el interior del país. Un peso que se reparten los países vecinos como Turquía, Jordania y el Líbano.

Algunos países europeos han ofrecido asilo a miles de ellos, otros ofrecen cuotas de reasentamiento. El conflicto ha provocado más de 100.000 víctimas mortales en dos años y medio y las esperanzas de llegar al final de la crisis aún son escasas. ¿Cuál es el papel que debe desempeñar Europa?
¿Cómo pueden seguir aportando fondos a los refugiados mientras muchos países intentan salir de la crisis financiera?

Desde Ginebra, Melissa Fleming, portavoz de ACNUR:
"Sí, siguen huyendo, en medio de una violencia sin nombre, cada 15 segundos hay un nuevo refugiado. Eso significa que a finales de año habrá 3 millones de refugiados."

Christopher Stokes, director general de Médicos sin Fronteras: "Compartir el peso de la crisis de refugiados, ¿de qué estamos hablando? cuando vemos la reacción en Europa, el pánico que genera la llegada de unos miles de inmigrantes a las costas de Italia, comparado con el medio millón de refugiados que cruzan la frontera turca. Creo que el peso de los refugiados debe ser compartido."


En un video un niño de corta edad dice delante de las cámaras que quiere volver a Siria y que los gobernantes deberían PARAR la guerra en su país.  Y a nadie se le cayó la cara de vergüenza.


Siria estuvo acogiendo a lo largo de los últimos años a miles de refugiados que huían de sus respectivos países por la guerra.
Al final también les llega a ellos y entre miles de cadáveres y casas destruidas los que sobreviven deciden salir del país a marchas forzadas produciéndose un éxodo de terribles consecuencias.
EE.UU en boca de su Presidente Obama permanece observando cómo se van matando y solamente amenaza al dictador causante de toda esta historia con enviar sus tropas si traspasa una línea roja: las armas químicas. Ni caso. Las utiliza en una ocasión pero llega el otro, Putin, y le dice que sea buen chico. La guerra continúa con más contendientes internos cada vez. El resto del mundo observa desde sus ventanas o mira hacia otro lado.

Dos millones de sirios han abandonado su país huyendo de la muerte en busca de un lugar donde poder trabajar y vivir honradamente. Los dirigentes políticos no hacen nada por solucionar el problema, permanecen sentados en sus poltronas  y llenan sus fronteras de concertinas (suena bien pero es una gran putada) que son alambradas llenas de cuchillas que cortan como las hojas de afeitar. Y los que pillan son devueltos al otro lado de la valla a base de golpes, maltrato, vejaciones…

Otra forma de vilipendiar es el chiste que corre por las redes colgado por un  ”gracioso” que debería estar en la cárcel. Con esta burla demuestra no tener la mínima sensibilidad, empatía, ni conciencia. Es un insensato así como los que lo propagan por las redes. Esto no tiene nombre.

Hombres, mujeres, niños, ancianos se han ido quedando en las cunetas o en el mar, estos víctimas de las mafias que después de sacarles todos sus ahorros los han metido en pateras con el cuádruple o quíntuple de refugiados que tenían  de capacidad las embarcaciones.
La mayaría salió andando de su país con dirección a Europa esperando ser acogidos pero las autoridades pasan los días negociando el número de refugiados que piensan aceptar.

Solamente el pueblo ha dado una lección de humanidad ayudándoles dentro de sus posibilidades a medida que cruzaban los países civilizados. Una señora declaraba delante de las cámaras de televisión que llevaba tres años andando. Y un buen día aparece el cadáver de un niño en una playa y el mundo parece conmoverse. Pocos se preguntan cuántos niños han muerto hasta ahora, mujeres embarazadas, ancianos que no han podido aguantar tan colosal esfuerzo y no han podido llegar a la “tierra prometida”.
La guerra continua, el país se esta convirtiendo en escombros y se agranda el problema a medida que pasan los días.

La indignación y estupefacción parece no tener límites cuando piensas que una institución multimillonaria, de carácter multinacional, que posee enormes riquezas en todo el orbe: terrenos, casas, mansiones, negocios, cadenas de periódicos, emisoras de radio, televisiones…a miles, incluido un banco: Banco Ambrosiano. Una secta multimillonaria, capaz de llevar a su fundador a la “Gloria de Bernini” en menos de un año permanezca muda sin ni tan siquiera animar a sus feligreses que practiquen la “caridad” eso que tanto pregonan para eludir la solidaridad.

Ese “señor de blanco” salió el otro día al balcón y pidió que sus parroquias acogiesen a UNA familia siria.
¡Qué gran espectáculo que la plaza de San Pedro de Roma un día apareciese llena de tiendas de campaña con un millón de refugiados! La hemos visto muchas veces abarrotada con más de un millón de fieles vitoreando al “Señor de Blanco” (el de ahora se llama Francisco) manifestándose contra el aborto. O contra las bodas gay cuando todo el mundo sabe que el Vaticano es el lugar del mundo donde más homosexuales hay por metro cuadrado. Una de sus excusas es que un matrimonio (evitan esta palabra) gay no procrea, como si ellos con el voto de “castidad” lo hiciesen, al menos oficialmente.

Tampoco vemos una manifestación multitudinaria para “protestar” por los curas y obispos pedófilos y pederastas. Es tan grande la aberración como si pillasen a un bombero quemando bosques y casas. “Dejad que los niños se acerquen a mi” dijo el maestro y ellos le han dado su particular interpretación. Si hoy regresase Cristo ¿volvería a echar  del Vaticano a toda esa podredumbre a base de latigazos?
Una institución que se caracteriza por ser la que más crímenes ha cometido a lo largo de la historia en el nombre de dios ¿Qué le importan dos millones de refugiados que pasan hambre, frío, sed hasta morir y que además son infieles?
Saben que el infierno con el que nos amenazan no existe. Duermen tranquilos. ¿Y dios? ¿Dónde está?


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