La autoridad de Benedicto XVI, el sínodo
hereje y apóstata, abusos en Vaticano, silencios australianos, el amigo rumano
de Papa Francisco.
Infovaticana
por SPECOLA
| 28 junio, 2019
El Papa Benedicto XVI ha concedido un entrevista a un
conocido diario italiano precisamente en estos momentos de gran tensión interna
por todo el caos provocado por el intrumentum laboris del sínodo de la
Amazonia. El mismo día que uno de los cardenales de los dubbia, que sigue con
muchos más dubbia que antes ahora sobre el sínodo, por entender que el
documento preparatorio es poco católico, herético y apostata.
De la breve
entrevista al Papa Benedicto XVI viene resaltado en todos los titulares que el
papa es solo uno, el Papa Francisco, y que la unidad en la iglesia es muy importante.
Muy mal tienen que estar las cosas para llegar a estos extremos. Es una
situación preocupante en un momento de profunda debilidad de la iglesia en la
que la voz de Benedicto XVI sigue gozando de incontestable autoridad. Los casos
de pedofilia no resueltos y la ineficacia de los organismos vaticanos para
tratarlos están creando una situación de continua presencia en los medios que
destruye, si es que esto es posible, la imagen social de la iglesia. Los
actuales organismos vaticanos son incapaces de resolver las cosas serias y son
propensos a crear todo tipo de confusiones, es una clara situación de
desgobierno, o de mal gobierno, que tanto monta. Si la intención es cubrir con
unas cosas las otras el resultado es el fracaso. El mundo Vaticano está
gobernado por ancianos, una verdadera gerontocracia, que nos intenta vender una
revolución fundamentada en cosas muy pasadas y que a nadie interesan. Piensen
por un momento lo que sucedería si jubilamos, siendo prudentes a los mayores de
70 años, si ponemos 65 cerramos las puertas. Lo que no llega por jubilación
llegará un poco más tarde por pura imposición natural. Estamos viviendo una
extraña situación irresoluble y que en muy poco tiempo se extinguirá por
defunción pero lo peor, sin duda, puede ser la herencia envenenada que va
a dejar.
Los obispos
australianos están de vivita ad limina y del cardenal Pell no se habla. Los
católicos en Australia son algo más de 5 millones. Hay 32 diócesis extensísimas
pero de poca población. El único cardenal Australiano está encarcelado. Han
sufrido durante años una situación durísima con comisión nacional civil de
investigación y cientos de juicios. Es una iglesia herida en donde muchas
instituciones han tenido que cerrar sus puertas. La solución no puede ser la
táctica del avestruz, que en esas tierras saben muy bien lo que es, pero puede
ser peor el efecto boomerang. Lanzar los problemas lejos con el riesgo de que
vuelvan con más fuerza y por la espalda. En el Vaticano siguen usando la
táctica del silencio con lo que no gusta esperando que el tiempo arregle las
cosas. Más pronto que tarde se deberá tratar la situación del cardenal Pell y
tomar alguna posición.
Otro
tema que vuelve con fuerza, en el que la justicia italiana ya está empezando a
actuar, es el de los abusos a los monaguillos de San Pedro. En el Vaticano
habían prometido abrir un proceso pero no sabemos nada y todo apunta a que nada
de ha hecho. Como en el caso Orlandi, el silencio y la oscuridad lo invaden
todo. Los organismos vaticanos están en manos de personas que llevan decenios
ocupando sus puestos y a las que les ha funcionado el tancredismo. Hoy se les
ve fuera de juego, no tenemos muy claro si están acartonados por la edad o
viviendo en una sorpresa continúa. En otros tiempos, los poderosos medios vaticanos
y las relaciones de amistad conseguían acallar las voces disonantes. Hoy los
medios vaticanos son poco menos que nada y el mundo mediático es incontrolable
por su propia naturaleza. Los monaguillos y sus testimonios vuelven en máxima
audiencia y dan la vuelta al mundo. Mucho nos tememos que la primera reacción,
si es que alguna tenemos, será a la vuelta de las vacaciones en vísperas de la
Navidad.
La Amazonia y sus cosas parece que tienen vida propia
y están creciendo descontroladas. Se busca el origen de tanta barbaridad,
calificada con razón de herejía y apostasía por altos cardenales, y esta se
encuentran en la agenda de las Naciones Unidas. No nos olvidemos que todo esto
sigue la línea del famoso nuevo orden mundial con un problema añadido, la iglesia
está llegando tarde y mal a los que otros llevan decenios defendiendo y
difundiendo.
El caos venezolano sigue siendo actualidad.
Presentación de un interesante libro titulado ‘el edén del diablo’. La
situación está enquistada y el papelón de la iglesia en todo este lío no la
está dejando en buena posición.
El Papa Francisco recibió con gran ruido mediático a
una familia rumana a la que los vecinos, de un humilde barrio romano, no
querían ver ni en pintura. Se vendió la cosa como odio al diverso, racismo, y
demás tópicos. El ‘cato buenismo’ lo vistió de abrazos pontificios y apoyos
incondicionales sin entrar en el fondo de la situación. No dudamos que hay
rumanos santísimos pero como en cualquier latitud también los hay delincuentes.
El pobre rumano es propietario de 27 automóviles de alta gama y de origen más
que dudoso. Con lo fácil que es preguntar a los vecinos entes de insultarlos.
En la basílica Vaticana y con gran solemnidad el Papa
Francisco ha celebrado las bodas de oro de Guzmán Carriquiry. Es uno de los
laicos incombustibles, del 1944 y en plena actividad, de la curia romana, en la
que ya empezó con Pablo VI, otra muestra más de la gerontocracia que invade los
sacros palacios.
«Venid a mí todos los que estáis cansados y
agobiados…»
Buena lectura.
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