Mujeres y "fieras humanas": así mató el
franquismo a las 16 rosas de Zufre
Eldiario.es
Juan Miguel
Baquero
Periodista. Especializado en Memoria Histórica y
Derechos Humanos. Colaborador de eldiario.es. Autor de 'El país de la desmemoria' (Roca Editorial) y de los libros 'Las huellas en la tierra' y 'Que fuera mi tierra' –reconocido con el Premio Chaves Nogales
al mejor libro periodístico del año 2016– sobre intervenciones en fosas comunes
del franquismo en Andalucía.
20/06/2019
16 mujeres. De una tacada.
Teodora, un tiro en la sien. Modesta, asesinada. Mariana, un par de balazos.
Elena, ejecución. Amadora… 16 mujeres asesinadas por ser "fieras humanas".
El 4 de noviembre de 1937 el franquismo acabó con sus vidas en
Zufre (Huelva). La Junta de Andalucía ha dado vía libre a la búsqueda de la
fosa común en la que están enterradas.
Un fascista jala el percutor
del arma. Clac. Apunta. Pam. Una mujer menos. Pam. Otra. Así tronó la madrugada
en la vecina localidad de Higuera de la Sierra para las 16 rosas de Zufre.
Antes habían sido secuestradas, encarceladas, paseadas por el pueblo y
humilladas. Unas torturadas. Otras, también, violadas. Algunos de sus hijos las
vieron subidas en un camión camino de la muerte. La trágica instantánea rota en
mil pedazos por alaridos como última imagen de sus madres.
En las tapias del cementerio de
Higuera sobreviven cicatrices que recuerdan el crimen colectivo. 16 mujeres asesinadas
por los golpistas. Sin juicio ni sentencia. En un pueblo donde nunca hubo
guerra. Ahí sigue, todavía, la tumba ilegal.
Primeras partidas liberadas
La intervención arqueológica estaba aprobada desde la
pasada legislatura, por la extinta Dirección General de Memoria Democrática.
Los trabajos en la sierra onubense forman parte de un paquete que incluye otros
procesos como Berrocal y Cortegana (Huelva), Alcalá del Río, Almadén de la
Plata, Benacazón y Salteras (Sevilla).
La Consejería de Cultura –que tiene las competencias
en Memoria Histórica– ya ha firmado el inicio de los trabajos con el equipo
científico encabezado por los arqueólogos Elena Vera y Jesús
Román y el antropólogo Juan Manuel Guijo. El Gobierno
andaluz de PP y Ciudadanos libera las primeras partidas comprometidas para abrir fosas y
cunetas, como incide el posterior acuerdo presupuestario elaborado con la extrema derecha
de Vox.
Zufre, ejemplo de la "masacre" franquista
La "brutalidad
represiva" desatada por el fascismo español tras el fallido golpe de
Estado "revistió un auténtico carácter de masacre". Así lo narran los
historiadores Francisco Espinosa Maestre y José María
García Márquez en 'La desinfección del solar patrio', capítulo
incluido en el libro La gran represión (Flor del Viento, 2009). Zufre, con poco más de 2.100
habitantes en la época, "ofrece un buen ejemplo".
El verano del 37 vive
"detenciones masivas" en el pueblo. Como en la sierra y la cuenca
minera. Casi no quedan jóvenes "entre los asesinados, encarcelados, huidos
y movilizados por el ejército o las milicias de Falange y el Requeté". El
resto, se marchó.
"No parecía posible que
pudieran quedar aún 'rojos' que detener y 'delitos' que castigar", narran
los investigadores. Pero esto no casa con el dictamen del comandante militar de
Zufre, el cabo de la Guardia Civil Eduardo Novoa, y los
derechistas del pueblo. "Había llegado el momento de ajustar todas las
cuentas pasadas".
Gente de "orden" como delatores
Quince mujeres fueron
detenidas por participar en el "martirio" a Rosario Expósito.
Querían darle "un susto" por votar a las derechas en las elecciones
de febrero del 36 y "haberle quitado el pan a los pobres". Un grupo,
"algunas afiliadas al grupo femenino socialista", se abalanzó sobre
ella. La dejaron desnuda.
"Según algunas
declaraciones, le quitaron algunos comestibles que llevaba", confirman los
historiadores. Todo, por derechista. Las mujeres fueron calificadas como
"fieras humanas" en el informe de las autoridades franquistas. No
había pruebas de los supuestos "delitos". Tampoco eso causaba
problema alguno a los golpistas. Como declarantes participaron personas de
"orden".
Seis detenidas fueron
separadas: Dominica Rodríguez (42 años), Felipa Rufo
(39), Antonia Blanca (51), Josefa Labrador
(40), Faustina Ventura (62) y Carlota Garzón
(47). Era septiembre del 37. Apenas unos días después, caen diez mujeres más: Remedios
Gil (56 años), Mariana Sánchez (51), Amadora
Sánchez (52), Encarnación Méndez (56), Elena
Ramos (55), Bernabela Rodríguez (40), Alejandra
Garzón (62), Teodora Garzón (45), Amadora
Domínguez, conocida como La Pasionaria (48), y la más joven, Modesta
Huerta (29).
Todas fueron fusiladas. Las 16
rosas de Zufre cortadas a tiros que helaron el frío noviembre del 37. No hubo
juicio. Ni sentencia. El procedimiento, en manos de el mando judicial golpista
en marzo de 1938, "verificó la ejecución". La justicia franquista
había apelado, otra vez, a la pedagogía del terror.
"Considerando que la
muerte extingue la acción del mal y que por lo tanto es procedente el
sobreseimiento definitivo" de la causa, rezaba el auto validado por el
auditor de guerra Francisco Bohórquez, enterrado junto al
criminal de guerra Queipo de Llano en la Basílica de la Macarena en
Sevilla, como informan los historiadores Espinosa Maestre y García Márquez en
la documentación aportada a eldiario.es Andalucía.
Tierra para las rosas andaluzas
Pertenecer a un sindicato o
ser madre, hermana o mujer de un republicano. Eso era todo 'delito'. En la fosa
común de Higuera de la Sierra también yacen hombres ejecutados por el
franquismo. Quizás hasta un total de 29 víctimas, como señala el Mapa de Fosas de Andalucía y probará la tarea científica.
La exhumación fue solicitada
por el grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de
Andalucía (RMHSA) del sindicato CGT. La petición entró en el Registro de la
Junta de Andalucía el 12 de marzo de 2018.
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