OPORTUNISMO
MEDIÁTICO
¿Es un cuñado? ¿Es un
político? ¡No, es Albert Superman!
Rivera vuelve a caminar hacia la luz. Analizamos en profundidad qué fines
tiene su estrategia política
ElPlural
Jue, 11 Ago
2016
Desesperanza,
hartazgo, hastío...
Cualquiera de esos calificativos es los que tiene un español en la punta de la
lengua cuando alguien le pregunta por la situación política actual. Con ese
panorama, no es extraño que alguien vea que la ocasión la pintan calva y
aproveche el nicho disponible para colarse en el escenario como el
salvapatrias que España necesita.
Porque no
nos equivoquemos. La opinión mayoritaria no es la que leemos
diariamente en la red social del pajarito o la del señor Mark Zuckerberg, algo
que se demostró con rotundidad en el resultado de las últimas elecciones. Si
has pasado por alguna de ellas en estos días, te habrás encontrado que la
explicación mayoritaria de la brillante jugada que se ha marcado Albert Rivera
es una cortina de humo para pactar con el PP, o la forma
más elegante de bajarse los pantalones. Y, aunque parte de razón llevan los
que defienden esta teoría, quedarse en eso sería ver solo la punta del iceberg. Además
de obviar lo que la gente que no tiene Twitter ni Facebook está
pensando en realidad de Rivera en estos momentos.
Olvídate por
un momento de que tienes un perfil en casi todas las redes sociales y piensa ¿cómo
se ve la situación desde fuera? Ni memés de corrupción, ni información
que solo vemos en Internet.. Solo saben que existe un grave bloqueo institucional
y que un tipo, que habla muy bien, no ha robado todavía, es mono y parece
moderado, ha salido intentando poner orden y dando un toque de atención a los
políticos. El resumen de la jugada y el análisis lo viven quienes siguen la
información casi al minuto, pero no los que están dando la vuelta a las
sardinas en una playa de Matalascañas.
La aparición estelar del príncipe
azul
Según
explica Ana Aldea, experta en política online de Redlines, para
ELPLURAL.COM: "Rivera ha montado una representación de un cuento
hadas para ser el príncipe que salva España. En pleno agosto, sin apenas
actualidad informativa se ha colocado en los focos para decirnos a todos que
él, subido a un caballo blanco salvará nuestro país del desastre del no
gobierno"
"Rivera ha montado una
representación de un cuento hadas para ser el príncipe que salva España".
Para la
abogada y politóloga Aurora García Pérez, se trata de puro teatro.
Como argumenta para ELPLURAL.COM: "El cambio de opinión en Albert
Rivera se ha convertido en un factor que claramente identifica su acción
política: primero afirma hasta la extenuación que no quiere un Gobierno
presidido por Mariano Rajoy; posteriormente afirma que se abstendrá para no ir
a unas terceras elecciones, lo que le perjudicaría claramente y ahora, en con
el objetivo claramente puesto en las próximas elecciones autonómicas (vascas y
gallegas), ha decido cambiar nuevamente a fin de mostrar su perfil
político de forma más clara y atraer al votante del PP, mostrándose
claramente como alternativa a éste; misma ideología sin pasado repleto de actos
ilegítimos contra los ciudadanos. Las seis propuestas quedan bien frente a su
electorado para justificar el cambio de posición, a sabiendas de que se trata
de medidas makeup.
Pero no nos
olvidemos de algo antes de valorar su acción: Rivera siempre ha sido
así. La campaña que idearon en las últimas elecciones fue un auténtico
fracaso, pero antes de ella este era el papel que siempre había representado
con cierta maestría. Por lo que podemos decir que nuestro cuñado favorito ha
vuelto a caminar hacia la luz.
¿Estamos ante un oportunista
mediático?
Agosto es un
momento perfecto para la aparición estelar de estos personajes. Si además se da
en el entorno político, donde todos han escogido la estrategia de
hacerse el bicho palo, la situación solo hace dibujar a Rivera un
camino de baldosas amarillas ante él. Que escoja la televisión nacional
para lanzar un mensaje a la población no debería extrañar a nadie. "Una
gran parte de la política consiste en eso exactamente, en controlar los
medios y en los últimos tiempos Rivera estaba bastante despistado, dejando que
el liderazgo en la comunicación fuera de Podemos, que durante un tiempo han
sido los que mejor han gestionando este área", explica Aldea. "Sin
embargo ahora que el resto de partidos han escogido la técnica del bicho palo,
de estar quieto a ver si no se dan cuenta de que sigo siendo presidente se
ha extendido a los demás partidos, y Rivera lo ha sabido aprovechar."
Rivera ha sabido aprovechar que el
resto de partidos están haciendo la técnica del 'bicho palo'
Según García
Pérez, "Hay políticos producto de la creación y políticos vocacionales.
Para los primeros, el fin es ganar elecciones; el 'prefabricado', carece
de relevancia y asume que tendrá que realizar sacrificios. Este carácter se
aprecia en Rivera, especialmente esta semana que ha llegado a manifestar:
“Por España estoy dispuesto a sentarme en la mesa incluso con aquellos que
no merecen gobernar”. Para los segundos, el objetivo es contribuir con
responsabilidad y legitimidad a que la sociedad en su conjunto alcance sus
objetivos; la acción política es un honor. Él es un producto mediático,
así que sencillamente actúa como lo que es".
¿Por qué precisamente en este
momento?
García Pérez
es clara y concisa en su análisis: "Sencillamente porque sus objetivos
electorales inmediatos están a la vuelta de las vacaciones". Además,
era su gran oportunidad. Como explica Ana Aldea: "Lo tenía todo a
favor, conversaciones enrocadas, poca actualidad informativa: tenía
todos los focos apuntando y ha sabido ponerse su mejor traje: el de
salvapatrias".
¿Es solo una estrategia para pactar
con el Partido Popular con cierta dignidad?
"Más
bien es una estrategia para reposicionarse él en el escenario político:
vuelve a ser Albert I El Regenerador", bromea Aldea. "Le
ayuda a reconquistar a su electorado de derechas, que estaba enfadado por su
escarceo con la izquierda. Es como el niño bien que en el pasado se dejó el
pelo largo pero ahora vuelve a dirigir la empresa de Papá".
¿Son realmente duras las condiciones
que ha impuesto al PP?
Las seis condiciones son una broma
para el PP y para los españoles
Eliminación
inmediata de cargos públicos imputados, una comisión de investigación para el
caso Bárcenas, cambio de la ley electoral, desterrar los aforamientos... Al
final es con lo que sueñan a menudo muchos españoles. Pero, aunque sus palabras
puedan haberte conquistado en un momento determinado, son puro vodevil. Que
el presidente en funciones consulte con una ejecutiva corrupta hasta las
cejas sobre la conveniencia de aceptar las condiciones,
debería hacer sospechar hasta al detective más novato. ¿Os imagináis a Don
Mariano preguntando a Rita Barberá si puede ir a jugar con
Rivera? Pues eso.
"Las
seis condiciones son una broma para el PP y para los españoles",
explica Aldea. "Si este fuera un país serio nadie que haya enviado un
mensaje como el de Luis sé fuerte podría ser el destinatario
de un pacto de regeneración". García Pérez está en la misma línea que la
politóloga de Redlines: "No creo que sean duras. Muestra su imagen
conservadora (como el PP) y se distancia de él precisamente en los aspectos más
ilegítimos e ilegales de la actuación política del partido de Rajoy. Es
un hecho que la corrupción en el PP está totalmente institucionalizada".
¿Es Rivera un político peligroso?
En este
punto hay diferencias de opinión entre nuestras politólogas. Aldea cree que sí:
"es el mejor orador que tenemos ahora mismo y tiene además una
ventaja que le hace muy peligroso: sus mensajes calan muy bien en la derecha
moderada y en la izquierda aburguesada así que si abandona la senda de los
errores y acepta jugar de centro derecha marcará muchos goles".
Por su
parte, García Pérez considera que "le falta el magnetismo personal
necesario para atraer a contingentes importantes de votantes que le respalden.
El riesgo en la toma de decisiones potencialmente es mayor en aquellos dirigentes
que desconocen el impacto que pueden tener sus desiciones. El político producto
del marketing carece de la madurez política y racional necesaria para valorar
el efecto que pueden tener sus decisiones sobre el bienestar de los
ciudadanos. El peligro o riesgo mantiene una relación directa con el
poder; Rivera, está lejos de alcanzar el apoyo necesario para ser
peligroso".
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