Hace días que se venía anunciando la proyección de
este documental advirtiendo constantemente que su contenido podía herir la
sensibilidad de algunos espectadores. Yo fui uno de ellos. Lo más cómodo
hubiese sido, como en otras muchas ocasiones, mirar hacia otro lado pero la
curiosidad es malsana. Me invadió una gran sensación de culpabilidad mientras iba
viendo las imágenes, hasta que llegado a un cierto punto no pude contener las lágrimas.
Eran lágrimas de impotencia, de rabia, creo que de odio, al no poder hacer nada
por paliar semejante atrocidad.
¡Políticos asesinos! ¡Criminales! ¡Criminales!
¡Criminales! ¡Malnacidos!
Sugiero prestéis atención a una secuencia, probablemente
la más emotiva, que te hará estremecer cuando uno de los rescatadores le regala
un caramelo (o chicle) a un niño que no posee absolutamente NADA.
ClicClic
http://www.atresplayer.com/television/programas/salvados/temporada-12/capitulo-1-Astral_2016101501109.html
Un bañista pierde la vida en cualquier playa del
país y la noticia aparece en todos los medios de comunicación. La delincuente
Isabel Pantoja sale de la cárcel y cincuenta periodistas la están esperando en
la puerta haciéndole fotos y preguntándole las mayores tonterías que uno se
puede imaginar, a sabiendas de que apenas sabe hablar. Un violador es detenido,
escupido, insultado…si el violador es un obispo o un cura se le traslada de
parroquia o diócesis y aquí paz y allí gloria. Cuando en el Mediterráneo mueren
miles, MILES, de seres humanos todos los días, se convierte en una rutina
dejando de ser noticia. Sobre todo porque se trata de negros indigentes que
huyen despavoridos de la muerte que supone vivir en sus países de origen.
¡Malditos obispos! Criminales! ¡Criminales!
¡Malnacidos!
Siempre del lado de los poderosos, se enervan en sus
púlpitos y sus poderosos medios de comunicación para recriminarnos que dos
seres del mismo sexo que se aman puedan casarse, que adopten niños sin tener en
cuenta que donde más brilla el arco iris es en el mismo Vaticano donde existe
la mayor concentración de gays por metro cuadrado. Miran hacia otro lado como
si el tema de los inmigrantes no existiese. Las pateras, el hambre, la guerra…son
circunstancias lejos de nuestras fronteras. Nuestro insigne Ministro del Interior
D. Jorge Fernández Díaz, ferviente católico, miembro del Opus Dei, asegura
haber visto a dios en las Vegas (no especifica exactamente donde) que
seguramente le asesoró para que colocase las concertinas en Marruecos
(¿Marruecos es España?) y tal vez cual debía ser el tamaño de las cuchillas
cortantes para que los infieles no invadan nuestro país. Antes era mucho más
fácil con las Cruzadas, se santificaba una guerra y mataban los infieles como
moscas. Ahora es mucho más lento porque los que sobreviven al hambre, travesía
de los desiertos, la guerra, los traficantes…llegan a las concertinas y les da
lo mismo. Se les cae la carne a tiras pero necesitan llegar a Europa que para
ellos supone el paraíso. El Ministro del Opus duerme tranquilo todas las
noches.
El Cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de
Valencia, ha sido denunciado por la Fiscalía por delitos de odio contra los
homosexuales y las mujeres pero también por xenofobia.
Cuando el trabajo en su
empresa (La Multinacional de las almas) se lo permite, dedica sus ratos de ocio
a transformarse en una Drag queen, una auténtica reinona que es la envidia de
todo el colectivo.
Pues bien este personaje insigne ha sido capaz de lanzar,
urbi et orbe, esta falacia que hace honor a su linaje.
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