Cuidadín…
Se mira pero no se
toca: las partes de una mujer que no debes rozar durante el sexo
Explora nuevos horizontes, dicen. No te quedes en lo
rutinario, arriesga para ganar... Pero la estadística es aplastante y lleva a
evitar el roce al menos en estos cuatro puntos
El Confidencial
Raquel Márquez
El
mapa del placer es distinto en cada persona, y no digamos el código moral, los
gustos y las costumbres. Por eso jamás nos encontrarás dando consejos
sobre qué es de buen o mal gusto. Sí parece útil conocer algunos lugares que
muchos hombres asocian instantáneamente al placer y que en realidad son problemáticos.
La
información original es de 'Men's Health', que en este caso rompe una lanza por
la información sexual pura y dura. Cuando estés en la cama con una mujer a la
que quieras satisfacer plenamente será un momento erótico y esperamos que
estupendo para los dos, pero durante estos minutos hay que concentrarse en algo
menos agradable: sacarte de algunos errores habituales sin
florituras, directos al grano. Lo
contrario que en el mejor sexo, vaya.
El clítoris está lleno de terminaciones nerviosas, lo que lo hace
muy sensible: hay que esperar a que esté preparada para estimularlo
Si
quieres probar, tú mismo, pero quizá
a ella se le quiten las ganas...
El cuello del útero
'Penetración
profunda' es la combinación de palabras más
erótica posible para un chico virgen, pero con el tiempo se va aprendiendo que lo mejor,
sobre todo para ellas, no siempre pasa por ahí. Al contrario, llegar al cuello del útero con mucho ímpetu suele ser mal negocio. Como dicen en 'Men's Health',
el útero no es un sitio al que quieras entrar, así que deja de llamar a la
puerta.
Tranquilo,
porque, aunque el tamaño afecta (sucederá más si tu pene es grande), se puede
evitar bajando la velocidad, buscando una postura más suave y tomándote tu
tiempo para ponerla a punto. El útero es uno de los órganos más flexibles que hay: cuando la mujer está excitada, se eleva y este potencial problema desaparece.
Un
motivo (más) para no ir con prisa.
El glande del clítoris
¿Aún
no sabías que el clítoris tiene glande? Pues sí, y su funcionamiento es bastante similar al masculino. Cuando te masturbas, no empiezas tocándote el glande bruscamente,
¿verdad? Lo mismo sucede con la 'cabeza' del clítoris, que es otra forma
de llamar al glande de las mujeres: la parte más prominente.
Está
lleno de terminaciones nerviosas, lo que lo hace muy sensible: hay que esperar
a que esté preparada para estimularlo, y entonces será la primera en pedirlo,
aunque no sea de viva voz. Antes de eso, la sensación recuerda a lo que sucede en los dientes cuando muerdes algo muy frío, o a una especie de pequeño calambre.
Esto
cambia mucho de una mujer a otra, así que puede que no tenga ese problema casi nunca o que lo tenga siempre. Si es lo segundo, tampoco
hay que agobiarse, rodear la zona será seguramente muy agradable sin necesidad
de estimular directamente ese punto.
Los pies
Esta
tiene truco. No estamos en contra de ningún fetichismo; lo que queremos
decir es que es mejor que no roces sus pies descalzos si hace fresco, porque hay un estudio de la
Universidad Johns Hopkins que sugiere que llevar puestos los calcetines puede incrementar los orgasmos en hombres y mujeres.
Si eres de pies desnudos o taconazos, lo sentimos. Un par de
calcetines bien gordos de ositos rosas pueden ser mejor idea para aumentar sus
orgasmos
Puede
que sea por la comodidad y tranquilidad que necesitamos para concentrarnos en la relación. Con
los pies fríos es complicado tener la mente completamente dedicada a las
sensaciones que nos transmite la otra persona. El calor ayuda... eso, a entrar en calor.
Si
eres de pies desnudos o taconazos, lo sentimos. Un par de calcetines bien gordos de ositos rosas puede ayudarte a retrasar la
eyaculación, míralo por el lado bueno. Pero no te los pongas tú sin
preguntarle, algunas son de lo más exigentes con el estilismo.
El ano
Insistimos: no
es que esté mal, es que es problemático a menudo, así que, si estás leyendo
esto porque te preocupa precipitarte con alguien, puede ser buena idea dejar
los juegos anales para cuando te
sientas en total confianza.
La
clave es simple: el ano no tiene lubricación natural, y el sexo no se lleva bien con la sequedad. Por otro lado (por el de atrás, concretamente)
sentir a alguien tan cerca de los genitales sin llegar a rozarlos puede ser
muy excitante.
Recomendamos,
eso sí, contar con un
poco de lubricante para explorar
la zona, aunque no lleguemos a la penetración.
Y como
siempre, tómate el sexo como una
parte más de la comunicación entre las
personas, seáis pareja o no. Ningún manual de instrucciones se puede equiparar
a lo que el otro te enseñará a fuerza de practicar.
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