¿Qué ocurre realmente en las fiestas de sexo?
Hablan las mujeres que acuden a ellas
A pesar de que se habla mucho de este tipo de
reuniones, conocemos pocos testimonios reales. Ahora, tres féminas treintañeras
han revelado sus propias experiencias
M.P.
23-10-16
Hemos leído mucho sobre las fiestas de
sexo que se hacen por todo el mundo, pero sabemos poco
acerca de lo que de verdad ocurre cuando las puertas se cierran. Ahora esto va
a cambiar gracias al testimonio de tres mujeres asiduas a este tipo de ocio.
Las féminas, que prefieren mantener el anonimato, han confesado todo a 'Cosmopolitan'. Antes de entrar en materia, te
las presentamos:
·
La
mujer A tiene 32 años,
es diseñadora de moda y se considera seguidora del poliamor. Le fascinan los
hombres abiertos a cualquier práctica con personas de ambos géneros
·
La
mujer B tiene 36 y
trabaja como coach de relaciones de pareja. Sexualmente, es muy abierta desde
hace 6 meses, cuando comenzó a mantener relaciones con otra mujer. Antes de
aquello, su vida en la cama era de lo más ordinaria.
·
La
fémina C,
por su parte, ha cumplido ya 29 primaveras y es música. Se considera como
pansexual, es decir, le atraen las personas independientemente de su género y
no se cierra a ninguna práctica íntima.
¿Cómo se encuentran las fiestas de sexo?
Una de
ellas, la mujer A, comenzó en este mundo por una expareja. Fue ya hace cinco años. Él tenía novia, pero a
ella no le importó mucho. Sabía que eran una pareja abierta, y que el mundo de
la noche era lo suyo. De pronto un día este chico le propuso acostarse con él y
con su pareja. La mujer A aceptó, igual que haría días más tarde cuando la invitaron
a acudir a una fiesta sexual.
Ha llovido mucho desde que el trío calavera fue a su primera
fiesta sexual, en la que se sintieron excitadas y nerviosas. Ahora son todas
unas expertas
La mujer B estaba deseosa de buscar nuevas experiencias
sexuales, así que contactó con varias personas por internet. Se unió al
movimiento FetLife, y fue todo un acierto: "No solo eran amables,
generosos y bien informados, sino que además me llevaron a mi primera fiesta sexual hace ya 3,5 años". La tercera en discordia se
metió en este mundillo al cortar con la pareja "controladora y
abusiva" que tenía. En su soltería conoció a muchísima gente, y como quien
no quiere la cosa acabó en una fiesta sexual en un viaje a California.
¿Cuáles son las mejores?
Ya ha
llovido mucho desde que el trío calavera fue a su primera fiesta sexual, en la
que se sintieron excitadas y nerviosas. Ahora son todas unas expertas
en la materia. La mujer A cuenta que ella es asidua a las fiestas en las que
además de sexo se tiene muy presente la elección de la música y la decoración
de la sala. Cuanto todo conecta, se excita mucho: "Si entras en una sala
así, lo único que deseas
es deshacerte de tus bragas de inmediato".
La B
comenta que a ella le encanta ser
la anfitriona de estas
fiestas: "Me encanta dar la bienvenida a los novatos y charlar con todo el
mundo, y me gusta dar rienda suelta a mi sexualidad en estas fiestas. Cada vez
que lo hago en estos locales, es una aventura llena de nuevas conexiones,
experiencias y descubrimientos. Cuando tienes un orgasmo se nota, no puedes mentir a nadie, y además ahí no hay
necesidad de hacerlo, lo que te hace sentir muy bien".
Estaba deseosa de buscar nuevas experiencias sexuales, así que
contacté con varias personas por internet. Fue todo un acierto
La
dama C, la música, descubrió un nuevo mundo y se dio cuenta de quién era
realmente. Todo cambió cuando se mudó a Long Island: "Fue revelador para
mí, pues me di cuenta de lo que me gustaba. Comencé a explorar mi sexualidad al máximo gracias a estar rodeada de gente que por fin me hacía
sentir cómoda con mi orientación".
Confiesan sus mejores experiencias
La
primera de estas mujeres ha ido a muchas
fiestas, pero la mejor
experiencia sin duda la pasó en una que dio uno de sus amigos, en su casa. Este
tenía piscina y un amplio jardín. "Era un fiesta privada, de unos 60
amigos. Todos nos conocíamos, y estábamos de muy buen rollo. Fue una
experiencia muy divertida porque cumplí una de mis fantasías: hacerlo en el
agua, como si fuese una sirena. Yo solo quería estar en el agua mientras tenía un
orgasmo. Recuerdo que había uno con
una varilla de acero, otros dos amigos jugaban con mis pechos y mis manos...
Todo ello en un día soleado". Seguro que se lo pasó en grande.
La
segunda mujer (B) no sabe con qué experiencia quedarse de todas, aunque
recuerda con especial pasión una fiesta en la que se lo pasó en grande con otra
mujer. La tercera (C) tampoco se decanta por una, pero sabe lo que quiere:
"Mis preferidas son las fiestas en las que hay conocidos y
desconocidos".
Nada es igual tras ir a una fiesta de sexo
Las
personas que acuden a estas fiestas no son las mismas después de su primera
experiencia. La mujer A revela que ahora es mucho más abierta, de hecho tiene
dos hombres en su vida: su novio y otro chico que a la vez tiene a su novia. Los
cuatro han jugado juntos, y con muchos otros. "Recientemente tuvimos una
cita con una chica que estaba empezando en el mundillo y quería experimentar con mujeres", asegura. La diseñadora es consciente de que a
muchos les extrañará que personas con sus aficiones sexuales tengan pareja
fija, pero ella asegura que es "cuestión de prioridades y
jerarquías". Siente "como si todos fuéramos seres
libres que viven en la selva", pero estamos en la vida
real, y aquí "hay que tener un plan o guía" convencionales.
Cuando estás en una fiesta en la que estás a gusto, lo que deseas
es deshacerte de tus bragas cuanto antes
La
segunda mujer confiesa que no ha sido la misma desde que descubrió la comunidad
poliamorosa de Nueva York: "Pude poner nombre a lo que siento acerca de
las relaciones, y desde entonces he hablado abiertamente del
poliamor y de lo que disfruto en las fiestas sexuales. Antes
estaba cohibida: no le contaba a nadie nada sobre mis fantasías sexuales.
Ahora, en cambio, soy superabierta en lo que respecta al sexo. Y converso
abiertamente sobre ello".
La
mujer C cuenta que desde que comenzó a asistir a estas fiestas disfruta mucho
mñas de su cuerpo y sexualidad. Es toda una fan del sadomasoquismo, y lo
practica sin reprimirse ni un poco porque está más en sintonía con su cuerpo.
Ahora tiene dos amigos con los que se lo pasa en grande. "Una de las
mejores cosas del poliamor es que cada
relación saca de ti una faceta diferente. Cada una de ellas ha sacado una parte diferente de mi",
cuenta.
Desmontan los mitos de estas reuniones
Las tres
entrevistadas animan a todos a acudir a estas fiestas sexuales. Y para quitar
el miedo a los indecisos, desmontan los principales mitos que hay alrededor de
estas reuniones.
·
No
se hacen agujeros en los preservativos: "Es un mito total, nadie
va a una fiesta a quedarse
embarazada.
Si a pesar de ello tienes miedo, solo tienes que llevarte tu propio
condón", dice la primera de ellas.
·
No
es obligatorio tener relaciones sexuales. La mujer B es clara: "La
gente piensa que si va a una fiesta de estas, es obligatorio acostarse con
alguien, pero es completamente falso. Puedes ir, socializar, conocer gente... y
si ves que no es tu rollo solo tienes que irte".
·
No
te obligan a hacer nada. Tienes miedo de no poder decir que
'no' cuando la situación lo requiera. No hay de qué preocuparse. "La gente
está acostumbrada a pedir permiso antes de hacer nada. Sin
consentimiento no se hace nada. Yo me siento mucho más segura en una
de estas fiestas que en un garito normal", relataba B.
·
Puedes
ir como voyeur:
si la curiosidad te mata, pero solo quieres mirar, puedes hacerlo. "Nadie
está obligado a entrar en el juego. La gente puede ir a mirar, conocer
gente", asegura C, quien puntualiza que sí puedes ir de voyeur siempre y
cuando seas respetuoso y mantengas las distancias adecuadas con la gente que sí
está intimando.
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