Persuasión sexual: 4
formas de conseguir lo que quieres en la cama
La dificultad del asunto reside su sencillez. Todos
pueden decir cosas en la cama, pero hacerlo adecuadamente es solo para los más
'pros'. Tenemos los trucos definitivos
El Confidencial
M.P.
21.10.2016
Estás con un ser humano
en la cama pero no le dices lo que realmente quieres. El miedo al rechazo se mezcla con la vergüenza, y la
combinación te paraliza. Solo la idea de comentarle lo que deseas te produce ansiedad. No te preocupes, puedes revertir la situación y
disfrutar de una vez por todas del sexo. Pues, recuerda, sin honestidad las relaciones
íntimas nunca serán lo suficientemente plenas.
En la dificultad del
asunto reside su sencillez. Todos pueden decir cosas en la cama, pero decirlas adecuadamente es solo para los más pros.
Además, la facilidad de acceso a la pornografía no lo hace más fácil: muchas personas dicen y
hacen cosas que ven en los vídeos X pensando que es sexy,
cuando la realidad es muy contraria y lo único que consiguen es el rechazo
de su amante.
Hay solución. Los
expertos de 'Alternet' tienen las claves que necesitas para conseguir lo que quieres del
individuo que está en tu cama. Pero cuidado: son altamente eficaces.
1)
Expresa tus deseos en voz alta
Da igual que tengas un
muro emocional para protegerte del dolor. O que te sientas más cómodo evitando
la confrontación. Los que más saben del tema te animan a que derribes todas las murallas que te separan de tu verdadero yo. Sé capaz de
identificar tus emociones y de expresarlas en voz alta. Nadie puede leer tu
mente aunque vuestra conexión sea espectacular.
Queda
totalmente prohibido echar en cara cosas que tu amante no te da. Cambia el
"nunca me haces..." por "me encantaría que me hicieras..."
Ojo. Sé sincero, pero de forma gradual. Si quieres que baje al pilón
no se lo sueltes así de pronto. Comienza con peticiones simples y suaves como,
por ejemplo, "dame un beso, por favor". Con el tiempo (a lo mejor son
horas), vas a encontrarte diciendo exactamente lo que quieres y, lo que es
mejor, viendo cómo la otra persona hace tus deseos realidad.
Para que todo sea
efectivo debes además modular el tono de tu voz.
Ensaya frente al espejo si hace falta. Antes de soltarlo, date la oportunidad
de escucharte para que veas cómo suenan en realidad tus palabras.
2)
Elige cuidadosamente las palabras
Recuerda que esto se
trata de persuasión, no de ser un borde dictador. Hay determinadas formas de
conseguir que la otra persona haga lo que quieras sin que se note que la estás
manipulando. Un ejemplo: si
quieres que te bese los genitales, no debes decirle "no bajas ahí lo
suficiente". En su lugar, prueba con: "preferiría que siguiéramos con
los juegos previos un poco más". Nunca eches en cara cosas, como: "es
que tú nunca haces...", mejor di: "me encantaría que
hicieras...". Lo importante es pensar antes de hablar, así evitarás
también malentendidos.
3)
Coge a tu amante por sorpresa
Tienes ganas de hacerlo
pero no ves el momento de entrar a tu pareja. Está muy ocupada con el Facebook
y viendo la tele, y piensas que te va a rechazar. ¿Qué haces tú? Quedarte
sentado pensando lo mucho que te gustaría estar en la cama, desnudo y acompañado. Pues amigo, si lo quieres, dilo. La próxima vez que te pongas juguetón no esperes a recibir señales. Agarra a tu acompañante con pasión y cólmale de
besos. Seguro que te rechaza. Si la cosa se da muy mal, apuntan los expertos,
te dirá que vale pero que más tarde.
Si
quieres que te haga una felación no lo sueltes así de pronto. Comienza con
peticiones simples como "dame un beso, por favor"
Además, debes tener en
cuenta que una de las fantasías
sexuales más comunes, sobre
todo entre las mujeres, es precisamente ser dominados en la cama. La
entendida Anna Davies comenta en la revista 'Shape' que
tomar el liderazgo de la relación "puede ayudarte a excitar mejor sus
zonas erógenas" que, en su opinión, "son más difíciles de encontrar
cuando las dos personas están ‘trabajando’ activamente".
Puede que no tengas
confianza en ti mismo, y menos aún con tu amante. Para conseguirla necesitas un
poco de atención y práctica. A veces, te gustaría hacer con tu pareja algo en
concreto pero no
te atreves a proponérselo.
Quieres que te aten, que te azoten o que te introduzcan cosas rígidas. ¿El
truco? Visualizarte haciendo la petición a tu pareja. Luego , respirar profundamente. Y soltarlo, muy
despacio y siempre mirando a los ojos de tu interlocutor. "Verás, quiero
que me ates a la pata de la cama y que me amordaces".
Esta línea es la que
sigue Michela Guarente, sexóloga
de 'SexPlace', quien tras realizar una encuesta entre 5.000 clientes llegó a la
conclusión de que la confianza y seguridad son la clave: "Confía en tu
pareja, confía en que te hará disfrutar y confía en que le harás
disfrutar. Las habilidades dentro del sexo se
manifiestan en el momento menos esperado pero confiar en ti mismo y en tu
pareja hará que os sintáis muy confiados y relajados".
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