26/10/2018
Lo que tus fantasías sexuales revelan sobre tu personalidad
Una pista: los extravertidos no son quienes más buscan sexo loco.
Esas fantasías de practicar sexo en un lugar público o de ver cómo practica sexo tu
pareja con otra persona puede que revele más de lo que piensas sobre tu
personalidad.
El educador sexual e investigador Justin J. Lehmiller
ha analizado en su nuevo libro Tell Me What You Want
las fantasías sexuales de más de 4.000 estadounidenses de todos los ámbitos de
la sociedad (heterosexuales, miembros del colectivo LGTBQ+, personas de toda
clase de corrientes políticas y contextos religiosos).
Y, según ha
descubierto, nuestras fantasías sexuales parecen reflejar rasgos y otras
características de la personalidad. Por ejemplo, los introvertidos son los más
propensos a probar travesuras inusuales en el dormitorio, no los extravertidos.
En la encuesta online de Lehmiller
participaron personas de entre 18 a 87 años, que tuvieron que describir en sus
propias palabras su mayor fantasía. Asimismo, se les preguntó sobre cientos de
personas en concreto, lugares y objetos con los que posiblemente hubieran
fantaseado en algún momento. En total, había 369 preguntas en la encuesta.
Se pidió a los participantes que calificaran su nivel
en cada uno de los parámetros que en psicología se conocen como los cinco grandes rasgos de personalidad: extraversión (lo
sociable o abierta que es una persona), apertura a la experiencia (la
curiosidad intelectual o lo aventurera que es), responsabilidad (la fiabilidad
y capacidad de ejecutar tareas que tiene una persona), amabilidad (lo
cooperativo o comprensivo que es alguien) y neuroticismo (la capacidad de
lidiar con la ansiedad, la depresión o los enfados).
Lehmiller
descubrió que las fantasías sexuales de la gente tienen que ver con su
personalidad única y sus necesidades psicológicas.
"Nuestras fantasías nos dicen algo importante
sobre cómo somos y dónde estamos en un momento dado de nuestra vida",
resume en declaraciones a la edición estadounidense del HuffPost.
Aunque hubo
mucho solapamiento entre las fantasías de los hombres y de las mujeres, las
mujeres se mostraron mucho más apasionadas y atrevidas en sus reflexiones
sexuales.
"Las
fantasías de los hombres tenían mucho más contenido emocional de lo que habían
hecho creer investigaciones previas y las fantasías de las mujeres eran mucho
más atrevidas de lo que sugerían las investigaciones. Al parecer, tenemos mucho
en común con la clase de cosas que nos excitan", señala.
A continuación
te explicamos qué dicen tus rasgos de personalidad sobre tus gustos sexuales.
Extraversión
Las personas
extravertidas son muy abiertas y obtienen su energía estando rodeadas de
personas y actividades. No es ninguna sorpresa, por lo tanto, que se muestren
más sociales en lo que al sexo respecta.
"Las personas extravertidas fantasearon más con
hacer tríos y otras formas de sexo grupal, así como con diversas formas de
poligamia consentida, como el intercambio de parejas y el poliamor",
comenta Lehmiller.
Sin embargo, los
introvertidos mostraron las fantasías menos comunes.
"Los
extravertidos mostraron una menor tendencia a fantasear con actividades tabú, mientras
que entre los introvertidos había más gente con esas fantasías. Esto puede
deberse a que los introvertidos tienen más dificultades a la hora de establecer
las relaciones sexuales que les gustaría practicar y eso incrementa su
propensión a desarrollar intereses tabú y poco habituales", especula.
Amabilidad
Las personas con
un grado alto en la escala de amabilidad mostraron ser más propensas a buscar
el placer a la pareja por encima del placer propio. El cuidado y la atención
que muestran por la gente en su día a día entran en juego también en la cama.
"Sus
fantasías buscan más el placer mutuo. Quieren ver disfrutar a su pareja y se
aseguran de que todo lo que hacen es seguro y consensuado", apunta
Lehmiller. "Estas personas también tienen muchas menos fantasías sobre
sexo sin sentimientos y sexo tabú".
Responsabilidad
Las personas
responsables son muy detallistas. Son la clase de personas que planifican el
sexo y se sienten más cómodas practicando sexo convencional.
"Como sucede con el resto de cosas, las personas
responsables eran detallistas en sus fantasías. Por ejemplo, prestaban más
atención al lugar en el que les gustaría llevar a cabo sus fantasías. En la
cama tendían a ajustarse a las convenciones. Las personas responsables fueron
menos propensas a fantasear con el sexo BDSM y otras clases de sexo tabú", prosigue
Lehmiller.
No hay que equiparar el sexo convencional con el sexo
aburrido, ya que un estudio reciente descubrió que las personas con un mayor
grado en la escala de responsabilidad tienen una vida sexual más satisfactoria que el resto de la gente,
así que no descartes el sexo planificado si no lo has probado.
Neuroticismo
Las personas con
un grado alto en la escala de neuroticismo manejan mucho estrés en sus vidas.
Para estas personas, la experiencia sexual ideal es un encuentro tranquilo y
emotivo con una persona a la que quieren. Son mucho menos propensas a buscar
sexo casual, ya que les estresa la novedad de la situación.
"Las
personas con más neuroticismo fantasearon más en torno a la pasión y el
romanticismo, quizás porque sentirse deseadas las relajaba y les permitía
relajarse y disfrutar de la actividad. Mostraron menos fantasías de sexo grupal
y de probar actividades nuevas, quizás porque implican cierta incertidumbre,
algo estresante", argumenta el experto.
Apertura a la experiencia
Si crees que
cualquier cosa puede gustar a las personas abiertas a probar experiencias
nuevas, no te equivocas. Si existiera un premio a la postura sexual más rara,
estas personas lo ganarían.
"Las
personas muy abiertas a las nuevas experiencias, es decir, curiosas e
imaginativas por naturaleza, tienden a mostrar más variabilidad en sus
fantasías sexuales. Fantasean con casi cualquier cosa que te puedas imaginar,
desde los actos sexuales más convencionales hasta los que son completamente
tabú. Al parecer, si te gusta probar cosas en tu vida, también te gusta en la
cama", concluye.
Si quieres conocer mejor el estudio de Lehmiller, visita su página web.
Este artículo fue publicado originalmente en
el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel
Templeman Sauco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario