Lo cuenta el ilustre
doctor Vicente Pozuelo Escudero (Los últimos días de Franco, Planeta 1980)
quien le prestó asistencia durante los últimos 476 días de su vida como médico
de cabecera”.
Sucedió durante los
últimos días del Caudillo cuando, consciente de que se moría, le pidió al
doctor Pozuelo "No me deje", unas dramáticas palabras "que nunca
podré olvidar". Tampoco el día que entró en la habitación doña Carmen y le
pidió a su marido que abriera los ojos y la mirara. Aunque se encontraba
totalmente despierto, no quiso abrirlos. "Como me ocupaba en aquellos
momentos de tomarle el pulso, noté que se alteraba". Doña Carmen le
suplicó de nuevo que abriera los ojos. Que la mirara. Tampoco en esta ocasión
lo hizo. Cuando se marchó, entonces los abrió". Esto es lo que se dice ni
a la hora de mi muerte. ¿Quieren más ejemplos?.
“Estoy seguro de que si a Franco se le pudiera
preguntar si desea que lo entierren de nuevo, en este caso en El Pardo, junto a
su esposa, diría, sin duda alguna, "¡¡¡No!!!". Como con el faisán.
Respetemos su voluntad”, suplica el periodista del diario El
Mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario