El buen sexo
en pareja pasa por saber masturbarse
Rut Nieves, autora del libro
'Aprender a disfrutar', apunta las tres claves principales para experimentar
más placer y asegura que el hombre tiene también mucha tarea por hacer.
26/10/2019
ElHuffPost
Disfrutar es gozar, sentir placer.
Así lo define el diccionario de la RAE,
aunque para la autora Rut Nieves disfrutar es algo que “no
hacemos lo suficiente”.
Esta arquitecta de emociones, como
se define en su web, defiende que nos han inculcado tanto ‘el tienes
que trabajar duro para demostrar que vales’ que estamos dejando de lado los
placeres de la vida. Preferimos ser el número 1 a relajarnos y disfrutar. “Y si
empezamos a hacerlo, nos sentimos culpables”, asegura.
De eso se dio cuenta en 2013 y decidió dar carpetazo a
su carrera en Alemania como arquitecta y priorizarse. Entonces se convirtió en coach
y plasmó su experiencia en tres exitosos libros —Cree en ti, Manual avanzado y
El amor de tu vida—.
El cuarto, Naciste para disfrutar
(Editorial Planeta), llega ahora a las librerías con el foco puesto
en el sexo, porque tampoco en la cama disfrutamos lo suficiente.
“En occidente nos han enseñado un tipo de sexualidad,
la que hemos visto en las películas, de sexo rápido y salvaje. Cuanto más
rápido y salvaje, mejor”, asegura la autora, que quiere descubrir al lector que
“hay otra forma de disfrutar del sexo mucho más placentera”.
El cine no es el único culpable de este déficit ni
muchísimo menos. La culpa de todo la tiene la falta de educación sexual. “A la
mayoría lo único que nos han dicho es: estos son los órganos sexuales, sirven
para tener hijos, y estas son las enfermedades de las que te tienes que proteger.
En ningún momento nos han contado que tenemos la capacidad y el derecho a
disfrutar del placer y en ningún momento nos han enseñado cómo disfrutar
plenamente de la sexualidad”, se lamenta la autora, para la que hay que tomar
de ejemplo Oriente.
¿Cómo y cuándo llegaste a esa conclusión?
Hace tres años se me empezó a despertar la curiosidad
por todo lo que no estaba disfrutando, empecé a investigar y a leer libros de
tantra, de los taoístas, de la visión oriental de la sexualidad. Me pareció muy
bonito el respeto y la conexión con la que hacen el amor y descubrí que al
mismo tiempo eso les permite experimentar muchísimo más placer que en occidente
donde tenemos relaciones sexuales a toda velocidad. Conectar con la otra
persona, con los ojos, con la piel… permite expandir nuestra energía y conectar
también con nuestro lado más divino. Entras en otra dimensión y eso no nos lo
han explicado.
Habla de tantra y lo practica pero no cree que sea la
única forma de disfrutar plenamente del sexo, según ella hay otras claves mucho
más importantes.
¿Cuáles son esas claves?
Para disfrutar de la sexualidad lo más importante para
mí es quererte a ti misma y a ti mismo tal como eres. Amar y aceptar tu cuerpo.
Estar en paz con tu físico. Sentirte bien contigo mismo cuando estás desnudo.
Eso es básico. Si no te aceptas y te sientes incómodo cuando estás desnudo no
vas a disfrutar tanto porque vas a estar preocupado de lo que piense el otro. Y
lo segundo es estar conectado con tu cuerpo.
¿A qué te refieres con conectado?
A sentir tu cuerpo. Hay experiencias a lo largo de la
vida, no siempre abusos, que pueden ser dolorosas y hacen que nos desconectemos
de una parte del cuerpo. Cuando tenemos sexo brusco y las mujeres no paramos,
hay zonas de la vagina que se insensibilizan para no sentir dolor. Las paredes
de la vagina están diseñadas para experimentar mucho placer y el problema surge
cuando no están suficientemente dilatadas y se acaba haciendo daño. Entonces se
insensiblizan para el dolor pero también para el placer. Ahí es cuando hay que
volver a conectar esa parte y recuperar la sensibilidad.
“Sentirte bien contigo mismo cuando estás desnudo es
básico para disfrutar del sexo”
¿Y cómo se hace eso?
Que las mujeres nos toquemos es superimportante para
conectar con nuestros genitales y recuperar la sensibilidad que casi todas han
perdido por esa forma brusca de practicar sexo. Aprender a darse placer a una
misma con amor ayuda a reconectar con nuestro cuerpo y con el placer y a
sentirse muchísimo más segura en las relaciones de pareja.
Hablas de mujeres, ¿pasa lo mismo en los hombres?
Claro. Para que un hombre pueda disfrutar plenamente
de una relación sexual lo más importante es que crea en sí mismo, se quiera, se
acepte y se respete. El autoamor, el autorrespeto, el autoconocimiento, que el
hombre se toque con amor… Al fin y al cabo también tiene una gran
responsabilidad en la relación sexual. Tiene que sentirse seguro. Si un hombre
no se siente seguro de sí mismo no puede tener una relación con una mujer que
le gusta. De lo que me he dado cuenta es que, para que un hombre se atreva a
tener una relación con una mujer que le gusta, tiene que sentir que está a su
altura, sino no se va a acercar a ella. En el libro digo que la mujer es la que
abre las puertas y que el hombre es el que se acerca. Si no se siente seguro,
no lo va a hacer. Su autoestima también es superimportante.
“Si un hombre no se siente seguro de sí mismo no puede
tener una relación con una mujer que le gusta”
En el libro también hablas de la necesidad de hablar
con la pareja para mejorar el sexo, ¿no se hace lo suficiente?
Hay mucha vergüenza y lo digo por mí. Antes ni se me
pasaba por la cabeza contradecir al hombre. Luego leyendo a Mireia
Darder, fundadora del Instituto Gestalt,
que ha escrito varios libros de sexualidad, he visto que hay muchas mujeres con
vergüenza o miedo a decir nada porque se nos ha educado en que tenemos que ser
sumisas en la cama. Yo no era consciente hasta que no lo leí. Hay mucho miedo a
decir algo: miedo a molestar a otro, a interrumpir su placer, a que se lo tome
a mal… Pero me he dado cuenta de que son fantasmas, cuando lo dices se agradece
la información.
De una u otra manera el sexo sigue siendo un tema
tabú...
Sí. Yo lo hablo siempre que me apetece pero hay
círculos en los que no se me ocurriría sacar el tema porque veo que hay
personas con la mente muy cerrada. Alguna vez me he puesto a hablar en público
de esto y cuando he levantado la cabeza he visto la vergüenza de las personas
que estaban conmigo. ¿Qué pasa? ¿Que no puedo hablar de genitales en voz alta?
Todavía hay mucha vergüenza.
¿Pero no será también porque es un tema íntimo, de la
pareja?
Son cosas diferentes. Puedes hablar de sexualidad sin
compartir intimidad. Hay un tabú enorme por la educación distorsionada que
hemos recibido. Todavía hay vergüenza a hablar. Es algo que es íntimo pero…
“¿Qué pasa? ¿Que no puedo hablar de genitales en voz
alta? Todavía hay mucha vergüenza”
A todas estas conclusiones, ha llegado a partir de su
propia experiencia (en la que se incluyen episodios de abusos) y la de la gente
cercana. “Por alguna razón mis amigos y amigas me lo han contado siempre, les
ha encantado hablar de sus problemas de pareja”, asegura Rut Nieves, que
también se ha formado leyendo a psicólogos, psiquiatras y sexólogos y que no
pretende ser una intrusa en su campo. “Me siento muy en paz con lo que he
escrito porque está basado en mi experiencia, comparto lo que para mí ha sido
vital. No hablo de lo que no he vivido”, añade.
Entre todos esos libros que has leído están también
los de tantra, ¿se puede aprender esta técnica solo con la lectura?
Yo empecé leyendo y luego lo experimenté por mi
cuenta. Después hice algún curso. También es verdad que hago yoga y meditación
y van de la mano del tantra. Ambas te ayudan a respirar, a estar en tu cuerpo,
a liberar emociones, a que fluya la energía…
¿Y es necesario que los dos miembros de la pareja
sepan tantra para practicarlo?
No, si la otra persona quiere experimentarlo se puede
hacer. Es compatible no conocerlo pero los dos tienen que querer. Yo la primera
vez que hice tantra, el chico no lo conocía. Le dije ‘he leído esto, me ha
encantado y me gustaría experimentarlo contigo’, entonces un día simplemente
fluyó. El tantra lo que en realidad dice es ‘deja de hacer tú y permite que el
amor que vive en ti mueva tu cuerpo’. Es un dejarse llevar. Es permitir ser.
Pero en cierto modo en el sexo también es dejarse
llevar.
Sí, pero de una forma mucho más consciente, sin
perseguir el orgasmo. Es simplemente el deseo de experimentar la conexión con
el otro. La diferencia es perseguir o no el orgasmo y la velocidad. El tantra
es un sexo mucho más lento, y se experimenta mucho más placer.
“Si una relación tiene sexo de sin calidad, rutinario,
la relación empieza a marchitarse”
Con o sin tantra, ¿estar cómodo con tu sexualidad es
la clave para una pareja?
No es la única pero es un factor muy importante para
que la relación siga viva. A una relación de pareja le quitas la sexualidad o
tiene sexo sin calidad, rutinario, y la relación empieza a marchitarse. Es como
la alegría de la relación. Hay autores que la llaman el pegamento de la
relación, a mí me gusta más decir que es la alegría de la relación, el aire
fresco. No tiene por qué terminar la relación pero puede apagarse, convertirse
en dos compañeros de piso, en una amistad.
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