¿Qué pinta Millán
Astray en las calles de Madrid?
“Alcaldesa Carmena, cuanto antes se retire el nombre de ese golpista,
mejor”
ElPlural
Dom, 7 Ago
2016
Así decía el
general Millán Astray: “Cataluña y Vascongadas son dos
cánceres en el cuerpo de la nación”.
Quien
difundió semejante bestialidad fue, en efecto, el general golpista José Millán
Astray. El mismo que capitaneó a sus queridos legionarios.
Y el que se
pasaba hablando media noche en la Unión Radio de Sevilla, propiedad
de la familia de Antonio Fontán, que podía entonces oírse en más de media
España.
Ovacionaba
Millán Astray, a través de la radio, a los buenos, que eran los falangistas, y
aquellos militares que se sumaron al golpe de Estado y que hicieron brotar la
dictadura de más de cuarenta años.
Quienes
siendo militares honorables dijeron su no rotundo a generales y a otros altos
jefes del ejército sublevado, todos ellos fueron fusilados por
órdenes directas de Franco. Eso sí, y con un curita al
lado para suavizar la matanza urgida en el Pardo.
Las calles
de Madrid tuvieron que acoger durante el mandato de la dictadura a muchos militares
golpistas, cuyos nombres siguen estando aún a la vista de los
ciudadanos, cuyas casas fueron, en parte, regalos del
franquismo.
Alcaldesa Manuela Carmena,
cuanto antes se retiren esos nombres, mejor.
Y convendría
que todo no siguiera por fin igual, como viene destacando ELPLURAL.COM.
Alcaldesa Manuela Carmena, cuanto antes se retiren esos nombres,
mejor. Por cierto, que callen de una vez los legionarios. Ellos, de acuerdo con
su himno, siguen siendo los ¡novios de la muerte!
Era Millán
Astray, desde luego, un militar bocazas, capaz de montar un asalto
al anciano escritor y rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de
Unamuno, que el 12 de octubre de 1936, en el Paraninfo, lanzó el grito de
“¡Viva la muerte. Muera la inteligencia”! A lo que replicó Miguel de Unamuno:
“Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque
convencer significa persuadir”.
Invito a
quienes nos leen, a repasar los textos del gran historiador británico, Ian
Gibson, sobre Millán Astray.
Con el
llamado Caudillo, sus relaciones, las de Millán Astray, fueron
entonces crispadas. Entre sus amigotes circulaba una frasecita que se leía, o
se dejaba leer respecto a Franco, de este modo: Es “como una paca
culona”.
Enric Sopena
es director de ELPLURAL.COM
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