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domingo, 22 de noviembre de 2015

"Ciudadanos", un fraude a escala nacional.

“Ciudadanos está protegido por los poderosos, que han decidido que Rivera sea quien garantice su estabilidad”
Carlos Delgado, autor de 'Albert Rivera es un lagarto de V' desgrana la cara oculta del líder de Ciudadanos
MARCOS PARADINAS | 21/11/2015
ElPlural

Albert Rivera es un lagarto de V no es sólo un libro con un título simpático y nostálgico para toda una generación. Es una metáfora del personaje que, según su autor, Carlos Delgado, se esconde tras “la cáscara” que ofrece cada día el líder de Ciudadanos en los medios de comunicación. “Un actor las 24 horas del día” que se presenta ante España como “el yerno perfecto, el hijo magnífico y el cuñado extraordinario” pero que esconde a un personaje superficial que sólo quiere “Kens y Barbies” a su alrededor.


Delgado conoce a Rivera desde 2006, cuando a través del partido y la confederación que preside -Unión por Leganés y la Confederación de Partidos Independientes (CAPI), respectivamente- se acercó a Ciudadanos para colaborar. De aquellos tiempos salió un apoyo en avales para Ciudadanos que le permitió presentarse a las elecciones europeas. Y un pacto que se vio traicionado, según Delgado, cuando la formación naranja ya no les necesitó más. Pero aquellas reuniones también han dejado un legado de experiencias que retratan a Rivera en este libro.


Buena parte del libro son anécdotas personales vividas con Rivera que sirven de pinceladas para perfilar al personaje. ¿Cómo es eso de que nunca lleva dinero encima?
Las veces que he tenido relación con él, tanto en Leganés como en Madrid, siempre pagábamos nosotros las consumiciones. Cuando estuvimos en El Lateral de Velázquez, como cuento en el libro, chasqueó los dedos y apareció un hombre detrás que pagó. Pero me llamo mucho la atención en una reunión en nuestra sede en Leganés que le ofrecí una papeleta de cinco euros de lotería de navidad, que es una manera de financiarse para los partidos pequeños, y él no tenía dinero encima, o no me quería pagar, pero quien terminó soltando el dinero fue uno de los suyos, de los que le acompañaban.
En el libro llega a decir que pareciese que Ciudadanos no quiere que maneje efectivo. ¿Cómo es la financiación de Ciudadanos?
Sí, esa es la sensación que da, que parece como que Ciudadanos tiene una caja que controla la propia organización y que paga por Albert Rivera. Pero no tienen la confianza, o no sé qué sistema de gestión tendrán, que no le dan el dinero a Rivera para que sea él quien lo controle. Como si hubiese dos cajas paralelas o dos bicefalias; la bicefalia mediática, que es la que representa Rivera, la del yerno perfecto, hijo magnífico y cuñado extraordinario; y luego está la bicefalia de los intestinos, la estructura interna de la organización, que la llevan otros señores que no son Albert Rivera.

También hay algunas historias que hablan de superficialidad. Negativas a hacerse fotos con ciudadanos o peticiones de que en los posados se quite de su vera a gente que, digamos, no cumplen los cánones de belleza.

No sé si os acordáis de aquella famosa anécdota de unos supermercados donde aparecieron unos currículos en la basura en los que se había anotado: “Es de Parla y es fea”; como si fuese un argumento para no contratar a alguien. Pues aquí ha habido muchos ejemplos en ese aspecto. Lo hemos vivido en Móstoles, donde la persona que había estado respaldando al partido durante muchos años, Pedro Benayas, es liquidado en la carrera por ser candidato porque no daba con el perfil fisiológico. Él era una persona robusta y ellos quieren efebos, Kens y Barbies. Ciudadanos busca un rasgo físico que llame la atención. Vemos a Arrimadas en Cataluña, a Villacís en Madrid, a Ignacio Aguado en la Comunidad de Madrid o al propio Albert Rivera. Es el perfil de lo que se ve en televisión, gente que se preocupa más de la máscara o de la cáscara que del contenido. Y el ejemplo más cercanos es el de Rivera, cuando tras los atentados de París no se le ocurre una mejor idea que poner una foto suya con la Torre Eiffel al fondo recordando que él había celebrado allí su cumpleaños. No he visto nada más frívolo en mi vida. Si eso lo hace otro candidato a presidir el Gobierno le estarían dando palos hasta el fin de sus días.


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