¿Y si hubiera sorpresa y ganase Podemos?
Público
28-1-15
Arturo González
Sí, la Bolsa bajaría y la prima de riesgo subiría un tiempo,
pero España, al menos media España, sería una fiesta. La otra media tendría que
acomodarse a la situación que la España en fiesta sufrió los últimos años.
Tornas cambiadas, que veríamos hasta qué punto serían capaces de tolerar, ellos
tan demócratas.
La ilusión, esa devaluada palabra,
renacería, resulta que gobernar no era tan difícil, sobre todo si no se miente.
No era una revolución, era un ajuste de cuentas pacífico. Los créditos se
pagaban, la gente cobraba, un poco más desde el principio, el Parlamento era un
horno de fabricar el pan de la justicia, los policías ya no daban ostias
gratuitas, la gente les había perdido el miedo, eran simples funcionarios, la
economía seguía funcionando, era mentira lo que había vaticinado Rajoy, los
españoles eran llamados a varias consultas, la catalana incluida, el Rey se
ataba los machos, los curas comprendían que sus privilegios se habían acabado,
los económicos y los educativos, Europa seguía estando en el mismo lugar, había
comprendido que tenían que tragar con la nueva situación de España, que no era
Grecia, los gobernantes no permitirían ahogos ni más recortes, las grandes
empresas, oh, milagro, no habían huido, ni los inversores, a España le habían
apretado las tuercas políticas y sociales, comenzaba a funcionar con cordura,
los medios de comunicación aún conspiraban, pero comprendían que perdían la
batalla, lentamente la pobreza y la desigualdad disminuían, resulta que los
nuevos eran honrados, España no era Jauja, pero tampoco patio de Monipodio, los
gobernantes rendían cuentas. España empezaba a ser un país transparente, los
jueces aplicaban las nuevas leyes sin que se sospechase de ellos, los bancos
cedían en sus usuras, todo el mundo podía encender la calefacción, los niños
comían, los maestros enseñaban en libertad, la sanidad volvía a ser como hacía
tiempo, Catalunya había decidido quedarse en España, América, con Hillary
Clinton, nos respetaba, la gente comenzaba a comprender que con los nuevos las
cosas iban a mejor, empezaban a estar contentos, la televisión pública ya no
engañaba, los Presupuestos Generales eran más justos y creíbles, el número de
imputados había descendido a mínimos soportables, el gran problema continuaba
siendo crear nuevas industrias acordes a las necesidades mundiales, poco a poco
pero de manera continuada y visible, era un gozo ver un país honrado, en el que
ya no había esclavos laborales, al desempleo había que meterle mano, en ello
estaban, los sindicatos funcionaban, la izquierda no era excluyente, los
españoles habían tomado conciencia y por eso exigían. Atrás quedaba la
prevaricación política.
Ahora se mofarán y me dirán que es un
sueño ingenuo e imposible. Cierto. ¿Pero tan cutres somos como personas para ni
siquiera intentarlo? ¿No seríamos más felices?
Gota BESTIARIO: De los cuatro
principales candidatos, ¿quién sería un asno, quién un pingüino, quién un
rinoceronte y quién un lobo?
Gota DISCULPA: PP: “Como en toda Europa,
el Presidente solo debatirá con partidos con representación parlamentaria”.
Pero bien que les pide a los de momento extraparlamentarios que se incorporen
al Pacto antiyihadista y critica a quienes no lo hacen.
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