Los 17 intentos de matar a Franco
Anarquistas, falangistas y también monárquicos
diseñaron planes para acabar con la vida del dictador durante los 36 años que
estuvo en el poder, pero también antes de que se proclamara el golpe de Estado.
El peligro nunca llegó a rozarlo.
Público
14-11-15
ALEJANDRO
TORRÚS
MADRID.- Franco murió en la cama. Es una verdad
innegable. Pero no fueron pocos los que intentaron asesinarlo incluso antes del
golpe de Estado. Aunque para muchos se quedó en una mera idea, otros tantos se
pusieron manos a la obra e intentaron acabar con la vida del dictador pensando
que así se acabaría su dictadura.
Lo intentaron, sobre todo, los anarquistas, pero también los falangistas y
algunos monárquicos tuvieron encima de la mesa su asesinato como única vía para
el retorno del rey. Los intentos de acabar con la vida del Generalísimo se
sucedieron hasta 1970. Sin embargo, y como es evidente, ninguna tuvo
éxito. El peligro nunca llegó a rozar a Franco.
Este reportaje ha sido elaborado con la información del libro Matar a Franco de Antoni Batista (Editorial
Debate), la obra Los atentados contra Franco, de Eliseo Bayo y
el documental de TVE Objetivo: Matar a Franco.
1. Tres anarquistas antes del golpe
de Estado
El primer intento de matar a Franco lo protagonizaron tres anarquistas en las Islas Canarias (Antoni
Vidal, Antonio Tejera y Martí Serasols) el 14 de julio de 1936. El Comité
Confederal de la CNT de Canarias y la FAI decidieron ejecutar al general Franco
que, en aquel entonces, era comandante militar de las islas, según publica
Antoni Batista en la obra publicada este año Matar a Franco. Para
los anarquistas, acabar con Franco era la mejor manera de abortar o, al menos,
paralizar el golpe de Estado que la derecha estaba tramando.
Los anarquistas solicitaron apoyo logístico al gobernador civil de la República
en Canarias, Manuel Vázquez Moro, quien se negó en rotundo. Franco
aún era un militar que había jurado lealtad a la República. No obstante, los
tres anarquistas encontraron la ayuda de la propietaria del restaurante Odeón y
regente de la Comandancia Militar de Canarias, en la plaza Weyler de Santa Cruz
de Tenerife. La cantina tenía acceso a la nave del pabellón donde estaba la
habitación de Franco. Por ahí penetraron Vidal, Tejera y Serasol la noche del
14 de julio de 1936 y consiguieron llegar a la puerta del dormitorio de
Franco.
El gobernador civil que negó ayuda para asesinar a
Franco fue detenido tras el golpe de Estado militar y fusilado el 13 de
octubre
Sin embargo, para desazón de los atacantes, la puerta
estaba cerrada a cal y canto y también la ventana. El día antes habían
asesinado a Calvo Sotelo y había llegado a los oídos del futuro dictador que él
también podría ser asesinado. Tras escuchar sus disparos, unas fuentes señalan
que Franco comenzó a gritar "socorro y ayuda" y,
otras, como su primo el teniente coronel Francisco Franco Salgado-Araújo,
Pacón, escribió que ni se inmutó y siguió durmiendo. Esta última versión
también fue sostenida por su hagiógrafo Luis de Galinsoga.
En un primer momento, los tres asaltantes, pese a fracasar en su objetivo,
lograron escapar. Cabe resaltar que el gobernador civil que negó ayuda para
asesinar a Franco fue detenido tras el golpe de Estado militar del 18 de julio
de 1936 y fue fusilado el 13 de octubre del mismo año. "No permitió que mataran a Franco, y Franco lo mató a
él", sentenció el libro.
2. Amadeo Hernández, de camino al
funeral de Balmes
Un día después, el 15 de julio de 1936, fue asesinado
el general Amadeo Balmes en Las Palmas y
Franco acude al entierro. La noche del 16 de julio Franco se embarca en el
Viera y Clavijo. En el barco la policía detiene a Amadeo Hernández, a quien
acusaron de querer asesinado a Franco contratado por el Frente Popular. Lo condenador
a cuatro años de cárcel, fue enviado a la península y fusilado junto a otros
tres republicanos que fueron acusados de querer volar el Hotel Madrid, donde se
encontraba Franco en Canarias.
3. Un atentado en el túnel de La
Laja
El mismo 18 de julio de 1936 Franco tiene que salir de
la capital de Gran Canaria para trasladarse a la Base Aérea de Gando, donde le
espera un avión para trasladarle a Marruecos y ponerse al frente del Ejército
de África. El camino habitual para este trayecto debía haber llevado a Franco a
coger la carretera del Sur hacia Gando pasando forzosamente por el
angosto paso del Túnel de La Laja y allí, según diversos
historiadores locales, le estaba esperando una emboscada. Un retén armado quería fusilarlo.
Con los años se acusó de este intento de atentado a
Juan García Suárez, alias el 'Corredera', que pasaría 20 años huido de la
Justicia y sería asesinado por garrote vil
Sin embargo, el general decidió ir a Gando por la vía
marítima tomando una embarcación en el antiguo Muelle de Las Palmas que llegó
directamente a la bahía de Gando, donde le esperaba calentando sus dos motores
el avión inglés Dragón Rapide financiado por Juan March y
gestionado por Luca de Tena. Con los años se acusó de este
intento de atentado a Juan García Suárez, alias el 'Corredera', que pasaría 20
años huido de la Justicia y sería asesinado por garrote vil en septiembre de
1959.
4. El funeral de Mola, una oportunidad real
En junio de 1937 falleció el general Mola, director
del golpe, en un accidente aéreo. Franco asistía al entierro y la aviación
republicana quería aprovechar la oportunidad para atentar contra la vida del
dictador. Sin embargo, una mala coordinación por parte del ejército republicano
impidió la llegada de los bombarderos a la zona del funeral.
5. Kim Philby, periodista inglés y
espía soviético
El doble espía británico, Kim Philby, que trabajó también a las órdenes de la
Unión Soviética, fue reclutado en 1937 por Stalin para asesinar al general
Franco, según informó en 2001 el diario británico The Times, que accedió a unos documentos
desclasificados del servicio secreto británico. Según el artículo, Stalin
encargó matar a Franco a este doble agente a principios del año 1937, mientras
cubría como periodista la Guerra Civil (1936-1939) para The Times.
Stalin encargó matar a Franco a este doble agente a
principios del año 1937, mientras cubría como periodista la Guerra Civil para
'The Times'
Philby era la persona ideal para cometer el asesinato.
Sus artículos eran verdaderas alabanzas al bando franquista y, de hecho, llegó
a ser condecorado por el propio Franco con la Cruz Roja al Merito Militar
después de que fuera herido por la metralla de un proyectil ruso. El plan
de asesinar a Franco tuvo que ser abortada, finalmente, tras la desaparición
del superior de Philby en esta misión: Paul Hardt, quien había recibido la
orden previamente de Yezhov para reclutar a un hombre inglés.
6. El intento de Falange Auténtica:
el 1 de abril de 1941
El último intento de Falange apenas sí puede
considerarse apenas una tentativa. A finales de marzo de 1939, el coronel
Rodríguez Tarduchy y González de Canales se citan clandestinamente en la ermita
de San Antonio de La Florida, bajo los frescos de Goya y al pie de su panteón,
para hablar de la ejecución de Franco. Los dos coinciden en
hacerla efectiva el 1 de abril durante la visita de Franco al Teatro Español
para ver la obra Las mocedades del Cid.
Días antes, Carduchy convoca una reunión en su casa, en Alberto Aguilera número
40 (Madrid), a los cabecillas de la Falange Auténtica. Asisten Rodríguez
Tarduchy como presidente. Patricio González de Canales, secretario, y los jefes
territoriales, Juan Bautista Pérez de Cabo (Levante), Ventura López (Santander)
y Gregorio Ortega (Canarias). El orden del día era: 1) Estudio del a necesidad de eliminar o no al jefe de Estado y de la
situación que se generaría en caso efectivo. 2) Realización de la
operación. 3) Estudio de la disolución de la Junta en caso de no aprobarse la
eliminación del Generalísimo.
Votaron no matarlo por cuatro y una abstención. El argumento mayoritario era que
la muerte de Franco podría significar una invasión nazi y la liquidación
material de Falange Auténtica. Además, había convencimiento de que estaban
siendo espiados por la Policía. Pérez de Cabo, autor del primer libro sobre la
Falange, fue fusilado por adhesión a la rebelión.
7. Conspiraciones de monárquicos y
anglosajones
Los generales monárquicos Kindelán y Aranda, de
tendencia anglófila, también estaban en contra de Franco porque consideraban
que estaba subordinado a los intereses de Alemania. Tenían el apoyo de
económico de Gran Bretaña para que convenciera a Franco de mantenerse neutral
en la II Guerra Mundial. Los británicos también pensaban que cuanto más tiempo
estuviera en el poder más fácil sería que España cayera en manos de la
URSS.
El atentado contra Franco nunca fue una posibilidad real. Tampoco hubo un plan
orquestado pero estuvo encima de la mesa hasta 1948, cuando Estados Unidos y
Gran Bretaña dispusieron que el régimen de Franco ya sólo era un peligro para los propios españoles.
Enrique Marco Nadal ofreció al documental Objetivo:
Matar a Franco su testimonio sobre el intento de asesinar al dictador, que él
mismo protagonizó. El anarquista Marco Nadal, junto a
otros compañeros, había recorrido el subsuelo de Madrid y localizado el punto
exacto que quedaba debajo de las Cortes, actual Congreso de los Diputados, para
colocar una carga de "goma x", según señala el propio Nadal.
Nadal fue detenido en 1947 por su actividad sindical y
por, tal y como recoge su sentencia de muerte, haber pedido a Francia 100 de
kilos de explosivos
Nadal, sin embargo, fue detenido en 1947 por su
actividad sindical y por, tal y como recoge su sentencia de muerte, haber
pedido a Francia cerca de100 de kilos de explosivos,
que Nadal asegura que eran para este fin. Finalmente, y gracias a su hermana,
conmutaron la pena de muerte de este hombre por 20 años de prisión.
9. El intento de atentado de 'los
maños' que termina en robo
En 1949, el grupo anarquista Los Maños, establecido en
el Pirineo francés, viajó a Madrid con la idea de acabar con la vida del
caudillo. Los Maños eran un grupo anarquista, dirigido por Wenceslao
Giménez Orive, y sus integrantes eran, en gran medida, huérfanos de
represaliados por la dictadura, que buscaban venganza. La historia de este
intento de atentado fue contada por uno de los integrantes de este grupo, Mariano Aguayo al documental Objetivo: Matar a Franco.
En febrero de 1949, el grupo viajó a Madrid tras contactar con un
militar que, a cambio de 200.000 pesetas, ofrecía los planos de El Pardo para
volarlo por los aires. Como no tenían ni un duro, el grupo decidió atracar un
banco y escogieron una sucursal del Popular en la calle de Embajadores. Tras
robar un coche de lujo y pedir al conductor que esperara en el parque del
Retiro para devolvérselo tras el atraco.
Uno de los integrantes de los maños desveló a la
Policía la ubicación del grupo en el año 1950. Wenceslao se suicidó con cianuro
tras ser detenido.
El atraco fue un éxito y los aspirantes a asesinar al
dictador se dirigieron al mítico parque del centro de Madrid donde habían
quedado con el militar que les iba a proporcionar la información a cambio del
dinero. Sin embargo, el militar nunca apareció. "No
sabemos si lo descubrieron a él antes o es que se echó para atrás",
señaló Aguayo al documental de TVE.
Uno de los integrantes de los maños desveló a la Policía la ubicación del grupo
en el año 1950. Wenceslao se suicidó con cianuro tras ser detenido.
10. Los anarquistas vuelven a la
carga: 17 de mayo de 1947
Un grupo de anarquistas españoles, triunfantes en
Francia en la batalla contra el nazismo, intentó también asesinar al dictador.
A finales de abril de 1947, el grupo Los Maños y el
héreoe Ramón Vila Capdevilas, alias Caraquemada, planean
matar al jefe de la Brigada Social en Barcelona, Eduardo Quintela, y a Franco
en la misma ciudad que conocían al dedillo. Era el Plan Mil 1.
La primera de ellas tuvo lugar en la cuenca minera del
Bages, en Sallent (Barcelona). El grupo pretendía sembrar de minas la calzada por donde debía pasar
la comitiva de Franco y abrir fuego con metralletas y morteros. Eran alrededor
de cincuenta milicianos bien equipados. Sin embargo, un error de cálculo llevó
a que los atacantes dispararon antes de tiempo llevando a la Guardia Civil y al
Ejército a abortar el paseo de Franco.
Domenec Ibars se sintió culpable de lo ocurrido e intentó, sin éxito, vaciarle
un cargador de nueve milímetros al dictador durante su paseo triunfal por
Barcelona. El documental Objetivo, matar a Franco también
recoge que Ibars llegó a tener preparado un atentado contra Franco en pleno
centro de Barcelona a través de una explosión, pero que al acercarse un grupo
de niños, prefirió abortar la misión. El 5 de noviembre de 1949 Ibars fue
detenido. Pasó 20 años en la cárcel y nunca vio a su mujer y a su hija.
11. Tiroteo en Ponferrada al
Mercedes blindado
El 28 de julio de 1949 estuvo a punto de cambiar la
historia de España. Un día antes, el Ayuntamiento de Ponferrada había entregado
al Generalísimo la primera Medalla de Oro de la ciudad, además del título de
alcalde honorario, según recoge el ABC del día 29 de julio, que retrata también
el caluroso recibimiento que recibió Franco.
Sin embargo, no todo fueron abrazos. El diario estadounidense Milwaukee Sentinel publicó que Franco sufrió un
intento de atentado cuando abandonaba la ciudad para dirigirse a León a la
inauguración de un centro hidráulico. La información también fue publicada en
la agencia de noticias The International News Service, que pertenecía en aquel
momento al conocido magnate Willian Rndoplh Hearst y por el diario España
Libre, que se editaba en Estados Unidos por el Órgano de Sociedades Hispanas
Confederadas de los Estados Unidos.
Un grupo de guerrilleros apostados en los montes de la
salida de Ponferrada disparó contra el vehículo que transportaba a Franco
Según estas informaciones, un grupo de guerrilleros
apostados en los montes de la salida de Ponferrada disparó contra el vehículo que
transportaba a Franco alcanzando a varios miembros de la comitiva pero sin
alcanzar al Generalísimo, ya que viajaba en el Mercedes blindado que le había
regalado Hitler.
12. Bombardeo aéreo frustrado en
Donostia: 12 de septiembre de 1948
A las ocho de la mañana de aquel 12 de septiembre, un
grupo de anarquistas españoles formado por, entre otros, Primitivo Pérez, José
Pérez Ibañez, Antonio Ortiz y Laureano Cerrada con
la ayuda de Georgis Fontenis, que compró una avioneta valorada en tres
millones. El plan era bombardear el yate de Franco uno de los dos días de
regatas en La Concha, gran acontecimiento posterior a la Semana Grande. El
grupo cargó cuatro bombas incendiarias de diez kilos y otras veinte de fragmentación, robadas de un polvorín alemán.
"Cargamos en la avioneta alrededor de 120 kilos de bombas y no cargamos
más porque ya no había sitio", señaló Ortiz en declaraciones a TVE.
Sin embargo, el plan no se pudo realizar porque en el
vuelo, la avioneta, una Norecrin F-BEQB nº 139,
se encuentró con un hidroavión que los desvía de La Concha y luego aparecieron
hasta seis cazas del Ejército del Aire. Los atacantes decidieron posponer el
ataque. Cerrada propone guardar el material y bombardear Aiete, el palacio en
el que Franco instala su veraneo emulando a los borbones. La lluvia, sin
embargo, impide este segundo atentado.
13. El 'Plan Mil 1', segundo
intento: 2 de marzo de 1949
Pedro Adrover, el Yayo, que ya había intentado atentar
contra el Generalísimo, volvió a intentar asesinar a Franco en la catedral de
Barcelona. El Yayo colocó en un explosivo en una caja de zapatos que situó en
la tercera capilla, entrando a mano derecha, consagrada a San Pancracio y San
Roque. Según fuentes anarquistas -recoge la obra Matar a Franco- la bomba estalló antes de tiempo,
cuando la catedral estaba vacía, porque la mala mar retrasó mucho el atraque
del crucero Méndez Núñez, donde llegaba el dictador.
14. Defensa Interior con la CNT a la
cabeza
Ya en 1962, viaja a la península Octavio Alberola, hijo de un anarquista español
exiliado en México durante la Guerra Civil, viaja a Europa para asesinar a
Franco. La CNT acaba de reunificarse y junto a Cipriano Mera y Juan García
Oliver crean Defensa Interior, que lleva el peso de los planes para atentar con
Franco. Estudiaron las diversas residencias del dictador para encontrar el
lugar idóneo y escogieron el Palacio de Aiete, en Donostia. La idea era colocar
un explosivo en la cuesta que llegaba hasta el palacio.
"Queríamos volver a nuestro país y cuanto antes
derrotáramos a Franco antes volveríamos"
Juli Hermosilla, exiliada en Francia, fue enviada a
Donostia para recoger información sobre la actividad alrededor del Palacio.
"Queríamos volver a nuestro país y cuanto antes derrotáramos a Franco
antes volveríamos", señaló Hermosilla a TVE.
El veterano anarquista Ángel Aransaez,
condecorado por la República francesa por su lucha en la II Guerra Mundial,
pidió ayuda a ETA para pasar los explosivos de Francia a Donostia. Yulen
Madariaga fue su contacto en ETA, que entregó la maleta con explosivos a los
anarquistas en Donostia. La bomba fue colocada en un huerto a unos 100 metros
del Palacio de Aiete y en un monte cercano se asentó el comando que debía
accionar la bomba a distancia al paso del Generalísimo. Las pilas duraban siete
días.
"El problema es que Franco no llegó y las pilas se acabaron. Nadie sabía
cuando llegaba. Y por el peligro que representaba dejarlas allí, decidimos
hacerlas explotar", reconoce Alberola. Era el 19 de agosto de 1962.
Franco llegó el día siguiente a Donostia. La bomba fue atribuida a
ETA.
15. Segundo intento de Alberola: El puente de los
franceses
El lugar elegido para el segundo intento de Alberola
para matar a Franco fue el puente de los franceses en Madrid en 1963. La idea
era colocar el artefacto explosivo debajo del puente y activar la bomba desde
una loma al paso de Franco desde El Pardo. A mediados de mayo, Francisco
Granados trae de Francia los detonadores de los explosivos. Sin embargo, no había
previsiones de que Franco pasara por allí a corto plazo y el plan se
abortó.
16. Un kilo de explosivos para
Franco en la Copa del Generalísimo
En agosto de 1964 aterrizó en España el británico
Stuart Christie, de 17 años, cruzó la frontera española con el cuerpo envuelto
en un kilo de explosivos. Perteneciente a la Federación Anarquista Escocesa se
puso en contacto en París con Defensiva Interior. Christie acudió a la
oficina American Express, cercana al Congreso, donde debía
recibir órdenes. Allí fue detenido por la Policía. Cuatro días después de su
detención, la Policía llevó a Christie al lugar donde debía encontrarse con el
veterano anarquista Fernando Carvalho Blanco. "Fue muy difícil para mí
porque sabía que yo iba a ser la miel en la trampa para atrapar a
Carvalho".
"Ya he repetido que no quiero matar a Franco.
Solo quiero que sienta, a poder ser en su propio cuerpo, aquel fuego que
destruyó Gernika y que posteriormente juró y perjuró que era mío"
"Querían hacerme confesar que tenía preparado un
atentado contra Franco junto al compañero británico. No lo consiguieron pese a
los numerosos golpes", declaró Carvalho tras ser liberado por la
Policía. La final de la Copa del Generalísimo en 1964 en el estadio
Santiago Bernabeu era el escenario elegido, tal y como recogía la sentencia del
Consejo de Guerra. Cristie fue condenado a 20 años y Carvalho a 30 años siendo
el último preso político en salir de la cárcel tras la muerte de Franco. Fue el último plan anarquista para matar a Franco. Defensa
Interior tuvo que rendirse.
17. La venganza de Gernika
Joseba Elósegui era capitán de gudaris en Gernika
durante el bombardeo nazi. Jamás perdonó aquel despiadado ataque. El 18 de
septiembre de 1970 Elósegui preparó su propia venganza. Ese día, el dictador
estaba en Donostia presidiendo un partido de pelota vasca en el frontón de
Anoeta. El plan de Elósegui era abrazar a Franco envuelto en llamas.
"Ya he repetido que no quiero matar a Franco. Solo quiero que
sienta, a poder ser en su propio cuerpo, aquel fuego que destruyó Gernika y que
posteriormente juró y perjuró que era mío", escribió Elósegui en su
diario.
Sin embargo, a Elósegui no le permitieron la entrada en las tribunas inferiores
y tuvo que subir a la segunda galería, desde donde se lanzó envuelto en llamas
a lo bonzo mientras gritaba Gora Euskadi askatuta (Viva
Euskadi libre). No consiguió llegar hasta su objetivo y a punto estuvo de
perder la vida. Fue condenado a siete años de cárcel y, tras la muerte de
Franco, Elósegui fue nombrado Senador, cargo que ocupó durante 10 años.
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