Por qué la Generación Z folla sin condón
Cerca de 9.000 casos de ETS en 2018 hacen que se hable de epidemia.
20/09/2019
PorMarina Prats
ElHuffPost
Cuando
nacieron ya había Internet. Dominan varios idiomas y tienen un alto nivel
educativo. Y forman parte de una generación vapuleada a nivel de empleo. Pueden
acceder a toda la información a golpe de clic. Sin embargo, en la cama
follan sin condón.
Los conocidos como centennials o Generación Z —nacidos
entre el 1995 y el 2000— son los que más descuidan el sexo seguro, a pesar de
ser más precoces.
El uso de condón entre los jóvenes de entre
20 y 24 años ha caído de un 84 a un 75% entre 2012 y 2018, según
datos del Ministerio de Sanidad. Esto ha provocado un aumento de las
enfermedades de transmisión sexual
(ETS). La ausencia de preservativo en las relaciones sexuales ha
hecho que se alcance un máximo histórico de contagio de este tipo de dolencias
en España: cerca de 9.000 casos en 2018,
que han obligado a Sanidad a hablar de epidemia.
Pero, ¿por qué una
generación tan formada y que vive de pleno la sexualidad no usa condón?
El VIH ya no asusta
Los expertos lo tienen claro: “Se ha perdido
el miedo al contagio del SIDA”. La epidemia que causó pavor en los 80 y 90 en
todo el mundo parece una leyenda urbana. Los medicamentos retrovirales la
convierten en una enfermedad crónica y no mortal, pero los datos siguen ahí:
entre 140.000 y 170.000
personas en España tienen VIH y cinco de cada diez no han sido
diagnosticados.
“La gente joven lo entiende como una infección
más controlable y están más tranquilos porque no hay tantas muertes”, indica
Raquel Hurtado, responsable de juventud de la Federación de Planificación Familiar
Estatal (FPFE). El descenso de fallecimientos en la segunda década
de los 2000 lo explica. En 2016 fallecieron 498 personas (un 1,2% del total de
muertes en España) frente a las más de 4.000 que morían anualmente en los 90,
según el Ministerio de
Sanidad.
Esto no significa que la enfermedad haya
desaparecido. “Hay que repetir hasta la saciedad conceptos claros para evitar
confusiones frecuentes, el SIDA ni está erradicado ni se cura. Simplemente se
convierte en una enfermedad crónica”, enfatiza Mercedes Herrero, ginecóloga y fundadora de Salud
Sexual Para Todos.
Desconocimiento de lo que supone una ETS
Las ETS entran desde 2019 en el grupo de
enfermedades calificadas como epidemias en España junto a otras como la gripe o
el sarampión. Aunque este caso es distinto: por el tabú que supone hablar de
ello y, sobre todo, el desconocimiento que hay. Para los centennials,
cualquier ETS se cura fácil y no tiene consecuencias a largo plazo.
Las principales son la gonorrea, la sífilis
y la Chlamydia, pero también se ha notado un repunte en el Virus del Papiloma
Humano (VPH). Este último pasa prácticamente desapercibido entre los
jóvenes. “No tiene síntomas”, señala Herrero. “No se vive como un problema
entre la población joven. A esta edad es muy fácil contraerlo, pero también
eliminarlo. Los cánceres asociados al virus tardan años en aparecer y eso hace
que pierdan el miedo”, detalla.
Este problema
podría haberse prevenido con la vacunación. Se introdujo la vacuna en el
calendario este 2010 y está disponible en las farmacias bajo receta médica.
Pero no protege de todos los tipos de VPH y la tasa, según las expertas, sigue
siendo baja en algunas regiones de España. Para los chicos “todavía no se ha
incluido en el calendario”, se queja Herrero.
Las consecuencias de
sufrir cualquier ETS a largo plazo van mucho más allá de los síntomas iniciales
que generalmente se curan con antibióticos. “La Chlamydia, la gonorrea y la
sífilis están asociadas con la esterilidad”, recuerda Herrero, que apunta que estas
dolencias también pueden ser mortales (la sífilis o el SIDA) o provocar cáncer
(VPH, Hepatitis B y C).
Ni educación ni concienciación
La mayoría de jóvenes de la Generación Z no
se sientan a hablar con sus padres de sexo, ni tampoco reciben formación en los
institutos. España es de los pocos países del mundo en los que no se imparte
educación sexual y afectiva en los centros educativos. “No se explican ni los
riesgos ni las habilidades, tampoco se les educa a decir ‘sin preservativo,
no’, ’con preservativo desde el principio”, indica Hurtado.
La educación sexual no solo mejora la
prevención de las ETS, sino que hace que las relaciones sexuales se inicien más
tarde y “de forma más autónoma y responsable”, según Planificación Familiar.
Cuando esto falta, los jóvenes tiran de
pantalla. Toman como referente lo que ven en el porno y allí “el
condón brilla por su ausencia”. Y no solo eso. “Distorsiona la erótica”, apunta
la experta en Planificación Familiar Hurtado. “Hay incluso jóvenes que nos
preguntan cuál es la forma correcta, como si hubiese una buena o una mala”,
añade.
A esto se suma la casi total ausencia de
campañas de concienciación. Desde el “solo con condón, solo con coco” de 2008,
casi no ha habido publicidad institucional para fomentar el uso del
preservativo. Hasta este 13 de junio, cuando el Ministerio ha presentado una
nueva campaña.
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