Tal vez depilarse el pubis no es tan buena idea.
Hace 15 años
en la revisiones ginecológicas era habitual que las mujeres vinieran con sus
genitales con el vello tal y como viene de serie.
Mónica Molner
19/9/19
ElHuffPost
No estoy aquí para hablar de moda, ni soy quién, ni tengo vocación para
eso. Mi misión es la de crear tendencia en un asunto sanitario que se nos ha
ido de las manos y de las cuchillas… Ser más o menos peludo/a va a depender de
varios determinantes, el primero sería la genética, y contra ese no podemos
luchar, a no ser que, acudamos al láser o nos hagamos transgénicos como el maíz
y entonces seamos los dueños de “un mundo feliz” sin pelos, cual Hare Krishna
integral. El segundo, dependerá del espacio-tiempo donde estés, esto de la moda
es lo que tiene, puedes sacar del armario una pieza de hace 20 años para ir a
la última, o ponerte las gafas que llevaba tu abuelo porque “molan mucho” pero
sin cristales.
Hace 15 años en las revisiones ginecológicas era habitual que las
mujeres vinieran con sus genitales con el vello tal y como viene de serie. Por
aquel entonces, no había tanta variedad cultural en nuestras consultas y cuando
llegaba una chica totalmente depilada solía ser deportista. Ahora, lo difícil
es ver el “estilo natural”. Como esto es un tema cultural, nada tiene que ver
el estilo que llevan pakistaníes, chinas o venezolanas. Estas últimas, desde su
tierna infancia han recibido recomendaciones sobre la estética que aquí no nos
hicieron nuestras madres.
Si yo fuera influencer, podría proponer hasta que se hicieran
mechas, pero mi misión no es esa. No puedo evitar recordar la peli American
beauty cada vez que veo un pubis que recuerda a un “Amazonas deforestado”.
Allá cada una/o con lo que le quiera hacer a su cuerpo, siempre que no sea su
pareja la que controla el vello o el móvil. Dejando el tema de la moda y de la
influencia que puede ejercer el porno, como sanitaria debo informar que el
vello del monte de Venus está ahí para evitar infecciones, y su ausencia está
en el origen del incremento de foliculitis o dermatitis, aunque lo que más
suele preocupar son las verrugas genitales, consecuencia de la combinación de
la depilación junto con otros aspectos de la realidad sexual. Si a que se
cambie de pareja con más rapidez o lo de tener “parejas abiertas” le añadimos
la precocidad en el inicio de las relaciones, aumenta el área de exposición al
desaparecer la trinchera (vello), y los virus como el papiloma (tipos 6 y 11)
lo tendrán más fácil para llegar a territorios hasta entonces protegidos y
sembrar allí verrugas en forma de coliflor. En otras ocasiones lo que vemos son
acrocordones diseminados por la cuchilla o por el roce de una pieza de ropa,
esta vez con forma de champiñón.
“Hace
15 años en las revisiones ginecológicas era habitual que las mujeres vinieran
con sus genitales con el vello tal y como viene de serie.”
El que nuestras niñas-jóvenes empiecen a tener relaciones con
penetración mucho antes de que yo me diera el primer beso con lengua (morreo)
merece otro artículo, al igual que el papiloma, que tendrá uno para él solito
próximamente.
Si pensamos en los pelos repartidos por otras partes del cuerpo, vemos
que ser calvo puede suponer una vergüenza para los que abrigan sus cabezas con
pelucas mientras que, si van decoradas con tatuajes acompañando a una linda
barba y unos ojazos azules cual Ragnar el vikingo, pueden incluso añadir un sex-appeal
que no encontraremos en Homer Simpson.
Cuando no existían las cremas depilatorias ni el láser, había mujeres
que se quemaban los vellos de los brazos quedándose con olor a “piel chamuscá”,
y no imagino a los hombres del pasado haciendo lo mismo, pero seguro que ahora
los hay. Los cánones de belleza van cambiando a lo largo de la historia, ahora
hay chicos que “se arreglan las cejas” mientras otros dicen que eso es “cosa de
gays”. Para mí, donde esté un hombre de “pelo en pecho” (sin llegar al hombre
lobo) que se aparten las tabletas imberbes.
Si trabajas en el mundo
de la estética o la moda o eres influencer, te agradecería que después
de lo leído aquí, hagas un ‘Dímelo’ para poder pasar al ′Díselo’ y volver a
crear tendencia en el mundo de las depilaciones “justitas”. Si no eres nada de
lo anterior, dile a tus amigas/os que lo que se lleva ahora es el “salvaje pero
apañao”. Y gracias a ti también por el aleteo de mariposa que cambia el mundo.
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