Blanco y negro
¡Congratulations
América!
Son las
miserias y las grandezas de este gran pueblo. Después de sufrir los graves
errores del peor presidente que han tenido en toda su historia, el místico
etílico George W. Bush, son capaces de reaccionar (después de ocho años) y
llevar a la Casa Blanca
a un Presidente negro. Medio blanco y medio negro. Podemos decir que se ha
marcado un hito en la historia del mundo.
Bush ha
sido un presidente torpe, arrogante y nefasto que ha sumido al mundo en una de
las crisis más dramáticas que se hayan conocido. El Presidente electo Obama
recibe una herencia que ha hecho temblar los cimientos de las economías de
todos los países y donde la humanidad se esta viendo afectada, golpeada
terriblemente por la mala gestión de un mandatario mentiroso que alguien
calificó tan acertadamente como el mismísimo diablo.
Habrá un
antes y un después. Todavía no hace muchos años que se abolió la esclavitud
totalmente en los EE.UU; el que en los autobuses los negros tuviesen que ceder
los asientos a los blancos o que un negro pudiese pisar una universidad. Hoy un
afroamericano se va a instalar en la Casa
Blanca. Deberían doblar las campanas en todos los templos del
mundo, en las catedrales y en el mismísimo Vaticano, pero eso ya es pedir
demasiado. Una institución como la Iglesia
Católica que se ha caracterizado a lo largo de toda su
historia por su intransigencia, su desprecio por los humildes, su acercamiento
a los poderosos de cualquier ralea, su simbiosis con los vencedores… Podríamos
asegurar rotundamente que la humanidad estaría cambiando si además de esta
elección, en la silla gestatoria se acomodasen unas posaderas negras o un culo
femenino como sucesores de San Pedro. Teniendo en cuenta que hasta no hace
muchos lustros, los doctores de la iglesia aseguraban que la mujer no tenía
alma, el acontecimiento no nos quedaría más remedio que calificarlo como
milagroso. Pero, ¿quién cree en los milagros?
Luis Viadel
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