Hacienda
ha recaudado 2.500 millones para los obispos desde el inicio de la crisis
El importe de la asignación tributaria ha permanecido
prácticamente estable desde 2007, mientras el gasto público era víctima de la
política de recortes.
Público
13-12-16
VICENTE
CLAVERO
MADRID.- La Conferencia Episcopal Española (CEE), a través de la asignación tributaria, ha tenido una vía de financiación pública muy estable incluso durante la fase más aguda de la crisis, cuando los recortes eran la tónica general. Desde su entrada en vigor en 2007, el modelo pactado con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha proporcionado a la Iglesia católica 2.500 millones de euros en números redondos.
Esta cifra sólo incluye el dinero recibido por el máximo órgano de representación de los obispos gracias a los contribuyentes que marcan cada año la casilla dedicada a tal fin en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En los 2.500 millones no se contabilizan, por tanto, otros ingresos que obtiene la Iglesia de las administraciones públicas, ni los beneficios fiscales de los que todavía disfruta.
En los 2.500
millones no se contabilizan otros ingresos que obtiene la Iglesia de las
administraciones públicas ni sus beneficios fiscales
Dentro del
mecanismo de la asignación tributaria, Hacienda desempeña en teoría el papel de
mero recaudador, pues se limita a hacer realidad el deseo de los
contribuyentes que quieren que parte de sus impuestos sirvan para financiar a
la Iglesia. Pero como eso no les obliga a desembolsar ninguna cantidad
adicional, sino que el dinero se detrae íntegramente de los Presupuestos
Generales del Estado, al final, acabamos pagándolo entre todos.
Se da la
paradoja, así, de que las preferencias religiosas de una parte de la ciudadanía
derivan en una obligación también para el resto de los españoles, que pueden
tener otras creencias religiosas o ninguna. Según datos proporcionados por los
obispos, el número de declarantes que marcan la casilla se sitúa en torno a los
siete millones, lo que supone alrededor del 35% del total.
La
aportación a Cáritas, unos seis millones de euros al año, apenas representa el
2% del presupuesto de la Iglesia
El montante
de la asignación tributaria es bastante homogéneo y ronda los 250 millones de
euros anuales. El ejercicio que arrojó una cifra mayor fue 2008, con 252
millones, y el peor, 2007, en que se contabilizaron sólo 241, coincidiendo con
el primer año de su implantación. Aunque los últimos datos oficiales datan de
2014, es fácil estimar que hasta 2016, la CEE se habrá embolsado por este
concepto unos 2.500 millones de euros.
Ese dinero sirve, entre otras cosas, para costear las actividades de las 70 diócesis españolas, la Seguridad Social del clero (que cotiza por el salario mínimo interprofesional) y el sueldo de los obispos. También sale de ahí la aportación a Cáritas, unos seis millones de euros al año, que apenas representan el 2% de su presupuesto y que contrastan, por ejemplo, con los diez millones que la Iglesia destina al sostenimiento de la cadena ultraconservadora 13tv.
Ese dinero sirve, entre otras cosas, para costear las actividades de las 70 diócesis españolas, la Seguridad Social del clero (que cotiza por el salario mínimo interprofesional) y el sueldo de los obispos. También sale de ahí la aportación a Cáritas, unos seis millones de euros al año, que apenas representan el 2% de su presupuesto y que contrastan, por ejemplo, con los diez millones que la Iglesia destina al sostenimiento de la cadena ultraconservadora 13tv.
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