San Marcial
Maciel, patrono de los pederastas.
El cura
fundador, legionario, pederasta, padre de una niña (ya le atribuyen varios más)
y casi santo. Menudo pájaro.
Las arcas del
Vaticano estaban muy mermadas por la cantidad de indemnizaciones que habían
tenido que pagar por abusos sexuales de sacerdotes a menores (pederastas).Sobre
todo en EE.UU. El Papa Ratzinger, Benedicto XVI se había propuesto “tolerancia
cero” para este tipo de pecadillos y otros similares, en teoría contrarios a la
moral de la iglesia.
Con este panorama le cayó encima el caso de
Marcial Maciel fundador de Los Legionarios de Cristo. Este individuo fue
vigilado por la Santa Sede ya que durante décadas había abusado sexualmente de
sus propios seminaristas. El 19 de mayo de 2006 el Papa le exigió que “renunciará
a todo ministerio público en su actividad sacerdotal y llevara una vida
retirada de rezos y penitencia”. Fue a partir de aquí cuando “Maciel, dio
definitivamente al traste con su deseo expresado reiterada y públicamente: ser
canonizado.”
¿Cuándo se debe
utilizar la excomunión adjuntando las consabidas denuncias a la policía si las
víctimas son niños o se ha verificado
que hubo abuso?
Cuando Marcial Maciel tenía
veinte años fundó en México en 1941 la congregación los Misioneros del Sagrado Corazón y la Virgen de
los Dolores, que luego pasaría a denominarse canónicamente como Legionarios de Cristo, junto con el movimiento de
apostolado Regnum Christi, fundado diez años después, en 1951.
La Legión de Cristo y sus
estatutos los aprobó el Vaticano en 1983. Esta presentes 18 países con 850 sacerdotes,
3000 seminaristas y unos 70.000 miembros de la Asociación Regnum Christi (es
decir los legionarios laicos).
Con veintipocos años se entrevistó con Pío XII
quien le aconsejó que formara “líderes” con esta sentencia:” Deben ser ustedes
un ejército en orden de batalla”. Por aquellas fechas el cura Marcial había
sido condenado eclesiásticamente por el obispo de Cuernavaca (Méjico).
El Vaticano necesitó ayuda para combatir la ”Teología
de liberación” que se estaba extendiendo por América Latina y fue cuando se
convirtió en hombre de confianza de Juan Pablo II.
Sus seguidores intentaron por todos los medios
minimizar el castigo que le había impuesto la Santa Sede pero se han visto
desbordados con la noticia de que tuvo una amante y una hija ilegítima
secreta, algo que ellos llaman
eufemísticamente “debilidades humanas de Maciel”.
Un portavoz de
la orden en Roma ha declarado:”Estamos sorprendidos, entristecidos y desconcertados. No podemos negar la existencia
de esos hechos, pero no deseamos entrar en más detalles por respeto a la
privacidad de las personas afectadas".
El fundador de
Los Legionarios de Cristo falleció el pasado año a los 87 años de edad y no
pueden asimilar dicen, “este desconcertante hecho”.
Ha sido un duro golpe para este movimiento que actúa como “"como los jesuitas hace siglos, y susurrar a los oídos de los príncipes de Europa" según publicó el Wall Street Journal.
Ha sido un duro golpe para este movimiento que actúa como “"como los jesuitas hace siglos, y susurrar a los oídos de los príncipes de Europa" según publicó el Wall Street Journal.
. "Como Juan Pablo II, tenía que haber sido santo súbito" (Santo Exprés), como Escrivá de Balaguer pero en el 2007 el Vaticano eliminó los votos privados que impedían a los Legionarios denunciar a un superior por sus actos. Sin Juan Pablo II lo tienen muy difícil ahora.
"¿Debilidades humanas? No tiene sentido lo que está pasando", asegura Patricio Cerda, un ex sacerdote que dedicó 25 años de su vida a la Legión. La dejó hace seis y ahora vende seguros, mientras realiza los trámites para que el ministerio del Interior registre la Asociación de Víctimas de los Legionarios, de la que forma parte. "Para nosotros", recuerda, "Marcial Maciel era un Dios. No es comprensible que de golpe le hayan convertido en un pecador más". "Nos da igual que tenga una hija; eso no es lo malo", denuncia, "sino que abusó de niños".
Marcial Maciel Degollado nació en Cotija de la Paz, (Michoacán, México) el 10 de marzo de 1920. Hijo de Francisco Maciel y Maurita Degollado. Ésta última se encuentra actualmente en proceso de beatificación, y su tío Rafael Guízar y Valencia, es santo de la Iglesia católica.
Juventud
En 1936, con quince años de edad, se trasladó a la ciudad de México para empezar su formación sacerdotal en el seminario dirigido por su tío el obispo de Veracruz, Rafael Guízar y Valencia. Dicho seminario operaba de forma clandestina debido al ambiente hostil que aún predominaba hacia la iglesia católica. Ahí, en ese mismo año, durante la solemnidad del Sagrado Corazón, orando ante el sagrario, experimentó, según su testimonio, la llamada de Dios a reunir un grupo de sacerdotes que recorrieran el mundo transmitiendo el amor de Cristo por la humanidad. Esta idea dio como resultado que el 3 de enero de 1941 fundara los Misioneros del Sagrado Corazón y la Virgen de los Dolores, congregación que luego pasaría a denominarse canónicamente como Legionarios de Cristo, junto con el movimiento de apostolado Regnum Christi, fundado diez años después, en 1951.
Recibió la ordenación sacerdotal el 26 de noviembre de 1944, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en México. Dos años más tarde, con el fin de procurar a los miembros de la congregación una formación adecuada para su futura misión educativa, Maciel se trasladó a España con el primer grupo de jóvenes que cursarían sus estudios humanísticos en la Universidad Pontificia de Comillas.
Cuando Maciel visitó al Papa Pío XII en 1946, éste acogió con especial interés su proyecto apostólico y educativo, y bendijo la nueva congregación. Cuatro años más tarde, Maciel instauraba el Centro de Estudios Superiores de la Legión de Cristo en Roma. Fue Pablo VI quien en 1965 concedería a la congregación de los Legionarios de Cristo el «Decreto de Alabanza», por el que la congregación era plenamente reconocida en el derecho universal de la Iglesia Católica.
Obras educativas
Maciel erigió el Instituto Cumbres de la Ciudad de México, primera obra educativa de la congregación. A este colegio se fue añadiendo con el paso de los años una amplia red de colegios y universidades instituidas por Maciel y los legionarios en varios países del mundo: Argentina, Austria, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, España, Estados Unidos, Italia, Irlanda, México, Suiza y Venezuela.
Entre las obras apostólicas de la Legión de Cristo se encuentran instituciones educativas hacia la niñez y la juventud; una amplia gama de organizaciones para la promoción de los valores católicos; centros para la formación de catequistas y misioneros; iniciativas destinadas a la promoción integral de los grupos sociales marginados. De particular importancia, ante el reto de la nueva Evangelización, son el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum y el Colegio Maria Mater Ecclesiae, en Roma, dedicados, en colaboración con los obispos, a preparar futuros formadores de seminarios diocesanos.
Escritos
Entre los múltiples escritos de Maciel, cabe destacar el libro "La formación integral del sacerdote católico", publicado en 1990 por la B.A.C (Biblioteca de Autores Cristianos). Esta obra recoge la experiencia del autor como formador de candidatos al sacerdocio. El libro ha sido traducido al inglés, francés, italiano y portugués.
La Legión durante el pontificado de Juan Pablo II
Maciel acompañó a Juan Pablo II en los viajes que realizó a México en 1979, en 1990 y en 1993.
Juan Pablo II nombró a Maciel miembro de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la formación de los candidatos al sacerdocio en las circunstancias actuales (1991), miembro de la Comisión Interdicasterial para la justa distribución del clero (1991), miembro de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (1992), miembro del Sínodo de los Obispos sobre la Vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo (1993), consultor permanente de la Congregación para el clero (1994) y miembro de la Asamblea especial para América del Sínodo de los Obispos (1997).
El 3 de enero de 1991, Maciel, junto con todos los legionarios y miembros del movimiento Regnum Christi, celebró los cincuenta años de vida de la Congregación. Ese mismo día, el papa Juan Pablo II ordenó 60 nuevos sacerdotes legionarios, en la Basílica de San Pedro.
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La Legión de Cristo comenzaría en noviembre de 1992 su segundo Capítulo General Ordinario. Dos días después del inicio, tanto los Legionarios como los miembros del Movimiento Regnum Christi, recibieron el anuncio oficial de la reelección de Marcial Maciel como Superior General de la Congregación y del Movimiento Regnum Christi. El 18 de diciembre, una vez concluido el Capítulo, Juan Pablo II recibió en audiencia a los padres capitulares.
Sus últimos años
En noviembre de 1994 Maciel celebró sus bodas sacerdotales, cincuenta años al servicio de la Iglesia y de la Legión. El culmen de este año de celebración fue la ordenación de 57 sacerdotes Legionarios en la víspera del aniversario. Con motivo de este aniversario, el Santo Padre le envió al P. Maciel una carta de felicitación que se leyó durante la acción de gracias de la Celebración Eucarística.[1]
En el último capítulo general celebrado en Roma, en enero de 2005, renunció a la reelección de los padres capitulares dejando la dirección general de la Legión y del Movimiento Regnum Christi a su sucesor y poder así acompañarlo en sus primeros pasos.
La Santa Sede confirmó el 19 de mayo de 2006 que el papa Benedicto XVI, había ordenado al padre Maciel se retirara de la vida de "oración y penitencia", prohibiéndole el ejercicio del sacerdocio tras las acusaciones de haber abusado sexualmente de seminaristas.[2] [3]
Falleció el 30 de enero de 2008, a los 87 años de edad, en medio de acusaciones de pederastia.[4] [5]
Escándalos
A fines del año 2004, el papa Juan Pablo II autorizó al entonces cardenal Joseph Ratzinger reabrir el caso contra Maciel,[6] acusado de pederastia.
Martha Wegan, abogada autorizada por la Santa Sede para representar el caso de los ocho ex legionarios contra el fundador de la Legión de Cristo, informó el 2 de diciembre de 2004 a sus representados que "el caso estaba siendo retomado". El fiscal del Vaticano encargado de las investigaciones para la reapertura del caso es Charles Scicluna.[7]
En un comunicado, la Santa Sede no especificó si había concluido definitivamente que las denuncias eran auténticas, pero debido a la avanzada edad de Maciel, de 86 años, y a su deteriorada salud se había decidido no iniciar un proceso canónico a gran escala. Las acusaciones incluyen el delito de absolutio complicis («Fuera de peligro de muerte, es inválida la absolución del cómplice en un pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo», canon 977), lo que según el derecho canónico, de ser cierto, implica la excomunión latae sententiae, que no necesita promulgarse, sino que es automática.
La orden constituye la primera decisión importante referida a denuncias por abusos sexuales decidida por el Papa Benedicto XVI desde su nombramiento en abril de 2005, lo que supone una cierta rectificación en los modos y procesos de la Iglesia hasta ahora.
El comunicado del Vaticano agregó que la decisión se emitió con la aprobación del Papa Benedicto XVI, "después de estudiar cuidadosamente los resultados de una investigación" del departamento doctrinal de la Santa Sede.
Señaló que Maciel había sido "invitado" a retirarse a "una vida reservada de oración y penitencia y a no cumplir con su ministerio público".
El informe fue emitido después de que el National Catholic Reporter, un semanario católico independiente con sede en Estados Unidos, informara el jueves 18 de mayo de 2006 que el Vaticano estaba a punto de hacer pública su postura. No estaba claro cuándo se había tomado la decisión.
El Vaticano no dio detalles de las limitaciones en su comunicado, pero el semanario dijo la orden afectaba a la actividad pública de Maciel, incluida su capacidad para celebrar misas públicas o dar conferencias, presentaciones públicas o entrevistas. La oficina de prensa de la Santa Sede confirmó el día siguiente la noticia.
Jason Berry, uno de los dos periodista del National Catholic Reporter[8] que hicieron público el caso Maciel en los noventa, publica el dos de junio de 2006 cómo los miembros de la Legión de Cristo aún tratan resistir el castigo de la Santa Sede contra Marcial Maciel.
La postura de la congregación religiosa se conoció en un comunicado en donde aceptan la invitación de la Santa Sede y reafirman su compromiso de fidelidad al Papa y servicio a la Iglesia.
Por otra parte, el diario de negocios The Wall Street Journal, publicó una nota enviada por su corresponsal en México, que explica cómo la Legión ha seleccionado a la clase alta mexicana para ganar influencia en ese país. Entre sus aliados nombra al hombre más rico de América Latina, y el tercero más rico del mundo en 2005 según Forbes, Carlos Slim, propietario de Grupo Carso. Además se puede enumerar el gran apoyo que los legionarios reciben en la elite empresarial de Monterrey, como el de Dionisio Garza Medina, presidente de Grupo Alfa. El diario comenta que el presupuesto anual de la Legión de Cristo es de 650 millones de dólares, de los cuales 50 son para obras de caridad y día a día crece esta labor en las zonas más marginadas de los países en donde están presentes.[9]
Aparte de lo anterior, varios obispos de Estados Unidos han ordenado a la Legión que deje de operar en sus diócesis, por hacerlo sin informar de sus labores.[10] El último caso ha sido el más llamativo para muchos, ya que la diócesis de Richmond, Virginia, prohibió a la Legión y el Regnum Christi trabajar en ésta, ya que no aceptaron obedecer la política de protección a menores de edad.
En febrero de 2009, el periódico estadounidense New York Times confirmó que Maciel, tuvo una relación con una mujer, con quien procreó una hija en la década de los noventa.[11] [12] [13] La noticia fue confirmada por el vocero del vaticano, Paolo Scarafoni.[14] Por otro lado, el director general de los Legionarios, Álvaro Corcuera, está visitando discretamente sus comunidades religiosas y seminarios en Estados Unidos para informar a sus miembros que su fundador llevaba una doble vida.[11]
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