Feliz día de la Constitución
Público
5 diciembre,
2016
Quisiera
felicitar a todos los ciudadanos, especialmente a todos aquellos que celebran
con entusiasmo el día de la Constitución (yo lo hago hasta casi el amanecer del
día 7). No cabe la menor duda que el día 6 de diciembre de 1978 nuestro país
cambió radicalmente y ello merece ser recordado y analizado:
1. Nuestro jefe de estado es elegido
democráticamente, no es jefe de las Fuerzas Armadas y, para envidia del resto
del mundo, puede ser revocado, sometido a la voluntad popular o juzgado
por cualquier crimen y/o delito que cometa.
2. Nuestros medios
de comunicación, así como nuestra enseñanza pública, son igualmente modelo
a seguir. No se encuentran medios tan creíbles en ninguna parte del mundo ni
ciudadanos más formados ni universidades o sistemas educativos mejores que el
nuestro.
3. La libertad, sea cual sea, se
respira a cada instante, en cada esquina y en cada biblioteca (lugar en el que
gravita nuestra existencia). Nuestro país no es de esos que despiden directores
de periódicos o periodistas porque no toleran las críticas, encarcelan a
titiriteros como terroristas o expulsan a militares porque escriben
novelas y reclaman un ejército diferente.
4. Nuestra ciudadanía ha alcanzado y
superado los niveles de lectura de Finlandia (47 libros por ciudadano y
año), lo que hace que no repitan como loros lo que los telediarios y las
tertulias afirman. Aunque si ello sucediera tampoco sería tan grave porque la
pluralidad y el rigor son la seña de identidad de nuestros medios de
comunicación. Aquí se inhabilita a cualquier periodista condenado judicialmente
por motivos del desempeño de su profesión.
5. Nuestros políticos son una
referencia mundial. Formados, transparentes y abnegados cuyo máximo objetivo es
trabajar por el bien de los ciudadanos, mejorar el gasto social o la
redistribución de rentas, terminar con la venta de armamento o construir un
mundo mejor. Ellos tienen mucho que ver con la gran democracia que hemos construido
entre todos tras una inigualable transición.
6. Afortunadamente, 1978 terminó para
siempre con la guerra sucia o los asesinatos de ciudadanos por parte del
Estado. Además, nuestras autoridades no se vengan de los grupos
terroristas ni de aquellos colectivos problemáticos o críticos ideológicamente
y ni mucho menos se les pasa por la cabeza utilizar las FCSE para fines
políticos. Me genera mucha consternación que esto siga ocurriendo en países
supuestamente modernos.
7-La corrupción quedó atrás con la
llegada de nuestra envidiada y modélica democracia. Somos la vanguardia del
mundo en la protección de los denunciantes de corrupción, lo que ha generado que tengamos un país en el que resulta muy complejo ser corrupto, pues siempre
hay alguien dispuesto a denunciarlo. Un denunciante en España no pierde nunca
su salario, es protegido por la judicatura, las FCSE y, muy especialmente, por
los medios de comunicación y las televisiones. Jamás pasan por momentos de
dificultad, son reclamados por instituciones públicas y educativas y protegidos y deseados por todos los partidos políticos. Casi podríamos decir que ser
denunciante es la ‘profesión’ mejor remunerada y más prestigiosa de nuestro
país.
8-Nuestros gobernantes son siempre
modelos de comportamiento ético y moral y cualquier mínimo desliz hace que
dimitan por su propia iniciativa o son forzados a ello por su propio
partido. Para cualquier formación política tener en sus filas a alguien con la
más mínima mácula es absolutamente impensable. En ocasiones, me resulta lastimoso
el exceso de celo mostrado en este apartado e incluso el repudio público que
sufren las personas de comportamiento infame.
9-Quisiera reseñar,
igualmente, el amor a la bandera y al país que sienten todos los
españoles. Vivimos en un país en el que todas las nacionalidades se
sienten representadas, se aprenden todos los idiomas en todos los territorios y
estudian y respetan todas las particularidades. Por ejemplo, un castellano
aprende desde pequeño catalán, gallego, euskera, etc. y cualquiera de ellos
hace lo mismo con el castellano y el resto de idiomas. Ello ha provocado
un enorme respeto entre todos los ciudadanos o que cualquiera de ellos pueda
dirigirse en su lengua en cualquier parte del territorio y
encuentre funcionarios o ciudadanos capacitados para entenderle y, en caso
contrario, enormemente dispuestos a ello. No solo eso, sino que también se
estudia la historia, la literatura y la cultura de cualquier parte del
territorio. De hecho, los españoles somos mundialmente reconocidos por nuestro amor
al arte y a la cultura. Así pues, la cultura y la concordia y no la imposición
de lo castellano ha conseguido unir a nuestras gentes. Además, la recuperación
de los valores republicanos, la eliminación de símbolos franquistas, la
enseñanza de lo ocurrido durante la guerra civil y la represión
franquista, la exhumación de fosas, la recuperación de la memoria
histórica y el reconocimiento de las víctimas propició que nuestro país pudiera
continuar adelante sin resentimiento ni heridas. Es más, resulta muy sencillo
comprobar cómo a finales de los años ochenta, las clases dominantes
durante los años sesenta y setenta en los ámbitos jurídicos de la sociedad
(político, económico, militar, jurídico, funcionariado, etc.) eran por completo
diferentes. Se habían regenerado y habían hecho de la pluralidad ideológica una
bandera de nuestra nación.
10-Por último, quisiera recalcar que
en nuestro país todo se decide democráticamente (casi votamos semanalmente) alcanzándose
altos niveles de participación ciudadana y la separación de poderes y/o
funciones (ejecutivo, legislativo, judicial o medios de comunicación -el cuarto
poder-) son objeto de estudio en las universidades de medio mundo.
Por todo
ello y mucho más que no he podido detallar por falta de espacio, el 6 de
diciembre es un día de enorme felicidad y festejos parar todos los
ciudadanos. Particularmente, yo me reúno con la familia y con los amigos,
comemos y bebemos, asistimos a alguna obra de teatro y cerramos el día con una
estupenda cena de conmemoración y alguna charla animada hasta altas horas de la
madrugada. Sin duda, en un país marcadamente laico como el nuestro en el que la
religión está completamente separada del poder, se trata del día más festivo y
esperado del año.
Así pues:
¡FELICIDADES! (Y cuidado con el alcohol)
Luis Gonzalo
Segura, exteniente del Ejército de Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario