STRAMBOTIC
12-3-17
Hoy Gila cumpliría 98 años.
Miguel Gila podría haber
cumplido hoy 98 años. Uno de los mayores cómicos de la historia del
humor en español, había nacido en el distrito de Tetuán de Madrid en
1919. Militante de las Juventudes Socialistas, fue fusilado (mal, decía
él) en la Guerra Civil, una de las experiencias que, junto a la orfandad, el
hambre y la cárcel, convirtió en combustible para sus inteligentes e
hilarantes viñetas en La Codorniz o Hermano Lobo
y sus inolvidables monólogos.
Hagamos un breve recorrido a través de su inmensa
obra, a modo de homenaje.
Gila,
huérfano de padre, se crió con sus abuelos en el barrio de Chamberí.
Debido a las dificultades económicas en su hogar, abandonó los estudios a los
13 años.
Al estallar la Guerra
Civil, como militante de las Juventudes Socialistas Unificadas se se
alistó como voluntario en julio de 1936 en el Quinto Regimiento de
Líster.
En el Viso de los
Pedroches (Córdoba) fue puesto frente a un pelotón de ejecución y
logró salvar la vida. El fusilamiento se produjo al anochecer de un día
lluvioso y los integrantes del piquete estaban borrachos, por
lo que no le acertaron al disparar.
Pasó después por la cárcel
de Yeserías, desde donde llevaban a los reclusos a
construir la de Carabanchel. Estuvo preso luego en Torrijos,
donde coincidió con el poeta Miguel Hernández.
Empezó su trabajo como humorista
gráfico en un revista universitaria salmantina llamada, Trabajos
y días. Más tarde publicó en La Codorniz y
en Hermano Lobo .
Según su autobiografía, el
éxito en los escenarios le llegó en 1951, cuando actuó en un
teatro de Madrid, como espontáneo, improvisando un monólogo
sobre su experiencia como voluntario en una guerra.
En 1962 se exilió a Buenos
Aires (Argentina), según sus palabras “por un empacho de dictadura” .
Tras desarrollar una
exitosa en varios países latinoamericanos, regresó a España
definitivamente en el año 1983.
En 2001, en Barcelona,
tras más de medio siglo haciéndonos reír, fallecía a los 82 años de edad uno de
los máximo representantes del humor de posguerra en España,
dejando huérfanos a su legión de admiradores.
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