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miércoles, 1 de marzo de 2017

Santa Pedofilia y Santa Pederastia patronas del Día del Niño

El mapa de la pederastia en la Iglesia
El papa emérito, Benedicto XVI, expulsó a unos 400 sacerdotes durante su pontificado. Francisco ya ha relevado a tres obispos y a un sacerdote

Cadena SER
Madrid
Elaborar un mapa sobre la incidencia de los escándalos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica no es una tarea sencilla. En los últimos años se han destapado muchos casos, sobre todo a partir de un cambio de actitud por parte del Vaticano, que ha pasado de mirar para otro lado a contribuir activamente a desenmascarar los abusos hacia menores cometidos por el clero. Pero muchos de estos delitos siguen sin salir a la luz, bien porque los afectados no los denuncian, o bien porque las denuncias no pueden ser probadas.
Los primeros casos de pederastia cometidos en el seno de la Iglesia empezaron a conocerse en la década de los noventa del siglo XX en EEUU y en Irlanda, casi todos ellos en escuelas u orfanatos. En algunos casos, también surgieron escándalos de abusos sexuales en seminarios para la formación del clero. Animados por las denuncias de las primeras víctimas, se presentaron muchas más, tanto en esos dos países como en otros.

En Estados Unidos ha habido más de mil trescientos casos verificados desde la década de 1950. Cerca de trescientos sacerdotes se han visto implicados. Los casos más sonados afectaron a la archidiócesis de Boston, cuyo cardenal Bernard Law, tuvo que renunciar a su puesto por encubrir a 250 curas pederastas, y a la de Los Ángeles. También el cardenal de esta última diócesis, Roger Mahony, dejó el cargo y se trasladó a una parroquia, de la que fue finalmente destituido en 2013 cuando se probó que tuvo conocimiento de abusos y los ocultó deliberadamente. Las denuncias provocaron compensaciones millonarias y enormes pérdidas económicas. La archidiócesis de Boston, por ejemplo, se vio obligada a cerrar decenas de parroquias.
En Irlanda, varios informes revelaron que el abuso de menores en centros católicos era una práctica común y constante. El Informe Ryan, el más desgarrador, elaborado por la comisión investigadora de abusos de los niños en ese país, denunciaba la connivencia de la Iglesia con la policía y la fiscalía para encubrir los casos de pederastia. Las estimaciones hablaban de miles de menores afectados por parte de la Congregación de los Hermanos Cristianos, encargados de gestionar las escuelas y orfanatos católicos de propiedad estatal. En 2009, los obispos Murray, Moriarty, Field y Walsh presentaron su dimisión, y meses después, el papa Benedicto XVI asumió las riendas de la investigación y publicó una extensa carta pastoral en la que expresaba su vergüenza por lo ocurrido en Irlanda.
Australia ha podido comprobar unos 620 casos de abusos sexuales a menores desde la década de 1930 hasta la actualidad, mientras que en Alemania se recibieron casi tres mil denuncias. Sólo doscientas de ellas se pudieron constatar en colegios de jesuitas donde 14 personas fueron acusadas, no sólo religiosos sino también profesores laicos. En el Reino Unido, el obispo de Aberdeen, en Escocia, Hugh Gilbert, llegó a pedir disculpas por los abusos sexuales que se cometieron en escuelas católicas escocesas. El mismo cardenal Keith O'Brien, un ferviente activista contra el matrimonio homosexual en su país, renunció a su puesto después de hacerse públicas sus relaciones con seminaristas británicos en la década de 1980. O'Brien dimitió poco antes del cónclave en el que salió elegido el papa Francisco, por lo que el Reino Unido no tuvo ningún representante en la elección.

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez / Javier Lizon / EFE
España tiene a una decena de sacerdotes condenados por abusos sexuales a menores. En la actualidad se están investigando 5 denuncias en la archidiócesis de Granada, supuestamente cometidos por religiosos que, según la investigación, habrían actuado como una auténtica red. El papa Francisco ha intervenido directamente en el asunto y ha lamentado la poca contundencia del arzobispado en relación con los delitos denunciados. Otro caso destacado afectó al sacerdote José Ángel Arregui, detenido en Chile en 2009 por una quincena de abusos sexuales contra menores españoles entre 1992 y 2005. En el momento del arresto, la policía encontró en su casa un ordenador con decenas de horas de pornografía infantil y vídeos en los que él mismo aparecía como protagonista de los abusos.

En México no hay una investigación general, pero su caso más conocido fue, sin duda, el que afectó al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Varias denuncias le implicaron en supuestos casos de abusos contra menores y contra seminaristas, pero Maciel falleció antes de que se pudiera tomar alguna medida legal contra él. No sólo la Iglesia, en aquel momento encabezada por Juan Pablo II, sino los propios Legionarios de Cristo, negaron sistemáticamente la culpabilidad de Marcial Maciel. Fue Benedicto XVI quien, después de un proceso canónico interrumpido, ordenó el retiro de Maciel en el año 2006, apartándolo del sacerdocio. Cuatro años después, la Legión de Cristo admitió los casos de abusos sexuales de su fundador y reconoció la existencia de varios hijos nacidos de relaciones secretas de Marcial Maciel en el pasado.

Pancartas usadas por miembros de la Agrupación de niños abusados manifestándose, el pasado 11 de noviembre en Santiago de Chile, contra el sacerdote de los Legionarios de Cristo John O'Reilly, que fue declarado culpable del delito de abuso sexual reiterado en contra de una menor. / ELVIS GONZALEZ / EFE
La decisión de denunciar de muchas víctimas anima a otras a seguir su ejemplo. Por eso, se cree que puede haber muchas denuncias más que estén por salir a la luz. Hay países donde no ha trascendido un número muy elevado de personas afectadas, pero que sí se han llevado por delante a personas muy relevantes de la jerarquía eclesiástica de sus diócesis. El ex nuncio del papa en República Dominicana, el polaco Josef Wesolowski, fue detenido en septiembre de 2014 acusado de abusar de, al menos, 7 menores. El arzobispo de Santa Fe, en Argentina, Edgardo Storni, fue condenado en 2009 por abusos sexuales, lo que provocó su renuncia. El arzobispo de Viena Hans Hermann Groër optó por el retiro, después de recibir varias denuncias de abusos sexuales por parte de antiguos alumnos suyos en el seminario y también de monjes de una abadía de Goettweig. El obispo de Brujas, en Bélgica, Roger Vangheluwe, dejó el puesto tras reconocer que había cometido abusos hacia dos de sus sobrinos de manera habitual.
Junto a estos casos, también se han denunciado abusos en muchos otros países, aunque no en todos han podido ser probados. En Polonia, un capellán militar fue acusado de 17 casos. En Brasil, varios sacerdotes fueron apartados mientras se les investigaba por pederastia. En Francia se constataron 11 casos entre 1985 y 1996. En Malta se presentaron pruebas de una decena de víctimas implicando a medio centenar de religiosos, mientras que en Suiza, se abrió un canal para la recepción de denuncias y llegaron aproximadamente unas sesenta.


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