¿Le hablas a tu hijo sobre sexualidad? (Pues ya
va siendo hora)
16/03/2017
El Huffingtong Post
Estudié en un colegio de monjas en los años 80 en
una ciudad del sur. Recuerdo la clase en la que nos proyectaron una diapositiva
con el aparato reproductor femenino. Solo éramos chicas, nada de chicos.
La educación segregada era lo habitual en la concertada. Recibimos un esquema
con flechas de cómo se llamaba cada parte y ahí quedo todo. Nada más se supo.
Hubo que descubrir por experiencias propias y ajenas el resto. Y el resto, lo
era todo.
El famoso anuncio del
póntelo, pónselo de 1990 decía públicamente y a
las claras que el uso del preservativo no estaba generalizado. Por algo sería.
Treinta años después, la educación sexual se introduce en Secundaria, en
tercero de la ESO, cuando los chavales tienen 14 años. "Demasiado
tarde", explica la psicóloga y sexóloga Nayara Malnero. La primera
confusión estriba en lo que entendemos por educación sexual. Para Nayara, no es
solo hablar de relaciones sexuales, prevención de embarazos y de infecciones,
es muchísimo más. "¿De qué sirve enseñar a poner un preservativo si luego,
a la hora de la verdad, no tenemos la seguridad en nosotros mismos para decir
que no a una pareja que no quiere ponérselo? Aquí está claro, la educación
sexual es educación en autoestima, autoconocimiento, valores, seguridad en
uno mismo, relaciones igualitarias, habilidades sociales y
emocionales", afirma Nayara.
Así que no hay razón para posponerlo, La educación
sexual se puede empezar "desde ya", con independencia de la edad del
niño o la niña. El camino no es fácil y dejarlo de lado es más cómodo a corto
plazo. "A veces no somos conscientes de nuestro propio tabú, pero está
ahí. También, a veces pensamos que sabemos de todo y son los pequeños los
que nos ponen contra las cuerdas", afirma Nayara. Evadir las preguntas ni
es recomendable ni es lo mejor: "No solo contribuimos al tabú, sino que
les privamos de educación básica". Cuidado con las mentiras, porque la
información errónea es "tan mala como el silencio".
"Los niños que reciben educación sexual de calidad suelen iniciar sus
relaciones sexuales más tarde y con mayor responsabilidad"
Algunos padres se refieren a la vulva o el pene con
nombres inventados. Nayara explica que no está mal la jerga que cada uno
utilice salvo un caso concreto: los nombres despectivos. "Debemos de tener
esto muy en cuenta. Eso sí, que podamos utilizarlos no significa que no
enseñemos cuáles son los nombres correctos, y que cuando nos cuenten que en
el colegio hablan de ello o estemos en determinados lugares o entornos, les
enseñemos que deben de utilizar los nombres adecuados", afirma.
La educación sexual que reciban de pequeños puede
ser valiosa para afrontar el futuro. "Como terapeuta de adultos, siempre
indago sobre la educación sexual en la infancia y adolescencia, ya que está
íntimamente relacionada con las problemáticas futuras. Los niños que
reciben educación sexual de calidad suelen iniciar sus relaciones sexuales más
tarde y con mayor responsabilidad que el resto. Su autoestima y la seguridad en
sí mismos también es superior", dice la psicóloga y sexológa.
Una nula educación sexual en la etapa infantil
tiene consecuencias relacionadas con las inseguridades, un mayor riesgo sexual
y relaciones sentimentales desiguales. "Si salgo a la calle y desconozco
que un coche puede atropellarme, probablemente no mire hacia los lados al cruzar
y sea atropellado", compara.
"En los casos en los que el niño se masturba en público, debemos
explicarles que no es malo lo que hacen, pero que debe hacerlo en
privado".
Nayara cuanta que es muy habitual que un niño o
niña experimenten con su propio cuerpo. Cuando lo hacen en público, debemos
explicarles que lo que están haciendo no tiene nada de malo, pero que es algo
para hacer en privado. Esta tutoría
da algunas claves. "Nos hace mucha falta una
buena inversión estatal y personal en cuanto a la educación sexual. No somos
conscientes de su alta repercusión a todos los niveles", concluye.
Sobre cómo, cuándo y qué explicar a tu hijo sobre
sexo, Nayara ofrece
estos consejos para no perder de vista:
- Nunca debemos evadir ninguna pregunta: los niños
aprenden de lo que se dice y de lo que no se dice. El silencio es la peor
de las opciones.
- Nunca, bajo ningún concepto, debemos de mentir: la
información errónea, junto a la desinformación, son las dos grandes
catástrofes de tu futura vida íntima.
- Es importante responder a lo que ellos quieren saber, pero también
aportar información de lo que deben saber: quizás, en
lo que no preguntan directamente también existan cuestiones importantes
que conocer o dudas no resueltas.
- Si no sabemos cómo responder (por vergüenza o por no saber adaptar el
lenguaje) o desconocemos la respuesta, lo mejor es reconocerlo y
comprometerse a buscar información para abordar el tema en otro momento
(sin que esto sirva para escaquearse, claro)
- ¿Por qué esperar a sus preguntas? La educación sexual de los niños es su derecho y, para los padres, una obligación. ¿Por qué no llevar tú la iniciativa? Hay niños que son menos preguntones, por ello no van a quedarse sin información.
Celia Blanco es periodista y
directora de Contigo
dentro, el programa sobre sexualidad de la Cadena SER. Como madre, echa en falta
un apoyo por parte del colegio: "Solo se explica la parte biológica,
afortunadamente ya no les dicen que que los niños vienen de París. Me
gustaría que ahondaran en lo que significa el sexo; por ejemplo, no se habla
de la masturbación". Celia opina los padres deben responder con
naturalidad y honestidad a las preguntas que planteen sus hijos. "Hay que
ser claros. La transexualidad se entiende muy bien si cuentas que hay niñas
que nacen con pene y niños que nacen con vulva; y que lo que hay que
conseguir es que inicien ese tránsito para sentir como suyo el propio
cuerpo". El reto está servido. ¿Seremos capaces de dar a nuestros hijos
una mejor educación sexual que la que recibimos nosotros?
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