al sur a la izquierda
Una especie llamada ‘rafaelhernando’
No corre peligro extinción, pero
tampoco lo contrario. Menos mal: un espacio parlamentario superpoblado de
especímenes de ella sería ecológicamente inviable
ElPlural
Antonio Avendaño
Jue, 23 Mar 2017
Parece un político como los demás, pero no lo es. Qué
va. En el sistema político español solo hay un Rafael Hernando y, nos guste más
o nos guste menos, es nuestro Rafael Hernando, aunque seguramente
no hay país democrático que no tenga el suyo propio.
No es por resaltar las virtudes profesionales de
nuestro hombre, pero se equivocan quienes piensan que la mayor parte de los
políticos son unos caraduras, unos mentirosos o unos aprovechados. No son
más caraduras, mentirosos o aprovechados que el resto de la gente, lo único
que sucede es que tienen un oficio más penoso y despiadado de lo común, un
trabajo que tiene unas exigencias profesionales muy duras, como las tiene ser
boxeador, minero o limpiadora de hotel. La política es un trabajo sucio pero
alguien tiene que hacerlo; de hecho, lo peor que puede pasarnos es no conocer
ni tener a la vista a quienes lo hacen.
Hernando también es político, pero no como los demás:
él pertenece no tanto otra raza como a otra especie. La chulería, el
cinismo, la jactancia, el descaro, la mentira, la calumnia, la falta de
respeto… no son, sin embargo, defectos propios y específicos de nuestro Rafael
Hernando, sino que serían más bien rasgos comunes a esa especie que, aun no
siendo autóctona, una taxonomía política comprometida con los valores de la
patria podría denominar como ‘los rafaelhernando’ de la vida pública.
Por desgracia, no puede decirse que se trate de una
especie en riesgo de extinción pero tampoco, por fortuna, susceptible de
generar una sobrepoblación que sería fatal para la supervivencia de la
propia especie, pues un territorio parlamentario superpoblado de especímenes de
‘rafaelhernando’ sería ecológicamente inviable.
Aunque agotar su estudio llevaría años, sugiramos al
menos una línea posible de investigación: sean nacionales o extranjeros, la
particularidad de los ‘rafaelhernando’ no es que mientan o insulten, es el
modo frío, exacto, profesional, el modo casi científico con que lo hacen.
Un ‘rafaelhernando’ no se limita a mentir con desahogo; su conducta es mucho
más sofisticada: consiste en mentir no ya sin importarles que los demás puedan
pensar que mienten, sino procurando que los demás piensen y sepan que mienten
y, tras lograrlo, alzando la mirada desafiante hacia el tendido y proclamar con
José Mota: ‘No digo que me lo mejores, sólo iguálamelo’. Dan ganas de
proponer que los declaren especie protegida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario