Última hora. Urgente
Agencias.
El
Vaticano ordena a la Conferencia Episcopal Española que hoy se celebren misas
en todas las iglesias por las víctimas del franquismo, especialmente las
enterradas en las cunetas y todavía sin identificar.
Era necesario hacer un enorme acto de contrición. La
Iglesia no podía permanecer más tiempo agasajando a un criminal dictador
después de tantos años de connivencia a cambio de suculentos beneficios. Los
rojos mataron a muchos eclesiásticos pero Franco también lo hizo porque habían
permanecido fieles a la República. “Si es necesario mataré un millón de
españoles”, dijo
Mi hijo es imbécil…un tonto Ese Caudillo es un cabrón y un chulo. ¡Si lo
sabré yo que soy su padre!
Resulta repugnante la desvergüenza con la que sigue actuando toda esta
gente franquista-fascista, sin el menor pudor y bendecidos por la Santa Madre
Iglesia.
Era un individuo enormemente despiadado, un criminal nato, pero no es que
estuviera enfermo mentalmente, sustituía su deseo sexual por el ansia de poder.
Francisco Franco, Golpista,
Traidor, Asesino, Criminal, Genocida…por la Gracia de Dios.
La Iglesia Católica, a
cambio de numerosas prebendas de las que todavía sacan provecho, hizo de una Guerra Civil, una
Cruzada. En una palabra “santificó” un alzamiento militar, una rebelión y una
guerra que duró tres años con miles de muertos y heridos. Hambre, miseria,
dolor, mucho dolor…A lo largo de la Historia la Iglesia se ha caracterizado por
su “debilidad” con los dictadores, cuanto más sangrientos mejor, siempre que
estos entraran en su juego de la participación divina.
El general traidor Franco era una mala
persona pero muy hábil. Cuando sus compañeros de viaje Hitler y Mussolini
murieron, solamente quedó él como dictador fascista y con los millones de
crímenes que se habían cometido bajo esta ideología en el mundo, ya no estaba
bien visto. Los americanos montaron el Tribunal de Nuremberg y procesó y
condenó a los criminales nazis. Muchos se escondieron cambiándose de nombre,
otros huyeron, sobre todo a nuestro país donde el dictador “por la gracia de
dios” les acogió y blindó contra la barbarie de los defensores de los derechos
humanos. Ni Franco, ni la Iglesia Católica
se sentaron en el banco de los acusados por colaborar con el nazismo.
Los falangistas,
armados hasta los dientes, sacaban, a primeras horas de la mañana, a la gente
de sus casas (hombres, mujeres ancianos y niños) al haber sido denunciados por
el cura del pueblo o la monja, ama de llaves, como rojos judeomasónicos, (los
sempiternos enemigos de Franco) haciendo honor, una vez más, a su habitual
caridad cristiana. Los han llevado a una cuneta y los han fusilado junto a una
zanja que ya tenían preparada para ellos.
La Iglesia Católica ha
rectificado porque “todos somos hijos de dios”, y quiere que en todos los
templos cristianos de España, los 20 de Noviembre cuando sus turiferarios
veneran al criminal dictador en el aniversario de su muerte y todavía tenemos
miles de fosas en las cunetas por identificar, las misas sean en honor de las
víctimas del franquismo. Gracias a Dios.
Nota:
Evidentemente
esta noticia es completamente falsa. Nos hubiese gustado que fuese realidad.
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